Te Regalo Tu Libertad -

Mi nombre es Axel Colombo, tengo 26 años y desde que tengo memoria he estado ligado a la familia Moore, mi madre en juventud llegó a idolatrar la genética de esa familia, su mejor amiga la señora Margot se casó con el único hombre soltero de esa familia, por lo tanto, pactaron atar a su hija y a mí desde su nacimiento para contraer matrimonio.

Cuando era pequeño esto lo tomaba como un juego, así que no me molestaba, cuando mi familia me llevo a conocerla apenas tenía cinco años, y siempre quise tener un hermanito, mi primera impresión fue - Cielos que hermosa es- y me gustaba pasar tiempo con ella, pero conforme pasaron los años y ya teniendo más conciencia, mi madre me dejó en claro que ella sería la única mujer con la que yo tendría algún tipo de relación y de ahí para acá todo había sido sofocante para mí.

Toda mi adolescencia, siempre que conocía alguna chica de mi interés, era reprimido por mi madre incluso por mi padre, así que había llegado a un acuerdo con ellos para mis dieciocho años, negocie un poco con papá, aprendería bien el negocio familiar incluido el negocio ilegal que mantenían con algunos italianos, conocidos de mi madre, a cambio de yo poder tener novia o salir con quien yo quisiera, así para mis veinticinco estaría completamente dispuesto a estar con Lily Moore, soy su único hijo y si me negaba a aprender el negocio legal e ilegal, todo su legado de los Colombo, ese que tanto les había costado levantar a mis abuelos se vendría abajo.

Aún así, cuando llegue aceptar que estaría unido a ella, quise alejarla y tener el mínimo contacto posible con ella, a si que por largos periodos dejaba de ir a su casa, con el pretexto de que estaba ocupado aprendiendo el negocio familiar, aún así las veces que la veía me parecía que era bonita, me parecía agradable, muy alegre, estudiosa, aunque al parecer la escuela no se le complicaba en nada, en fin.

Por mi carácter poco flexible y tolerable heredado de mi padre, se me complicaba hacer amistad con ella, aparte de que yo era mayor, tenía otras cosas en mente, cuando ella apenas tomaba gusto por algún videojuego o artista, a mí ya se me había pasado y ya estaba con otras ideas.

Me sorprendió la primera vez que la vi platicando con el hijo de la familia Ivanov, sabía que eran amigos en la primaria, pensé que con la salía de él de la escuela su amistad también terminaría, pero no fue así, el la esperaba en la salida de la escuela y pasaban el rato juntos, mientras esperaban al chófer que la recogia para llevarla a su casa, en una ocasión me ofrecí a ir por ella quería empezar a crear un vínculo afectivo con ella, y ese mismo día fue cuando la vi, ahí parada sosteniendo un helado en su mano derecha, tan risueña, su cabello castaño caía por sus hombros, sus mejillas sonrojadas por el calor y supongo que también por quién tenía de compañía, Ivanov cargaba su mochila, aunque no quería admitirlo se veían bien juntos, después de todo el era casi de su misma edad, tenían intereses mutuos, y yo a pesar de que crecí viéndola desde bebé, no sabía cómo tratarla, así que eso basto para cambiar mi humor, sentí diferentes emociónes juntas cuando le pregunté a Ivanov si ella le gustaba y su respuesta no fue lo que yo quería escuchar, la volví a ofender llamando la "zorrita", para cuando cumplí mi mayoría de edad, me parecía algo enfermo tener como prometida a una niña de trece años y pienso que por su amistad con Ivanov ella empezó a parecerme poco tolerable, seguía siendo buena y alegre con su familia y ese niño, pero cuando me miraba a mí, me torcía los ojos, su comportamiento era poco agradable, antes mantenía silencio, pero después hablaba como si yo no existiera, lo hacía para molestarme, ella sabía que odiaba que me retarán y aun así lo hacía, siempre fui algo pesado con ella por qué no quería que se hiciera a la idea de que ella sería mi mundo enteró, claro que no, había más meses en el mar, una vez casados podría tener a los que yo quisiera.

Se lo hice saber una vez en su graduación con un regalo sutil, sabía que su papá era amante de las flores y lo entendería, una vida a mi lado, todo seria apariencias, podría ser mi esposa y tener una familia con ella, esa que mamá y su amiga tanto querían, pero ciertamente de la puerta hacia dentro todo sería diferente.

Después del regalo que le hice a Lily, su papá hablo con mi padre y madre, para romper el compromiso, de un día para el otro ya no quería que su hija estuviera obligada a cumplir el capricho de su madre, esto no le pareció en nada a mi madre, ya que quería ser parte de la familia Moore desde siempre a papá tampoco le pareció, ya que tenían negocios que dependían mucho de esta unión, el papá de Lily calmó las cosas diciéndole a mi padre que nada cambiaría que mientras el viviera los negocios seguirían al pie de la letra, y que cuando Lily fuera mayor y se casará este tendría que seguir con los negocios, pero a papá seguía sin parecerle la idea, aun así acepto a regañadientes.

Después de un tiempo nos enteramos de que Lily mantenía una "relación" con el Cristian Ivanov, a mi madre le tomo por sorpresa y sintió un poco la traición, así que dejo de frecuentar a su amiga, en forma de berrinche, a mí no me extraño en nada que esto se supiera, ya que lo sabía desde hace mucho.

Después de algún tiempo de no ver a esta niña, me vi en su casa para llevármela, sus padres habían fallecido y mi madre me pidió que se cumpliera la voluntad de su amiga, cuidar de su hija, mamá no lo pensó dos veces y me mandó por ella, de mala manera vine a su casa en compañía de papá, ella se veía muy guapa como siempre, a pesar de tener un enorme abrigo que no dejaba apreciar su silueta, esa de la que tanto hablaba mi madre, vivió con nosotros algún tiempo, mismo que mi madre parecía su sombra, no se separaba de ella, me fastidiaba verla siempre cubierta, usaba ropa ancha, casi nunca estaba yo en casa y cuando estaba que por lo general eran los fines de semana, la encontraba des arreglada y fachosa o estaba gorda, y se avergonzaba de su cuerpo y lo único rescatable era su rostro.

En una discusión que llegamos a tener ella hablo con mis padres para irse a vivir sola, todo bien, hasta que mi madre me dijo que tenía que ir a verla, todos los días mínimo pasar con ella una hora al día, yo solo acepte para ya no estar escuchando el sermón, dijo que teníamos dos años para enamorarnos, (si como no), y luego nos casaríamos, (aja) el primer año no fui, me daba flojera verla con sus arapos dianbulamdo por ahí, hasta el segundo año más o menos empecé a visitarla, era peor , por lo general llegaba a las seis o siete de la noche, y andaba con una toalla en su cabeza, unas cejas que parecían pintadas por marcador negro, pijamas de mameluco de animales o sudaderas y pans anchos, me daba náuseas y además tenía una actitud horrible.

Si Ivanov la viese ahora opinaría lo mismo que yo ¿En dónde quedó aquella niña de figura esbelta, cabello castaño y rostro angelical?

Definitivamente en el pasado, por qué lo que ahora esa, sin duda alguna era una porqui, ese apodo se lo ganó a pulso, no podría creer que mi madre me hablara maravillas de ella, yo creo que mi madre estaba dañada de su linda cabecita, está mujer es horrible, ni el más teto de la universidad voltearía a verla.

Tenía que llegar a hacer un buen trato con esta "mujer' si es que se le puede decir así, yo no estaba dispuesto a pasar el resto de mi vida con esa cosa, tenía tantas mujeres divinas en mi vida como para terminar con esta abominación .