El Dolor De Una Partida

Ante aquellas palabras, Adhara abrió en grande sus ojos, no se imaginaba que su esposo fuera joven además de muy guapo.

-Veo que se quedó muda, señorita Adhara, me imagino que está sorprendida de tener un esposo tan guapo como yo- dijo Alejandro con una sonrisa burlona y el mentón un poco alzado.

-No crea que es la gran cosa, señor Miller- respondió Adhara levantando una de sus cejas en muestra de desagrado por lo que él había dicho, si era cierto que era muy guapo, pero también era muy presumido, pensó.

¡-Bien! Siendo usted mi esposo vayamos al estudio, Necesitamos aclarar algunas cosas.

-Me parece bien, vamos!- dijo Alejandro,

señalando el camino con una de sus manos.

-¡Haber señor Miller! Mi padre me explicó los motivos por los cuales se dio este matrimonio, aunque a mi parecer no era necesario, pero acepte solo por ser la última voluntad de mi padre, por lo tanto, quiero que le quede claro que solo es un acuerdo en el papel, no habrá una relación sentimental ni nada parecido, solo será un acuerdo laboral. ¿Entiende?

-¡claro que sí, señorita, no pretendo nada más! realmente esto lo hago en agradecimiento a su padre, tampoco me interesa una relación sentimental.

- ¿Y qué tanto es eso que usted le debe agradecer a mi padre? Realmente me gustaría saber cuál fue la relación de ustedes, yo jamás lo escuché hablar de usted.

- Él tampoco me hablaba de usted pero claro que sabía de su existencia. Pero si quiere conocer la historia, se la contaré

- Cuando yo tenía 4 años perdí a mis padres en un accidente de tránsito, por lo que me quedé solo y me llevaron a vivir con los únicos parientes que tenía mi madre, pero por lo que supe, ellos no me alimentaban bien, me dejaban solo por horas y me maltrataban físicamente.

Su padre y el mío, se conocieron en las filas del ejército militar, cuando eran bastante jóvenes y fue en un combate donde mi padre le salvo la vida al suyo, en ese entonces su padre no tenía la gran fortuna de ahora, la amistad entre ellos continuó, pero cada quien tomó su camino, su padre se convirtió en el gran empresario que era, mientras mi padre vivía una vida modesta pero tranquila junto a madre.

Cuando su padre se entero del accidente me busco para brindarme su ayuda y fue ahí donde se percató de lo que era mi vida y me rescato por así decirlo, para él no fue difícil conseguir que le permitieran hacerse cargo de mi, desde ese momento no me faltó nada, pues él me dio todo lo que necesite y también su cariño. por el soy lo que soy hoy, nunca tendré como pagarle lo que hizo por mí, por eso cuando me hablo del matrimonio acepte, con gusto le cuidaré a su princesa- termino por decir el joven a la vez que la miraba fijamente, sonreía levemente y se recostaba en la silla.

- Entiendo!.. Respondió la joven en un leve suspiro, ella sabía del gran corazón de su padre y agradeció con él alma que el padre de Alejandro salvará al suyo.

¿Qué va a pasar ahora señor Miller?

- Creo que lo más conveniente es que todos nos vean como un verdadero matrimonio, hasta tanto cumplir con estos 5 años. en el velorio me di cuenta que muchos se querran acercar a usted no con muy buenas intenciones y si todos saben que es una mujer casada, se alejaran.

- A que se refiere con un matrimonio de verdad? - pregunta la joven un poco tímida.

- A que debemos vivir juntos, salir a lugares juntos y hacer algunas cosas que hacen los esposos.

Adhara trago en seco y se sonrojó al instante al pensar en esas cosas que hacen los esposos- lo que le pareció muy divertido a Alejandro quien quería estallar en una carcajada de ver la cara de la chica, aunque también le agradaba, era la primera vez que veía a una joven sonrojándose por algo tan mínimo.

- Que le parece señorita, no cree que tengo razón?

- Eh, eh... bueno yo... no sé qué decirle!

- Si está de acuerdo o no!- Adhara mostraba su nerviosismo con un continuo movimiento en sus manos lo que la hacía ver adorable.

- Está bien señor Miller, puede venirse a vivir aquí, pediré que le preparen una habitación.

- Bueno, debo marcharme, ahora que sé que no se va a suicidar me voy tranquilo, no quiero fracasar en mi misión de mantenerla a salvo durante los próximos años.

- Puedo cuidarme sola, no soy una niña- Dijo Adhara con enojo que expresó en su rostro.

- Mañana vendré con mis cosas, hasta mañana señorita.

- Adiós- dijo Adhara de mala gana.

- Bueno, pero quién se cree este hombre para tratarme como si fuera una mercancía a la que hay que cuidar- bufaba Adhara molesta.

- Solo espero cumplir estos 5 años sin convertirme en la asesina de este hombre por las cosas que dice e insinúa.

- A la mañana siguiente, muy temprano, llegó Alejandro a la mansión muy bien arreglado como siempre, su traje le quedaba justo a la medida lo que lo hacía ver extremadamente sexi.

- Buen día, señorita Adhara- dijo Alejandro acercándose a la mesa donde la chica tomaba el desayuno, quién demoro un poco en contestarle el saludo, ya que no salía del asombro de verlo tan guapo.

- Señorita!- volvió a decir Alejandro

-Bu, bue, buen día, señor Miller, veo que trajo sus cosas.

- Así es, me instalaré cuanto antes para luego ir a la oficina.

- Puedo ir con usted?

- Pensé que quería descansar unos días

-No, la verdad es que estar sin hacer nada hace más difícil este proceso, prefiero mantenerme ocupada y si es mi empresa mucho mejor- dijo la joven con algo de tristeza en su rostro.

- Entiendo! Bueno salimos en una hora! dijo Alejandro para irse a su habitación.

- No va a desayunar?, le pregunta Adhara en un impulso.

- Claro que sí! no podría rechazar la invitación de mi esposa- respondió Alejandro un poco divertido, lo que colocó nerviosa a Adhara, quién se maldecia por dentro por haberle dicho eso.