Los Secretos De Alan

Vicent Pasquarelli

37 años

Alfa-dominante

Dueño de la cadena de mercados Market-Raise.

Empresario.

James Bonelli

33 años

Alfa- Puro

(Nota: Para los que han leído CAERÁS, saben que tienen los puros, en este caso, orejas XD, me mamé).

Socio y amigo de Vicent.

CEO de las empresas Bonelli.

Marcus Kim

10 añitos

Alfa

Adrian King - Kim

6 años - (por ahora)

Casta desconocida no se ha presentado.

Alan Kim

36 años

Omega

Cajero de Market-Raise

Martha Bonelli

Alfa

56 años

Lali

Omega

26 años

K

Alfa

29 años

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Al llegar al décimo piso un poco asustados, Alan puede ver que los vecinos ya estaban llamando a la ambulancia, ve la puerta de su departamento abierta y al entrar a unas personas tratando de despertarla con alcohol.

—¿Qué fue lo que pasó?— dice buscando respirar al calmado, ya que en sus embarazos todos son de alto riesgo desde que en el manicomio tuvo dos abort0s provocados por los medicamentos fuertes que tomaba, y bueno Wild también quería deshacerse de las evidencias de sus posibles actos crueles para no ser juzgado.

El pequeño en su vientre era el único que sobrevivió.

No todo el mundo sabía de su bebé en su vientre, este país donde está es muy arraigado a las creencias de estar casado antes de tener un cachorro, o en otros casos estar marcados, si no hay marca, te tratan como impuro y como peste, no le importa porque en otros lugares aunque no sea permitido por el gobierno, las miradas y frases dichas por gente sin conciencia deja mucho que pensar.

Solo en su trabajo lo saben algunos pocos, lo esconde de Ivonne porque se nota de lejos lo maliciosa que es, se rocía inhibidores recetados por un doctor para que su olor no se note, y es solo cuando está en la calle o su trabajo, porque veinticuatro horas no es recomendable dicho por su doctor.

Los paramédicos llegaron y la auxiliaron, así que le pregunta a su pequeño —¿qué fue lo que pasó?

— Estaba hablando con la tía Ginevra y empezaron a discutir, abuela se sorprendió por algo y luego cayó al suelo — dijo y en serio se molestó.

Desde que esa mujer llama siempre se pone mal, ella es una alfa hija de Martha, es rica, pero no es buena en ningún sentido, es su pensar porque siempre que la llama la pone mal, pero es la única hija que le queda, así que no se mete en ese tipo de problemas porque que más quisiera que Adrián estuviera a su lado, o aunque sea cerca y saber si está bien.

Los padres biológicos de Marcus eran Mariano un lindo omega, hijo de Martha y Emma una gran alfa, eran una pareja linda según Martha y todo iba bien hasta que tuvieron un accidente fatal, aunque ella no cree que sea un accidente del todo, dice que envidiaban su matrimonio fuerte, eso pasó mucho antes de que Alan llegara a sus vidas, cuando llegó a los apartamentos con hambre y frío después de un largo viaje, Martha y Marcus venían de haber enterrado a gran parte de su corazón.

Cómo no tenía dinero para pagar el hospital decidió tomar el celular de Martha en el suelo para llamar a algunos de esos bastardos que se hacen llamar su familia para que paguen sus medicamentos y la estadía en el hospital.

Cuando están en el hospital sentado con su pequeño en su regazo sin dejar de llorar, revisa sus contactos y logra encontrar a uno de los hijos que no le había nombrado jamás, encima de ese contacto estaba la maldita "Ginevra mi pequeña" dice el contacto y más abajo el de ese chico que jamás nombra y no es Mariano, dice:"Mi amado James", así que decide llamarlo.

—//¿Mamá?,¿Ginevra otra vez?,¿que hizo la rata que tienes por hija?//— dice el joven y se pregunta en ese momento porque no le habló del único hijo que le queda que no es malo —//¿mamá?

— No soy tu madre, soy su vecino y quien se encarga de tu sobrino, inepto, ven ahora al hospital de San Raffaele aquí en Lombardia, ¿te puedes apurar?, trae dinero porque no sé si necesite más dinero, así que apúrate — dice con aburrimiento.

—//¿Qué fue lo que pasó?//— dice el hombre en la línea.

— Ginevra, eso pasó — dice antes de colgar.

Abrazó a su pequeño y besa su cabellera — no te preocupes, escuchaste lo que dijo el doctor, solo se impresionó y se desmayó, ella estará bien.

— Pero pronto se irá como mis papás, me dejarán solo de nuevo.

— Me tienes a mí, yo no me iré — dice tomando sus mejillas para que lo mire directamente y limpia sus mejillas — no llores, tienes que estar muy feliz para que cuando despierte no se sienta mal por hacernos pasar por esto, hay que hacer que se sienta bien.

— Abuela se pondrá muy feliz al ver a tío James — dice el pequeño.

—¿Por qué lo dices?

— No se ven mucho porque él trabaja en las empresas de helado que dejó mi abuela, no se las dio a la tía porque ella es muy cruel, se quería quedar con todo, papi y James trabajaban muy bien juntos, pero la tía no, ella quería todo para ella, por eso odia a mi abuela, se la pasa muy ocupado trabajando, y mi abuela estaba muy enojada con él porque no quiere hijos ni casarse hasta conseguir a su destinado — dijo el niño olvidándose por completo del asunto por el cual lloraba y ahora tenía diversión en su rostro — la abuela le presentó a dos hijas de sus vecinas y él las rechazó, la abuela se molestó y desde ese día no se hablan, Pero estoy de acuerdo con mi tío, eran muy feaaaas.

— Deja de criticar y contarme chismes.

— Pero si nos encanta chismear, no te hagas Alan.

— Más respeto mocoso, padre para ti — dijo de brazos cruzados con diversión.

Después de esperar un rato, su pequeño en su regazo olfatea el aire y se levanta de su regazo y grita mientras corre hacia dos individuos alfas que entran a urgencias.

— ¡Tio James viniste con tu novio Vicent!— dice el niño con burla y luego choca los puños con Vicent.

— ¡Fenómeno ya te he dicho que no es mi novio! — regaña James poniendo su cara sería y el omega donde está sentado mira todo con una ceja alzada y con diversión, si eso es cierto hacen una linda pareja.

Su sonrisa se va una vez siente sus olores y su lobo se emociona, lo mismo pasa con los alfas que ahora fijan su mirada en el omega sentado en la sala de espera mirando hacia ellos, sus lobos lo reconocen como suyo — omega — dicen los dos al mismo tiempo confundiendo al pequeño y a ellos mismos, los alfas se miran entre sí sin poder creerlo.

Mientras que Alan tapa sus ojos con una de sus manos y empieza a negar con la cabeza — maldición, esto no me puede estar pasando a mí.

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