Esa Mujer.

Preparo un pequeño equipaje y me dirijo al aeropuerto, viajó junto a dos colegas y mi secretaria.

Al llegar nos esperan los hombres del viñedo y nos invitan a almorzar.

El lugar es completamente hermoso, pura naturaleza por donde se vea.

Por la tarde nos dirigimos a la zona céntrica y nos acomodamos en un bonito resto bar.

La alegría de las personas se siente en el ambiente.

De repente llega la moza a tomar nuestra orden y al alzar la vista no me puedo creer lo que mis ojos ven.

Una morocha divina.

Me le quedo observando como un bobo hasta que con su dulce vos me pide que le de mi pedido.

Vuelvo en si y le pido lo primero que logró leer del menú.

La mujer se retira para luego de un rato traernos los platos.

Todo se ve increíblemente apetitoso. Y del vino ni hablar.

Discutimos los términos del contrato y ambas partes quedan satisfechas.

Llega el momento del postre que es la especialidad del lugar "creppas rellenas de dulce de leche casero con crema batida por encima".

Terminamos los asuntos y cada quien se va por su lado.

Ansioso busco en la entrada a la hermosa moza, pero no la veo por ningún lugar, así que me subo a mi coche alquilado junto a mi equipo y antes de girar en una peatonal la veo.

Lleva un vestido negro que cae por encima de sus muslos y una chaqueta de Jean rasgada, con su hermoso cabello negro con mechas en color azul que le llega hasta la cintura.

Una ráfaga de viento me regala un espectáculo al alzar su vestido y dejarme ver un poco de su sexy ropa interior que es de color lila.

Esa vista casi provoca un accidente.

Un fuerte bocinazo me trae de regreso a mis sentidos, para luego eschuchar un típico insulto Argentino "MIRA POR DONDE VAS GORRIADO".

La busco desesperado con la mirada, pero ya no la vuelvo a encontrar. En el hotel no entiendo que diablos fue lo que me paso con esa mujer.

Así que llamo a casa y charló con mi hermoso Catriel que me suplica que regrese pronto porque se siente solo y aburrido.

Le pregunto por su madre, pero obtengo la misma respuesta de siempre "Está encerrada en su estudio, no me deja entrar para estar con ella".

Puedo entender de que yo por más esmero que puse nunca me gane su afecto, pero Catriel también es su hijo.

No entiendo como no puede actuar como cualquier madre que aprecia y quiere a su propia sangre.

En estos 3 años nunca la pude descifrar y empiezo a creer que tal vez jamás lo haga.

Terminó la llamada con mi pequeño tesoro para ver un mensaje de mi secretaria.

Esa mujer me invita a ir por unas copas, pero la rechazó de inmediato.

Sé cuáles son sus intenciones y no estoy interesado, ella sabe perfectamente que soy un hombre casado y con un hijo.

Así que conmigo no tiene chance.