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Salvando A Mi Hermano Ernesto

Salvando A Mi Hermano Ernesto

Status: Terminada
Genre:Romance / Posesivo / Mujer poderosa / Época / Reencarnación / Mundo mágico / Completas
Popularitas:97.5k
Nilai: 5
nombre de autor: LunaDeMandala

Elysia renace en un mundo mágico, su misión personal es salvar a su hermano...

NovelToon tiene autorización de LunaDeMandala para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Hans Greenville

La mansión de los Parsons estaba en calma. La fiesta había terminado horas atrás, y las velas del pasillo se habían consumido dejando apenas el resplandor de la luna filtrándose por las ventanas. En su habitación, Elysia dormía apenas, intranquila, con los recuerdos de Ernesto y Clariet atormentando su mente. Un sonido leve la despertó: un crujido en la ventana. Abrió los ojos y lo vio. Una sombra alta, recortada contra la luz plateada de la luna. Hans Greenville, con su cabello blanco brillando como acero bajo el resplandor nocturno, estaba de pie en su habitación, como si la cerradura y las guardias no significaran nada para él.

Elysia se incorporó de golpe, apretando las sábanas contra su pecho.

—¡¿Cómo…?!

Hans alzó una mano para silenciarla. Su voz fue un susurro bajo y firme:

—Gritar no sería prudente, señorita Parsons. No estoy aquí para dañarla. Pero usted habló de cosas que no debería saber. Y yo no dejo cabos sueltos.

Avanzó despacio, sus pasos pesados resonando como tambores en el suelo de madera. Elysia sintió un escalofrío recorrerle la espalda, pero no retrocedió.

—Le dije la verdad —respondió en voz baja, con los ojos grises brillando desafiantes—. Y si lo duda, pregúnteme lo que quiera sobre el futuro.

Hans se detuvo a solo un par de pasos de su cama. Su sombra la cubría por completo, y por primera vez ella sintió el verdadero peso de estar frente a un hombre forjado el metal y los secretos.

Él sonrió con frialdad.

—Muy bien, Elysia. Demuéstrame que no eres solo una niña con delirios.

Aunque Hans apenas le llevaba ocho años —ella diecisiete, él veinticinco—, su mirada se endureció un instante al reparar en el pijama ligero que Elysia llevaba. La tela clara y casi transparente dejaba entrever más de lo que debía; propio de una joven que jamás pensó recibir visitas a medianoche. Hans giró apenas el rostro, como si quisiera mostrarse indiferente, pero sus ojos, fríos y calculadores, no pudieron evitar recorrerla en un destello fugaz.

—No tiene idea de lo peligrosa que es su imprudencia —murmuró, su voz grave vibrando en la penumbra.

Elysia, ruborizada, se irguió en la cama sin cubrirse más. Si él venía a intimidarla, ella no se lo permitiría.

—¿Imprudencia? —replicó con firmeza—. ¿O acaso es usted el peligro aquí, Lord Greenville?

Por un instante, el silencio fue tan espeso que casi podía cortarse. Hans la observaba con esos ojos acerados, tensos entre la disciplina y algo más primitivo que él mismo parecía reprimir.

—Una muchacha como usted… —dijo por fin, con un dejo de risa irónica—, hablándome de magia y de futuros que no deberían existir, vestida de esa manera, y con la audacia de desafiarme. ¿Sabe lo fácil que sería para mí…?

Elysia lo interrumpió, clavándole los ojos grises con la misma intensidad con que su abuelo narraba las leyendas:

—Lo sé. Y sé también que usted no lo hará. Porque el destino lo necesita vivo, y a mi lado.

El conde frunció el ceño, sorprendido por la firmeza de aquella joven que, pese a la fragilidad de su cuerpo en pijama, irradiaba una autoridad imposible de ignorar.

Hans dio un paso atrás, como si quisiera retomar el control de la situación.

—Habla como una profetisa. Y aún así… parece una niña jugando a ser mujer.

Elysia apretó los labios, con una mezcla de vergüenza y desafío, consciente del contraste entre sus palabras y la vulnerabilidad de su ropa.

—Entonces, pruébeme. Déjeme demostrarle que no juego.

Hans la observaba con esa expresión fría, impenetrable, como si ningún secreto pudiera sorprenderlo. Pero entonces, las palabras de Elysia rompieron el silencio con la precisión de una daga:

—Sé lo que eres, Hans Greenville —susurró, con sus ojos grises brillando a la luz de la luna—. Tienes magia de hielo… porque eres descendiente de una de las familias reales de Plata, de antes de que se formara el Imperio de Oro.

El conde se tensó. Por un instante, la máscara de hierro en su rostro se quebró. Su ceja con cicatriz se arqueó y, aunque intentó mantener la compostura, sus ojos revelaban una sorpresa genuina.

Elysia no dudó. Dio un paso hacia él, descalza, sosteniendo con firmeza su propio pulso.

—Y también sé que coleccionas objetos mágicos. Reliquias, armas, libros prohibidos… todo lo que pueda fortalecer tu poder.

Hans no respondió. El silencio se volvió tan denso que el aire mismo parecía helarse. De hecho, un escalofrío recorrió la habitación: la vela más cercana parpadeó y una fina escarcha se formó en el borde metálico del candelabro.

El hombre la miraba como si evaluara la forma más rápida de callarla… o como si por primera vez en mucho tiempo no supiera qué decir.

Finalmente, con voz grave, ronca como el crujir del hielo, murmuró:

—No deberías saber nada de eso.

Elysia sostuvo la mirada, desafiante.

—Y, sin embargo, lo sé. Porque yo no soy solo la hija menor de un barón venido a menos… soy la guardiana de un destino que aún no entiendes…

Hans cerró los ojos un instante, exhalando con pesadez, como un lobo que decide no atacar todavía. Cuando volvió a abrirlos, el peligro aún ardía en su mirada, pero ahora también había algo más: una chispa de interés.

—Si lo que dices es cierto, niña… entonces acabas de meterte en un juego del que no podrás salir.

Hans entrecerró los ojos, la sombra de su cuerpo proyectándose sobre ella como un muro.

—¿Quieres que crea tus palabras, Elysia? —dijo su nombre como si pesara en su boca—. Entonces dame una prueba inmediata. Algo que pueda comprobar por mí mismo.

Elysia sostuvo su mirada con la misma firmeza que había mostrado desde el inicio. No titubeó.

—Retira tus negocios del pueblo de Lambert —declaró, clara y segura—. Antes de que acabe la próxima luna llena, habrá un derrumbe. Las lluvias desgastarán las montañas y las casas caerán con la tierra.

Hans frunció el ceño.

—Lambert es una de mis rutas comerciales más importantes —replicó con tono cortante—. Madera, hierro, caravanas enteras. ¿Quieres que las cierre solo porque una niña en camisón me susurra presagios?

Elysia dio un paso adelante. La cercanía de aquel hombre era asfixiante, pero no retrocedió.

—Quiero que lo hagas porque, si no lo haces, perderás más que tu mercancía. Hombres. Caravanas. Incluso tu reputación. Nadie culpará al derrumbe… dirán que Hans Greenville descuida a los suyos.

El silencio volvió a caer, pesado como plomo. Hans la observaba como si quisiera descifrar cada rincón de su alma. Ella no apartó la vista.

Finalmente, el conde dejó escapar una risa breve, seca, que no alcanzó sus ojos.

—Eres audaz, lo concedo. Lambert, ¿eh? Veremos si tus visiones valen algo… o si me estás tomando por tonto.

Elysia sintió que el aire helado se disipaba apenas un poco, pero la tensión aún se mantenía.

Hans se inclinó hacia ella, lo suficiente como para que su respiración rozara la piel de su cuello.

—Si lo que dices resulta cierto… volveré. Y esta vez no aceptaré evasivas.

Dicho eso, giró sobre sus talones y, como si fuera dueño de cada sombra, se desvaneció en la penumbra de su ventana.

Elysia quedó sola, con el corazón latiendo como un tambor en su pecho. Pero también con la certeza de que había movido su primera pieza en aquel tablero peligroso.

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MAGNOLIA AURORA
La estupidez humana no tiene límite es hueca total no tiene cerebro para pensar que 2+2son cuatro🤣🤣🤣
MAGNOLIA AURORA
La estupidez humana no tiene límite es hueca total no tiene cerebro para pensar que 2+2son cuatro🤣🤣🤣
Sandra Lopez
Magnífica 😊
Sandra Lopez
la autora es única,amoooo todas sus novelas 💕
Sandra Lopez
yo ya leí todas las novelas y una mejor que la otra 💕🥰
Maria Elena Maciel Campusano
🤔 Ese Hans sólo porque es descendiente de la familia Real del Reino de Plata de hielo y tiene poderes, creé que puede hacer con Elysia lo que se le dé la gana y confinarla a su casa como una más de sus posesiones, yo creo que no es así, sí la ama pero también tiene un problema psicológico, que lo hace ser así 🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Ujum, jum y a todo esto de que eres mega posesivo con Elysia mi buen Hans, creo que no has pensado que es probable que ella esté embarazada y tengas que compartir a tú esposa con tus hijitos o tal vez te cuidas tú para evitar un embarazo, la verdad creo que un hijo o te cura o te pone en modo Ezra Wilkinson 🤭😅😅😅
Maria Elena Maciel Campusano
No sé porque algunas personas no entienden que la manera de dar amor es diferente en cada persona, algunos desean que los amen a su manera y no como su pareja puede hacerlo, muchas veces minimizan ese amor y lo reducen a nada, sólo por no decirlo aunque se demuestre con hechos 😓😓😓
Maria Elena Maciel Campusano
Hans es zorro astuto le está dando, poción de la verdad y Elysia despepitará en menos de lo que canta un gallo, eso que la atormenta y amenaza con hacer su matrimonio infeliz😓
Maria Elena Maciel Campusano
Uy, uy, uy, Elysia ya empezó a dudar de Hans sólo porque no le repite como loro huasteco que la ama, pero acaso lo que él hace por ella no es una muestra de amor?🤔
Hans desde que le declaró sus sentimientos lo hizo con hechos y no con palabras, pero también entiendo un poco a Elysia, ella necesita que él le confirme su amor de viva voz🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Este capítulo me hace pensar que el hecho de volver a su primera vida Elysia, no sólo debería salvar la vida de su hermano, debía encontrar a su alma gemela que era nada más ni nada menos que el temible Conde Hans Greenville, de ahí que el abuelito le contara una y otra vez la historia hasta memorizar eventos muy importantes y cruciales de su primera vida🤔🤔🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Uff Hans es muy intenso y apasionado, pero también es muy cuidadoso y tierno con su brujita, ay quién tuviera el privilegio de conocer un Hans de carne y hueso 🤤🥵
Maria Elena Maciel Campusano
Pues tanto que según esperaría Hans para la dichosa boda y en un abrir y cerrar de ojos, tarán ya están casados 🥰🥰🥰
Maria Elena Maciel Campusano
En esa vida Elysia no sólo logró salvar la vida de Ernesto, ella logró mostrarle al Conde Hans Greenville lo que es la confianza mutua, su propósito en la vida y lo que es experimentar el amor verdadero junto a ella, qué bonito 🥰
Maria Elena Maciel Campusano
Mientras Ernesto anda con un berrinche entripado, porque se siente desplazado por el Conde, a Elysia le da risa, pero de que se casa se casa, pues a nuestro Conde Hans se le queman las habas, por la noche de bodas 🤭🤭🤭
yasna rojas
entiendo que a muchas no les agrade la relación casi tóxica de los protagonistas pero yo al menos no soy de juzgar a nadie ni de meterme en vidas ajenas y mientras ellos dos sean felices y plenos así como son y como llevan su relación creo que a. adie más debe importarle. la prota es más sumisa en algunas cosas pero claramente es muy feliz en su matrimonio lo demás es querer imponer nuestros gustos o creencias sobre otros. yo feliz con la felicidad que iradia está protagonista.
morenita
Una excelente historia, un protagonista todo posesivo, obsesivo, maniático y loco pero eso es lo que hace la lectura salga de la rutina y nos encontremos con nuevos y buenos amores 💪
morenita
Jajaja, es un buen padre, niños traidores 🤣🤣
morenita
🤣🤣🤣🤣Tu ibas a compartir,. así que no te retractes 🤣🤣🤣
morenita
Fiel y leal a su posesividad, le sale una niña, pobre niña 🤣🤣🤣
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