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SIEMPRE FUISTE TÚ

SIEMPRE FUISTE TÚ

Status: En proceso
Genre:Escuela / Romance / Comedia / Amor de la infancia / Aventura de una noche / Embarazo no planeado
Popularitas:3.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Yazz García

¿Qué pasa cuando el amor de tu vida está tan cerca que nunca lo viste venir? Lía siempre ha estado al lado de Nicolás. En los recreos, en las tareas, en los días buenos y los malos. Ella pensó que lo había superado. Que solo sería su mejor amigo. Hasta que en el último año, algo cambia. Y todo lo que callaron, todo lo que reprimieron, todo lo que creyeron imposible… empieza a desbordarse.

NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

No, no tengo tiempo para mariposas

...📀...

Un lunes más.

Un fin de semana más ignorando lo que no quiero pensar y un ensayo más por delante con el club de música.

Mi vida no es tan complicada.

O bueno… no era tan complicada.

Hasta que Nicolás empezó a mirarme como si ya no fuera solo la vecina gritona con moño en la cabeza que se colaba en su cocina para robar cereal.

Ahora hay… otra cosa.

Una especie de electricidad.

De esas que aparecen cuando dos personas comparten espacio, secretos y…

Sacudí la cabeza.

No. Concentración.

Solo enfócate en tu guitarra, tus partituras, tu voz. Fin.

—Buenos días, clase —dijo el profesor de música entrando con su maletín en la mano—. Antes de empezar, tenemos un nuevo estudiante. Llegó hace poco desde Milán, así que quiero que todos lo hagan sentir bienvenido.

Se corrió hacia un lado y lo dejó pasar.

Y sí.

Ahí entró el tipo.

Cabello oscuro, alborotado pero perfectamente despeinado.

Ojos azules.

Chaqueta de mezclilla por encima del uniforme.

Y esa sonrisa que gritaba “sí, sé que soy simpático”.

La clase hizo un “oooooh” colectivo sin siquiera disimular.

Dos chicas de atrás literalmente se acomodaron el cabello en cámara lenta.

—Hola a todos, me llamo Matteo De Luca —dijo él con acento tan marcado que parecía salido de una película romántica en Roma—. Espero llevarme muy bien con todos.

Todas suspiraron algo fascinadas por el nuevo individuo.

—Lía Castellanos —dijo el profesor, señalándome desde el frente—, ¿podrías ayudarlo a ubicarse mientras se adapta? Tú eres una de las más responsables y además tienes experiencia con los viajes del club de música.

Lo miré.

Sonreí por cortesía.

Y me limité a un:

—Hola.

Matteo se sentó a mi lado.

Claramente esperando algo más.

Pero yo solo saqué mi libreta de letras y seguí en lo mío.

Tenía que terminar de preparar mi solo para la presentación nacional.

Aún no sabíamos la ciudad exacta, pero se rumoreaba que iríamos junto con el equipo de básquet… lo cual, por supuesto, incluía a Nico.

Genial.

Una ciudad nueva.

Un escenario enorme.

Un equipo entero.

Un mejor amigo que me provoca ataques de nervios.

Y ahora, un italiano con cara de modelo en mi clase de música.

Dios, qué fantasía.

Qué caos.

El ensayo del club de música empezó con el ambiente extraño.

Todos esperábamos a Simón, mi compañero para el dueto principal… pero el profe anunció malas noticias.

—Chicos, tengo que informarles que Simón tuvo una emergencia familiar y se retira del evento.

No va a viajar con nosotros.

Sé que es un bajón, pero hay algo que podríamos intentar…

Todos se miraron entre sí.

Y ahí lo soltó:

—Matteo. ¿Estarías dispuesto a probar ese dúo con Lía?

Yo me volteé hacia él.

Matteo sonrió, como si estuviera esperando ese momento.

—Si a ella le parece bien… —dijo mirándome directo a los ojos.

Ahí estaba, otra vez.

Ese acento.

Esa seguridad.

Ese maldito encanto italiano de película.

—Depende —respondí, cruzándome de brazos con media sonrisa—. ¿Eres realmente bueno para merecer el dúo?

El grupo soltó un “uuuhhh” generalizado.

Matteo rió.

—¿Te dejo a que lo decidas tú?

Se levantó, tomó la guitarra que estaba al fondo de la sala y se ubicó frente al micrófono.

El profe le dio una partitura y él asintió como si lo tuviera claro.

Yo crucé los brazos y lo miré desafiante.

A ver, Romeo. Sorpréndeme.

Y entonces… cantó.

Una versión suave, acústica, casi susurrada de “Best Part” de Daniel Caesar.

Y su voz…

Es una mezcla que no podía descifrar. Admito que si habría una forma de enamorarme solo de una voz sería la voz de este individuo.

Mi alma abandonó mi cuerpo en el minuto uno.

Los ojos me parpadearon lento, el corazón me dio dos vueltas y cuando me di cuenta, tenía la boca entreabierta.

El salón entero quedó en silencio cuando terminó.

—Wow —murmuró Camila, la del piano.

—Me acabo de enamorar —dijo Sara.

—¿Esa voz es legal? —preguntó otra.

Yo tragué saliva.

Matteo me miró.

—¿Entonces… me dejas hacer el dúo contigo?

Yo asentí sin pensarlo.

Literalmente no podía formar una oración coherente.

Solo dije:

—Sí. O sea, sí, obvio. Digo… está bien.

Esa tarde, cuando el profesor me entregó la partitura oficial para el dueto, me dijo:

—Ensáyenlo ya. La competencia está encima.

Así que, sin pensar demasiado, le pregunté a Matteo si quería ir a mi casa a practicar.

—¿Tu casa? —repitió, con esa sonrisa.

—Sí. Hay buena acústica, mi guitarra, y nadie nos molesta.

Mentira. Sí había alguien que solía molestarme bastante.

Pero no iría hoy.

Le mandé un mensaje corto a Nico:

Él fue seco. Cortante. Como siempre últimamente.

Pero no necesitaba decir nada más.

Ese “ok” en minúsculas hablaba por él.

Cuando llegamos a casa, mamá nos abrió con una sonrisa que no supe descifrar de inmediato.

—Hola, mi amor… —me dijo—. ¿Y tú debes ser Matteo?

—Mucho gusto, señora —respondió él, encantador, como si estuviera audicionando para yerno del año.

Mamá me miró con esos ojitos emocionados que me daban vergüenza ajena.

—Ensayo, ¿eh? ¿De canto…? Espero no se emocionen demasiado.

—¡Mamá!

—Bromeo. Pero igual dejen la puerta entreabierta y ya les subo unos bocadillos.

Subimos riéndonos y minutos después empezamos a ensayar.

Matteo tenía una forma muy natural de conectar.

Era fácil. Fluía. No intentaba impresionar, solo estaba ahí.

Cuando tocó el verso final y lo cantamos juntos, por primera vez sentí que esa canción tenía sentido.

Me gustaba cómo sonaba.

Me gustaba cómo me escuchaba con él.

Y justo en ese momento…

—¿Estoy interrumpiendo?

Me giré hacia la puerta.

Nicolás.

Apoyado contra el marco con los brazos cruzados.

Cara neutral. O eso intentaba.

—Ey —le dije—. Pensé que ibas a estudiar con Kevin.

—Kevin canceló y me dio curiosidad tu gran ensayo.

Matteo se giró hacia la puerta al escuchar la voz y su sonrisa confiada se congeló en cuanto vio a Nicolás.

Literalmente.

Se quedó quieto. Con la boca entreabierta. Como si no supiera si debía hablar o salir corriendo.

—¿Eres su hermano? —preguntó, forzando una sonrisa demasiado amplia, que le temblaba un poco en las comisuras.

Y ahí… el caos.

—No —respondió Nico, seco.

—Algo así —dije yo… al mismo tiempo que él.

Me giré hacia Nico.

Él me miró.

Y su cara… era extraña.

Indescifrable. Como si le hubiera bajado la presión de golpe y no supiera por qué.

Y entonces miré a Matteo… que se había quedado más tieso que una estatua.

El mismo Matteo que hace diez minutos me decía con total soltura cómo hacer la armonía del coro… ahora no sabía ni dónde poner las manos.

—Bueno —dijo Nicolás, apoyado contra el marco sin moverse—. No quiero desconcentrarlos. Me bajo. Pero no canten tan fuerte… que el pobre Matteo tiene que conservar la voz.

Y se fue.

Matteo se quedó mirando la puerta por donde Nicolás acababa de desaparecer.

Yo me volví hacia él… y noté algo.

Tenía las mejillas un poco rojas.

—No te preocupes por él —dije, tratando de sonar casual mientras me acomodaba la guitarra—. Suele molestarme desde el inicio de los tiempos. Lo hace por deporte.

Matteo no respondió de inmediato. Seguía un poco tenso, como si estuviera pensando en algo que no se atrevía a decir. Hasta que al fin se animó:

—¿Tienen algo?

Me giré hacia él, sorprendida.

—¿Cómo?

—Él… —Matteo se rascó la nuca, incómodo—. No sé. Como que se quedó mirándome raro. Como si… como si estuviera enojado porque yo estaba aquí.

Solté una risa suave y negué con la cabeza.

—Nada que ver. Nicolás es como… como un hermano celoso. Uno de esos intensos. Siempre ha sido así conmigo.

Matteo alzó las cejas, como si no le convenciera del todo, pero no dijo más.

Se sentó en su banquito y empezó a afinar la guitarra, todavía un poco distraído.

Yo, por mi parte, no pensé más en eso.

Al menos, no en ese momento.

1
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
que no se retracte 🙏. Seguro alguien los va ayudar🙏
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
Él no labestq pasando bien tampoco, por lo menos Lia tiene a su hija , su madre amigos , electa solo con gente que solo quiere sacar un pedazo de él
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
😢 guau , noble esperaba así autora, pero me encantó. Las perdonas se cansan de fingir. ojalá alguien les de una oportunidad 🙏
Linilda Tibisay Aguilera Romero
póntelo que han tenido que aguantar ls dos, el fingiendo y ella viendo todo y estar sola con la niña
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
porque no busca un periodista y le cuenta su verdad que vean la otra cara de la moneda que son dos adolescentes que son padres , pero quieren progresar y luchar por su hija, sin renunciar a sus sueños
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
no ya es demasiado, ya no me gusta
Linilda Tibisay Aguilera Romero
eso es lo malo de la fama pura apariencia y tener que aceptar esas estupideces demoran magen vende
Carmen Cañongo
por eso es mejor hablar con la verdad Nico ahora cómo té vá a creer
Carmen Cañongo
guao no creo que Nico sé le haya subido el ego y ya ande con otra no no no
Carmen Cañongo
lo bueno es qué rectificó a tiempo y reconoció su error, cómo toda madre
Linilda Tibisay Aguilera Romero
ella tiene razón debiste contarle lo que venia
Linilda Tibisay Aguilera Romero
que malo debiste llamarla antes de todo para contarle y ser sincero
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
ahora lo critica y ellas lo empujaron para que se fuera
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
es triste pero es in niño y esta solo. Solo quería formar un futuro, pero lo que tenes que sacrificar es mucho 😭😭 ojalá se arreglen
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
aclarado antes que la pierdas
Lorena Espinoza
Nooo Nico por q ????💔 Si ellas son lo más importante en tu vida
Linilda Tibisay Aguilera Romero
yo Confío en Nico Pero por qué no la ha llamado
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
confío en Nicolas. Espero puedan tener la familia que siempre soñaron. No me gustaría que se separaran💔
Linilda Tibisay Aguilera Romero
eso está bien el debe construir un futuro para los 3
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
pobrecitos los dos ella porque se ven aplazados sus sueños , él porque la desicion que tome lo hará sentir culpable . Ojalá no los separes autora , porque se aman y sería injusto
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