Boy Alexander, el Heredero Rechazado

Los días pasaron y, para ser exactos, ya había llegado el año 2025. Boy había crecido hasta convertirse en un hombre muy apuesto y fuerte. Era asistente y líder del equipo de seguridad de la familia Keano.

El hombre, que ahora tenía 28 años, había dedicado su vida a servir a la familia Keano. Pasaba sus días solo trabajando, trabajando y trabajando.

Antes, cuando Boy era pequeño, pasaba su tiempo estudiando, practicando artes marciales y también cuidando de Maxime y Alexa. Aunque Alexa no vivía en la mansión Keano, la niña a menudo iba y venía para quedarse en la mansión de la abuela Margaretha.

Beep...

Beep...

Beep...

Boy, que estaba conduciendo, de repente oyó sonar su móvil. Resulta que había recibido un mensaje de Maxime.

[Boy, por favor, espía a Patrick. Sospecho que él es quien ha estado causando problemas en la empresa.]

Como asistente, Boy tenía que ser como un robot, versátil y resistente. No podía negarse. Siempre debía obedecer a su señor.

Incluso cuando Maxime le pedía a Boy que comprara comida para su esposa que tenía antojos, aunque ya fueran las 12 de la noche, Boy siempre estaría listo para cumplir las órdenes del joven señor. Incluso si le pedían que trepara a un árbol para coger mangos del vecino. Por supuesto, Boy no olvidaba pedir permiso primero y pagar por ellos.

Maxime Keano, un hombre de 25 años, ya estaba casado con una hermosa joven llamada Rachel. Maxime siempre había tratado muy bien a Boy. Maxime era su jefe, amigo y familia para él. Lo mismo ocurría con la abuela Margaretha.

En cuanto a Alexa, la chica había crecido hasta convertirse en una joven muy hermosa, alegre y parlanchina. Lo que hacía que Boy se sintiera muy molesto cuando se encontraba con ella.

Boy respondió inmediatamente el mensaje de Maxime.

[De acuerdo, señor.]

...**...

Boy había estado espiando a Patrick en un club nocturno. El hombre llevaba deliberadamente un sombrero negro y también tenía el rostro cubierto con una mascarilla, para que Patrick no lo reconociera.

—He hecho lo que me ordenó para causar problemas en la empresa Keano. ¡Ahora quiero cobrar el pago que me prometió! —Se oyó la voz de Patrick, reclamándole una promesa a un hombre de mediana edad.

Patrick actualmente ocupaba el cargo de gerente en la empresa Keano. Resulta que las sospechas de Maxime eran ciertas: Patrick era quien había estado causando el caos en la empresa Keano. La empresa Keano casi se arruina por culpa de esa persona. Resultó que Patrick había estado siendo pagado por el señor Rudi, propietario de la empresa APC, porque no aceptaba haber perdido en la competencia con la empresa Keano.

Boy era un asistente muy eficiente. Ya había grabado su conversación. Tan pronto como obtuvo la prueba, inmediatamente lo informó a Maxime y a la policía. Así que Patrick y el propietario de la empresa APC finalmente fueron arrestados por la policía.

—Eh, ¿qué es esto? ¿Por qué me arrestan? No soy culpable, señor.

Patrick y el señor Rudi intentaron resistirse cuando la policía les esposó las manos.

Luego, ambos hombres miraron a Boy con una mirada llena de ira. Los habían pillado. Olvidaron que la empresa Keano tenía un asistente tan formidable.

Boy solo esbozó una sonrisa de suficiencia mientras los veía ser arrastrados por la policía fuera del club nocturno.

Luego, Boy envió un mensaje a Maxime.

[Patrick y el señor Rudi ya han sido arrestados por la policía, señor.]

Poco después, Boy recibió una respuesta de Maxime.

[Ok, buen trabajo, Boy.]

La tarea de esta noche había terminado. Era hora de que Boy descansara. Porque realmente se sentía muy cansado.

Boy estaba a punto de salir del club nocturno, pero de repente detuvo sus pasos al oír el grito de una chica borracha.

—¡Oye, oveja, te quiero! ¿Pero por qué siempre me ignoras?

Boy sabía muy bien quién era la dueña de esa voz. Inmediatamente dirigió su mirada, buscando el origen de la voz.

El hombre suspiró con fastidio cuando vio a Alexa hablando con un muñeco de la oveja Shaun.

Quizás porque el personaje de la oveja Shaun nunca hablaba, Alexa sentía que Boy se parecía un poco a ese muñeco de oveja. Aunque la diferencia era que Boy podía hablar, pero era muy parco en palabras.

Para Alexa, Boy era su primer amor. Por eso siempre quería visitar la mansión de la abuela Margaretha. Porque allí estaba Boy. Pero, desafortunadamente, la actitud del hombre era muy rígida y fría, como una gamuza seca.

Ese asistente rígido y frío nunca había estado cerca de ninguna mujer. Así que Boy no sabía lo que se sentía al enamorarse. Aunque en realidad a muchas mujeres les gustaba. Pero si veían lo fría e inexpresiva que era la actitud de Boy, hacía que las mujeres huyeran primero.

Por eso, en su vida solo conocía a una mujer: Alexa. Pero para Boy, esa chica de 20 años no era una mujer.

A los ojos de Boy, todavía consideraba a Alexa como una niña muy fastidiosa. Quizás porque Boy había cuidado de Alexa desde que tenía 2 años. Boy incluso le había cambiado los pañales una vez, cuando la niñera que cuidaba de Alexa no pudo ir a trabajar.

Boy se rascó la cabeza, aunque no le picaba. Parecía que el hombre estaba confundido, ¿debía llevarse a Alexa de ese club nocturno? Pero si se la llevaba, ¿qué pasaría si la chica le causaba problemas? Porque la costumbre de Alexa era siempre perturbar su tranquilidad.