La Doble Vida Del Ceo

Escuchó dos personas hablando una de ellas es una voz conocida, parpadeo varias veces antes de abrir mis ojos ya que la luz me molesta

- Laura como te sientes?

allí está el otro traidor, simulando estar preocupado, como no respondo, el otro hombre que está vestido con una bata blanca se da paso y habla mientras se acerca a la camilla

- permíteme y la examinó

dice el doctor, Danilo le da el espacio suficiente para que él haga el chequeo, inmediatamente toma mi presión mientras me pregunta cómo me siento?

- como puedo sentirme?

destrozada, traicionada, burlada

Respondo mentalmente

- señora le duele algo?

- claro que me duele... Duele el corazón, mi orgullo, ese si que duele...¡carajo!

Respondo nuevamente mentalmente, pues el nudo que se formó en mi garganta me impide emitir alguna palabra

Veo como el doctor frunce su ceño, saca de uno de los bolsillos una pequeña linterna para después proceder a examinar mis ojos con ella, la luz me molesta y giro mi rostro

- cuál es su nombre?

- Laura Castillo

Después de tomar aire y soltarlo respondo a una de sus preguntas

- que día es hoy?

- sin duda alguna el peor día de mi vida

Respondo nuevamente mentalmente mientras mis lágrimas empiezan a brotar sin poderlas controlar

- tranquila, está un poco desorientada

Me dice el galeno, pero niego con mi cabeza

- diez de febrero

- bien, la dejaré en observación está tarde, le volveremos a realizar exámenes, ya que sus niveles de azúcar están un poco bajos, dependiendo al resultado veo si mañana temprano le doy el alta

Solo puedo asentir, en cuanto el doctor sale de la habitación, se acerca al que un día considere una persona digna de mi amistad y confianza

- no te preocupes Lau, la cirugía de mi hermano salió bien y ya está en recuperación

siento miles de agujas atravesado mi garganta y mi corazón, estoy enojada dolida que cualquier cosa que diga estará cargada de odio, mentalmente vuelvo a responder

- por mí se había podido morir, así me evita el trabajo de matarlo

Pero a quien engaño, yo no mato ni a una mosca, pero lo cierto es que Alejandro Fernández hoy se murió para mí

Siento como mis lágrimas recorren mis mejillas

- ya tranquilízate, mi hermano es fuerte, iré a traerte algo de comer

Niego con mi cabeza

- Lau tienes que alimentarte, mi hermano te necesita fuerte

- si para cogerlo y darle como si se tratara de un saco de boxeo

río con ironía al imaginar como sería desquitarme de esa manera

- no tardó

escucho decir al otro Judas, lo veo caminar hacia la puerta, es hay donde me derrumbó llevo mis manos hacia mi rostro para limpiar mis lágrimas, me quejo al mover la aguja que está en uno de mis brazos con la intravenosa del suero, pero esto no duele mucho en comparación al dolor que siento en el pecho, Alejandro ha destrozado mi corazón en mil pedazos

He estado rodeada de falsos... Me imagino que Andrea sabe de todo esto, llevo mi mano al cuello y halo el collar que en el cuelga reventando la delgada cadena, observo el dije y al revés está el nombre de la diseñadora

- ja diseño exclusivo de Andrea Velasco

malditos que falta de tacto regalarnos a las dos el mismo obsequio, es allí donde caigo en cuenta... la inicial del nombre de esa mujer es la L también... - Que casualidad Alejandro Fernández

No hay duda que todos me vieron la cara de imbécil, a mí mente llega otra pregunta

- será que también lo sabe Myriam?

Myriam es mi suegra según ella dice quererme como la hija que no tuvo, pero a estás alturas la verdad no se quién es quien

Minutos después el traidor de mi cuñado entra por la puerta con una bandeja en sus manos, como si realmente estuviera preocupado por mi salud

- trata de comer

Me sugiere mientras la deja en la mesa auxiliar hospitalaria la cual acerca hasta la camilla

- no te preocupes las niñas ya están con Andrea

Vuelve a hablar, quisiera pedirle que devuelva a mis hijas a la casa con Sandra, pero caigo en cuenta que mi empleada debe regresar a su casa para atender a sus propios hijos

Decido tomar el vaso y llevar un poco de jugo a mi boca la cual está reseca

Con la convicción que no debo estar más en este lugar empiezo a tomar la sopa, luego la gelatina,

Debo estar bien para regresar a casa y hacerme cargo de mis niñas que son las que realmente me necesitan

Se que las demás personas me juzgarán, porque un día prometí frente a un juez cuidarlo en la enfermedad, pero él también prometio serme fiel... Y no cumplió, fue Alejandro Fernández quien primero falto a su promesa