Dos vidas marcadas por cincunstancias dificiles, dos personas que se enfrentan a una realidad triste y dolorosa, marcada por la traicion, la enfermedad y la muerte, sacaran fuerzas de donde no tienen ninguna y renaceran de sus propias cenizas, esta es la historia de Aurelio Martinez y Saray Salazar.
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Cap 23: Una Reina
La secretaria de Aurelio Lina fue llamada de Recursos Humanos, algo raro había ocurrido con su hoja de vida algunos datos fueron borrados del sistema y como era fecha de pago tofo indicaba error.
Dejo su puesto de trabajo sin avisar pues no creyó que seria algo tan grave y solo le tomaría un par de minutos.
Lejos estaba Lina de sospechar que todo era una trampa orquestada por Gema la empleada nueva y la secretaria de RRHH quien desde la llegada se volvió inseparable de ella.
Gema aprovechó que Lina abandono su puesto para ir al piso de Recursos Humanos, subió un poco su falda toco la puerta, tan pronto Aurelio dio permiso ingreso, desabotonando su blusa en su mente el plan de conquista sería un éxito.
Que necesitas Lina la voz tranquila de Aurelio rompió el silencio.
No soy Lina hermoso.
Levanto la vista para encontrarse a la empleada nueva con la blusa abierta y un brasier que apenas cubría sus pezo***.
Que demonio grito furioso, hazme el favor de salir inmediatamente rugió.
No te gusta hermoso dijo con voz coqueta acercándose.
Aurelio intentó calmarse estaba por perder los estribos si algo odiaba era esa clase de mujeres le recordaban tanto a su exesposa que le revolvió el estómago de asco.
Minutos antes una figura imponente rodeada de un aura de elegancia, poder y sofisticación hacia entrada en la recepción de la importadora, los empleados presentes dejaron todo solo para observarla.
Buenas tardes, busco al señor Aurelio Martínez hablo con voz firme pero cortés.
La recepcionista la miro con intriga, tiene alguna cita pregunto evaluándola.
No confirmada, pero hace poco cerramos un contrato en Canadá y me gustaría hablar con él.
Un momento ya me comunico.
Saray pensó rayos se arruinará mi sorpresa.
Justo en ese momento Junior ingresaba.
Señorita Fuentes que placer tenerla acá la saludo con sorpresa.
Junior Nodal cierto, pregunto recibiendo un asentimiento como respuesta.
Vengo a ver a Aurelio, pero no tengo cita es más una visita personal dijo explicando la situación.
Usted no necesita cita señorita Fuentes sígame por favor la acompañare personalmente a la oficina de nuestro jefe de contabilidad.
Caminaron dejando a todos perplejos.
Quien es ella preguntaron todos a la recepcionista.
Una empresaria Canadiense viene a ver al señor Aurelio.
Es como una reina dijo uno sin disimulo.
Junior intentó obtener algún detalle de la visita, pero Saray apenas respondió con evasivas frías y cortantes.
El ascensor se abrió en el piso de Contabilidad, el área estaba casi vacía lo que les pareció raro.
La razón todos fueron llamados a recursos humanos.
Unos gritos resonaron en el piso vacío.
Le dije que se vaya, es sorda acoso o quiere que llame a seguridad grito Aurelio furioso.
No puedes hacer eso mi amor yo solo quiero pasar un rato agradable contigo intento tocarlo.
No me toque se apartó con desprecio, usted es una mujer sin dignidad, no sabe el asco que me produce, se va por las buenas o llamo a seguridad y créame quedara muy mal parada amenazo.
Junior y Saray al reconocer la voz alterada de Aurelio apresuraron el paso.
Es Aurelio dijo Junior antes de ingresar a la oficina.
Gema se quedó de piedra cuando vio al hijo del dueño entrar.
Que pasa aquí grito abriendo la puerta.
Aurelio estaba rojo de ira ya con el teléfono en la mano listo para llamar a seguridad.
El color abandono su rostro cuando miro a Saray quien miraba a Gema con los ojos como dagas afiladas listos para asesinarla.
Saray pronunció en su susurro cargado de tensión.
Esta mujer está loca se ha obsesionado conmigo intento justificar, pero eso estaba más claro que el agua, ellos escucharon suficiente para deducir lo que ocurría.
Usted quien rayos es pregunto Junior molesto.
Yo, yo tartamudeo intentando cubrirse.
Saray caminó con paso firme sin apartar los ojos de la insignificante mujer, quien estaba aterrada bajo la mirada fría y siniestra de esta.
Al acercarse a Aurelio vio que sus menos temblaban producto del enojo y la impotencia contenida, conociendo un poco de su historial médico sabia que alterarse no era bueno para su salud.
Estás bien dijo con voz suave acariciando su rostro.
Aurelio al sentir su tacto se relajó un poco.
No confeso, su corazón latía violentamente en su pecho y algunas arcadas amenazaban con hacerse presentes.
Lo estarás tranquilo dijo mirándolo fijamente, su mirada cálida que contrastaba con los ojos asesinos de hace segundos lo confortó enormemente.
Se alejó un poco dirigiéndose a la despreciable víbora.
Las cucarachas como tú se matan con insecticida, pero mi especialidad es aplastarlas y más si son víboras rastreras que puedo dejar sin cabeza cada palabra era una amenaza implícita viniendo de una mujer más fría y aterradora que el miedo mismo.
Gema palideció y tuvo que tragar grueso.
Quien eres tú pregunto asustada.
Soy tu peor pesadilla respondió Saray aléjate de lo mío o no podrás lidiar con las consecuencias esto último lo dijo tan bajo para que solo ella escuchara.
Vete y si te acercas a Aurelio una vez más estarás despedida dijo Junior de forma tajante.
Gema no lo pensó dos veces para salir corriendo de la oficina.
Junior se acercó preocupado Aurelio se tocaba el estómago y el color parecía abandonarlo.
Aurelio gritó sosteniéndolo.
Saray preocupada corrió a su lado.
Hermosa perdona por ese bochornoso espectáculo dijo avergonzado.
Tranquilo no tienes que disculparte, sabemos lo que paso, mírame debes calmarte sostenía su cara con ambas manos.
Llama a un médico dijo entrando en pánico.
Junior de los nervios no sabía que hacer.
Todo parecía dar vueltas para Aurelio y en un momento todo fue oscuridad.
Saray quien estaba sensible por lo ocurrido comenzó a llorar preocupada.
Lina iba llegando junto a dos empleadas y escucharon la conmoción corriendo a la oficina.
Saray lloraba tratando de haciendo que reaccionara.
Aurelio abre los ojos no me dejes, estoy tan sola sollozo, solo tú me das paz.
Junior estaba en shock cuando vio a Lina.
Gracias a Dios llama al médico o una ambulancia rápido.
Lina corrió a hacer la llamada.
Junior con cuidado lo llevo al sofá y lo recostó.
Luego llamo su padre quien llego rápido preocupado.
Minutos más tarde Aurelio era atendido por el médico de la empresa, mientras esperaban la ambulancia Saray no se separaba de su lado.