Adika Adnan Hanafie quedó tan sorprendido al descubrir que su esposa le era infiel con su jefe, que no podía creer que la mujer que amaba fuera capaz de traicionarlo solo porque él era un médico en práctica sin ingresos estables.
Pero lo más aterrador es que Dona, su esposa, llegó al extremo de planear matar a Dika para poder casarse con su amante.
Pero nadie imaginó que un milagro sucedería y Dika volvería a la vida.
¿Será capaz Dika de vengarse de Dona y de su amante?
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Capítulo 24
Pero en realidad no era la boda lo que angustiaba a Dika, sino los chismes de sus amigos que recién se enteraban de que Dona era su ex esposa.
"Ten paciencia, Dik", dijo uno de sus amigos dándole una palmada en el hombro.
Dika comenzó a tomar las riendas del evento y permitió que todo transcurriera sin problemas. Pero desafortunadamente, todavía había gente que seguía criticándolo a él o a su ex.
Esta vez, Dika rápidamente desestimó los chismes...
Por la tarde, cuando Dika estaba a punto de asistir a la recepción de la boda de Anam y Dona, Fani lo visitó repentinamente.
La chica declaró sin rodeos que quería ser su acompañante en el evento. Pero Dika se negó y prefirió ir solo.
El ambiente de la fiesta de bodas era animado. La mayoría de los invitados eran contactos comerciales de Anam, que pertenece a una familia de empresarios de hospitales.
La pareja parecía muy feliz disfrutando de su día especial.
Todas las miradas se dirigieron a Dika.
Como un médico en ascenso, por supuesto que todos sentían curiosidad por él.
Danang, el padre de Anam, incluso le dio la bienvenida como si fuera un presidente. Por supuesto, eso hizo que Anam sintiera envidia de que a su padre le gustara tanto Dika.
Mientras todos disfrutaban de la comida ofrecida por los anfitriones, de repente todos quedaron cautivados por la llegada de una invitada especial.
"¡Qué hermosa!" casi todos los hombres no parpadeaban al mirarla.
No solo era hermosa, sino que también era la hija del empresario hospitalario número uno de Indonesia.
Sandra Arelia Surosa es la única hija de Husen Suroso, un magnate de los hospitales.
Además de ser una de las personas más ricas de Indonesia, su familia es conocida como inversora en varios proyectos de construcción de hospitales privados. Así que es natural que mucha gente elogiara la llegada de la hermosa chica.
No solo los invitados quedaron impresionados con la belleza de Sandra, incluso el novio, Anam, pareció tragar saliva al observar a la chica, lo que hizo que Dona sintiera celos y pellizcara la cintura de su marido que la miraba con admiración.
"¡Awww!"
Inmediatamente todos voltearon al escuchar el grito de Anam.
"Lo siento, solo estaba bromeando", dijo Anam.
Danang se acercó rápidamente a su hijo con cara de disgusto.
"¿Qué pasa?", preguntó Danang.
"No pasa nada, papá, ya sabes cómo son los recién casados, sus bromas a veces se pasan de la raya", soltó Anam.
"Hmm", Danang luego los dejó.
Mientras tanto, Dona miraba a su esposo con tristeza.
"¡Ten cuidado si te atreves a hacer algo, te haré arrepentirte por el resto de tu vida!", amenazó Dona.
"No, cariño, te juro que no hay nada entre esa chica y yo", respondió Anam.
Poco después, Sandra los saludó dándoles un sobre.
"Felicidades, espero que formen una familia sakinah mawadah warohmah", dijo Sandra.
"Gracias", respondió Anam, visiblemente impresionado al mirar el hermoso rostro de Sandra.
Dona, que estaba tan harta de ver el comportamiento lascivo de su marido.
A propósito apareció en el momento en que Anam y María estaban conversando seriamente. Apareció y le arrojó agua a Anam.
*¡Byuur!
Todos parecían sorprendidos al ver a la pareja de recién casados.
"¡Dona!", gritó Anam con cara de disgusto conteniendo la vergüenza.
El hombre no pudo ocultar su vergüenza cuando Sandra pareció sorprendida al ver el acto de Dona que lo avergonzaba tan abiertamente.
"Lo siento, no fue mi intención", respondió Dona sin remordimientos.
Al ver esa escena, Dika sonrió con satisfacción. Al menos su dolor se alivió un poco al ver a la pareja lastimarse mutuamente.
