El Divorcio A Los Cuarenta

Camino al trabajo, cansada y distraída por todo, quise ir a comer uno de mis postres favoritos en una panadería cercana, pero antes de cruzar la calle alguien tomó mi mano.

_ ¿Lucía? ¡Qué sorpresa! Planeaba ir a tu casa con Elizabeth este fin de semana.

_¿Cómo has estado, Liam? - retiré mi mano con un movimiento brusco.

_ Lamento si te ofendí, llevaba rato llamándote, pero estabas muy distraída, por eso mi atrevimiento - Sonrió avergonzado.

_ No te preocupes, sí es que tengo la cabeza en otro mundo ¿no estás con Elizabeth? - Dije curoseando, porque se supone ellos no viven aquí y se iban pronto.

_ Quería hablarte de eso, hemos decidido vivir aquí, encontré un trabajo en una editorial y ella pidió traslado en su empresa.

_ ¿Qué? ¿por qué no me había dicho nada? ¿cuándo pensaban decírmelo?- Me enojé un poco porque aunque adoro a Elizabeth, no me gusta su comportamiento ahora está muy distante y solo sé cosas de ella por Liam.

_ Lo sé - suspiró - debe ser molesto encontrarse conmigo en todas partes, lo lamento Lucía creí que nos llevamos bien, pero es todo lo contrario.

_ No es que me molestes, seré sincera contigo, desconfío un poco de ti.

_ ¿Por qué? No he hecho nada en tu contra, solo deseo que nos llevemos bien, es cierto que un principio me gustaste, pero Elizabeth cautivó mi corazón.- Me señaló y se acercó lentamente a mi oído - ¿Acaso sientes celos?

Mi cuerpo se estremeció y lo empujé muy enojada.

_ ¿Qué te ocurre, Liam?, ¿perdiste la cabeza? ¿Acaso te juntas con Ana?

_ ¿Debería? Tal vez así me odies con una razón justa

_ ¿Es una amenaza? - Lo miré fijamente, esperando una respuesta, pero él solo sonrió y dijo.

_ Soy el único que está de tu lado - sacó un cigarrillo me dio la espalda y se marchó, y yo me quedé con una extraña sensación

_ ¿Quién eres, Liam?- pensé una y otra vez.

Cuando volví al trabajo supe que Layla se encuentra mucho mejor y en mí oficina me espera Elizabeth quién tenía sus brazos llenos de marcas.

_ ¿Qué te pasó? ¡Dime, Elizabeth!- perdí la razón por un momento, pues automáticamente lo asocié a qué Liam la había golpeado.

_ ¿Por qué tanto escándalo?, tuve una pelea con una mujer en el bar - hizo un puchero hasta que no pudo contenerse y comenzó a llorar.

_ Ahora sí me preocupas ¿por qué harías tal salvajada?

_ Y tú por qué me juzgas sin siquiera escuchar la historia ¿creíste que Liam lo había hecho?

_ Sí, creí eso no puedo negarlo, es imposible para mí no dudar de él.

_ Pues soy yo la única que lo lastima, peleé con esa mujer porque enloquecí de celos, fuí al bar y ella no dejaba de mirarlo, reirse y tratar de alejarlo de mí; perdí el control y la golpeé - se encogió de hombros y agachó la mirada - Como él se metió para separarnos, me enojé y lo abofeteé.

_ No puedo creerlo, desde cuándo te sientes tan poca cosa para hacer un espectáculo de ese nivel? Y el golpe se lo merecía no te dio el lugar que te corresponde, se supone que están comprometidos.

_ ¿Quién te dijo eso?

_ Juan me contó, anda muy feliz por ti, pero también preocupado.

_ No estamos comprometidos aún, soy yo quien le pidió matrimonio, pero él aún no me da su respuesta- Sujetó mi mano con fuerza y se arrodilló - Por favor, Lucía no puedo perderlo ¿crees que estoy exagerando?

_ No solo estás exagerando, te estás perdiendo no te reconozco ¿por qué lo quieres forzar a algo que él no desea? ¡Tienes que parar, Elizabeth! - la levanté del suelo y la abracé - ¿Por qué te aferras a él?

_ Duele, amar duele mucho - Respondió entre llanto - ¿Qué me está pasando? ¡Ayúdame Lucía! Siento que enloquecí por completo

_ te sacaré cita con el psicólogo, no te atrevas a faltar y sí deseas puedes quedarte un tiempo en mi casa.

_ Sí, quiero estar contigo, son mi única familia volveré a estar bien, lo prometo.

_ No te preocupes, yo te cuidaré, pero debes alejarte de Liam no te hace bien.

_ Eso no va a ocurrir, él ha sido muy paciente conmigo - sonrió.

_ ¿No notas tus cambios? Hasta tu forma de vestir es diferente, jamás te gustó mi estilo por ser muy serio y ahora usas ropa muy parecida a la mía .

_ Es que él es muy serio y me inspiré en ti para comprar algunas cosas, además tú no eres nadie para decir eso cuando te conocí eras más atrevida, apenas te hiciste novia de Gabriel tu cabello y ropa cambiaron por completo.

_ ¿Y?, ¿crees que eso me hace feliz? Olvidé ser yo, por dedicarme a ser la mujer ideal para él.

_ Me da igual, adiós.

_ Antes de que te vayas ¿ de quién fue la decisión de mudarse a esta ciudad, tuya o de Liam?

_ ¡Mía! pero veo que te molestó tenerme cerca.- cerró la puerta con fuerza.

Me preocupo demasiado por todos,y sé que Elizabeth me mintió, no sé cómo se atreve a mentirme sí sabe que la conozco mejor que nadie él estrés es tanto que siento que estoy muriendo, así que salí con Saúl un rato.

_ ¿Por qué traes esa cara, mi hermosa Lucía?

_ Fue un día largo, quiero distraerme un poco - tomé su mano y sonreí.

_ Puedo verlo, llevamos mucho tiempo sin ir de paseo ¿Qué te parece ir a la casa por algunas cosas y tus hijos?

_ ¿Qué? Y eso?- Respondí sorprendida.

_ Hay que relajarnos un poco, ni hemos celebrado en familia tu inauguración, además hay cosas que descubrí y quiero poner mi mente en blanco, disfrutar nuestro tiempo juntos un rato y luego solucionaré todo.

_ Pero, ¿y la editorial?

_ Elige a la más apta para cubrir tu ausencia, aunque eso es imposible no hay nadie tan dedicada como la señorita Lucía. - Se burló y me dio un beso en la mejilla - ¿Por qué me ves tan seria?

_ ¿Qué descubriste? No puedes ocultarme nada. - dije determinada.

_ Hallé al hombre de esa noche, está involucrado con la mujer de tu exesposo, tal vez es uno de sus hermanos.

_ Ya me tiene harta esa mujer ¿qué debo hacer para alejarla de mi vida?

_ Tengo una idea, pero primero hay que proteger a la bebé, no hay que dejar que los niños queden en medio de esos conflictos.

_ Es cierto, entonces es momento de ir a tomarnos un descanso- Entusiasmado me abrazó fuertemente, nos quedemos un rato así hasta que una llamada de un número desconocido interrumpió el silencio.

_ ¿Hola?

_ Lucía, dile a David que Ana ha desaparecido ¡Se llevó a la bebé!

_ ¿Qué? ¿cómo es posible?- respondí temblando de miedo, ahora sí que se ha vuelto loca

Saúl arrancó el auto tan rápido como pudo, para buscar a David y poner la denuncia.

_ ¡Debemos mantener la calma!, contáctate con él lo más rápido posible, seguro Gabriel ya avisó a la estación, pero David es quién la conoce más él podría saber dónde está.