La Transmigración de la Diosa Asesina

"Hm... solo quería ver si habían cambiado o no", dijo Dewi a modo de excusa mientras miraba hacia un lado, imposible que dijera que ella en ese momento no era Dewi, la dueña de esta casa, sino una persona de un país lejano.

"Pero mira, en realidad no han cambiado en absoluto y siguen atormentando a la señorita. ¿Será que la señorita ha estado ocultando sus poderes todo este tiempo?", preguntó Bibi con curiosidad.

"Se podría decir que sí", respondió Dewi asintiendo suavemente.

"Vaya, ¿con quién ha aprendido, señorita?", preguntó Bibi con los ojos brillantes.

"Aprendí sola en la habitación a través de Internet", respondió Dewi al azar.

"Oh, así que es así, resulta que también se puede aprender solo", dijo Bibi con orgullo.

"Je, je, je, algo así", respondió Dewi, incapaz de mentirle a Bibi.

"Ya está, Bibi, voy a entrar en la habitación". Dewi cogió el vaso de la mesa, bebió el zumo hasta el final y salió de la cocina.

Se ve un coche que se dirige a su casa, Anita se sube rápidamente al coche y éste sale de la casa lo más rápido posible.

"¿Por qué tu coche sigue en el campus? ¿No dijiste que se lo había llevado Dewi?", preguntó Luna.

"Pues ahí está, ella dejó el coche a propósito en el campus, es muy hábil para tergiversar los hechos, después de esto vamos a comprar clavos para esparcirlos por la carretera cuando Dewi corra, ya me he puesto en contacto con los amigos corredores para que no aceleren la velocidad y así la moto que lleva Dewi acelere y al final la moto se pinche con esos clavos, además de que los frenos fallen y tenga un accidente", dijo Anita con una sonrisa cínica, además recordaba que si Dewi realmente tenía un accidente y además no se le ponía protección al casco, su cabeza se golpearía, si no moría al menos sufriría una parálisis cerebral.

Dewi se sentó en el borde de la cama.

"Mañana es mi partida, no necesitan que les diga que me voy, me siento muy feliz de que mañana me vaya y los vuelva a ver. Andika, te echo mucho de menos". Dewi se tumbó en la cama mientras acurrucaba su cuerpo en la cama, realmente echaba mucho de menos a su novio.

Dewi se volvió a levantar. "Tengo que ir al estadio a ver qué están haciendo", dijo Dewi levantándose, cerró la puerta con llave y saltó abajo.

Dewi corrió hacia el estadio siguiendo los recuerdos del dueño original del cuerpo.

Al llegar allí, Dewi se alejó de la gente para que no la vieran, vio que allí estaba aparcado el coche de Anita. Dewi trepó a un edificio y subió a la parte superior, se refugió detrás de una lámina de zinc que se había soltado y la dobló.

Se ve que están manipulando una moto, y sólo esa moto es la que están manipulando, también se ve a Anita y a otro hombre esparciendo algo en la carretera por la que pasarán en la carrera de esta noche.

Como está lejos, Dewi no ve qué están esparciendo, pero Dewi recuerda hasta dónde lo han esparcido.

"Realmente quieren hacerme daño, ya verán, quién le hará daño a quién", dijo Anita con una sonrisa cínica.

Cuando sintieron que habían terminado, Anita y los demás se reunieron, también habían desactivado las cámaras de seguridad del estadio, para que no quedaran pruebas.