Alexandra sufre una desilusión enorme al descubrir a su pareja, Manuel, con su media hermana, Reina, en el restaurante que él reservo para una reunion junto a sus compañeros de trabajo. La aparición de Héctor la salva de una humillación y de ser atropellada al salir sin rumbo afligida por el dolor. Ella no sabe que Héctor es un licántropo, a quien ella cuando el estaba herido siendo un lobo, lo curo y cuido. Él nunca la olvido y juro regresarle el favor, haciéndola su pareja. ¿Héctor logrará conquistarla? ¿Alexandra lo aceptará siendo un licántropo?
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23 Casamiento
#ALEX
Me sentía abrumada, necesitaba desahogarme, hablar con mi amiga, pero recordé que Jime estaba enfadada conmigo, por lo que llamo a Débora, ella también era mi amiga, con la diferencia que tenía más confianza con Jime para hablar temas muy delicados, como ella no estaba disponible, al menos que Débora me escuche, solo necesitaba sacarlo de mi, para saber que en verdad pasaba. Por lo que le hago una videollamada.
📱Alex. Respondió en un susurro.
📱Lamento molestarte, necesitaba hablar.
Le digo.
📱Jime me dijo que no te hablé, está muy enojada contigo.
Me cuenta.
📱Débora estoy embarazada.
Le digo sin rodeos.
📱¿Qué?
Se incorpora de dónde está sentada con sorpresa en el rostro.
📱Héctor es el padre.
Le sigo comentando.
📱¿Él lo sabe?
Me pregunta.
📱Si, lo sabe, me enteré en el sanatorio al ir a ver a mi padre que está internado, ni bien le den el alta nos vamos a casar con Héctor, porque mi padre no le dan mucho.
Suelto de una lo que tanto me aprisiona el pecho, y es saber que en cualquier momento mi padre dejará este mundo.
📱Es mucho lo que debes procesar, la verdad que no se que decir, la que es buena para esto es Jime.
Me dice con pena.
📱Tranquila, solo necesitaba hablar con alguien, porque ni yo me creo todo lo que está pasando.
Le digo.
📱No dejes de avisarme cuando es el acontecimiento, voy a estar acompañándote.
Me dice enérgica.
📱Si, te voy a avisar.
📱No te preocupes por Jime, ya se le va a pasar el enojo, sabes que es impulsiva y tiene una imaginación amplia.
Me dice Débora.
📱Le aclare que jamás me fijaría en un chico que a ella le atrae.
Le digo a Débora.
📱Lo sé, es la primera vez que se interesa tanto por alguien y actúa así.
Me dice Débora.
Y veo que corta la llamada, se ve que llegó Jime.
Suspiro hondo.
-Te traje un aperitivo. Me dice Héctor al traer una fuente llena de todo tipo de aperitivos, entre frutas y picadas.
-No tengo hambre. Le dije a Héctor.
-Ahora no, pero es mejor prevenir. Me dice, sonreí incrédula.
-SI VAS A TENER UN NIETO MIO DEBES ALIMENTARTE BIEN, QUIERO QUE SEA FUERTE, A VER DAME LAS MANOS. Apareció la madre de Héctor, me sorprendió que este ahí.
-Hector. Le digo confundida.
-Mi madre puede saber que será. Me dice Héctor.
-Es muy reciente. Le digo.
-YA NIÑA NO DISCUTAS Y DAME LAS MANOS. Me exije, por lo que se las doy.
Veo que mira con detalle las líneas de mi mano y me mira a los ojos, note que el color de sus ojos cambio, de un lado celeste y del otro verde.
-UNA NIÑA Y UN NIÑO. La escuché decir.
-¿Cómo? Pregunto angustiada.
Me costaba imaginar como haría con un bebé, pero dos, eso me tomo por sorpresa.
-ES LA PRIMERA VEZ QUE SE DA GEMELOS QUE VAN A NACER EN LUNA LLENA. Me dice mi suegra.
Héctor me besa emocionado.
-COMENZARE CON LOS PREPARATIVOS PARA QUE SE CASEN. Dice mi suegra.
-Madre nosotros vamos a casarnos en el registro ni bien salga su padre del sanatorio. Le comunica Héctor.
-Haganlo, pero en nuestra comunidad deben seguir las tradiciones. Anuncio.
Me sentía nerviosa, presionada, sobrecargada con todo lo que pasaba, sin esperarlo me llegaron las náuseas, me fui al baño a besarme con el retrete.
-COME MANZANA, ESO TE ALIVIARA LAS NAUSEAS. Escuché decir a mi suegra antes de irse.
Héctor se fue al baño a atajar mi cabello.
-Puede que no te des cuenta, pero mamá esta muy emocionada, es la primera vez que va a ser abuela. Me dice Héctor.
-Siento que no le agrado mucho. Le dije.
-Estoy con vos, solo eso debe importarte, no te esfuerces en querer agradar a todos, se tu misma, no te quieras amoldar a los demás. Me aconseja Héctor.
"Menos mal, no me gustaría saber que tienes hijos afuera, ya tuve muchas desilusiones en tan poco tiempo" pienso mientras largo lo que no tengo en el estómago.
-De acuerdo. Le respondí
Me enjuague la boca, bajo su atenta mirada, que solo sonríe y no deduzco en que piensa, si está feliz, o planea nuestra vida, o se arrepiente de mi.
-Vamos a acostarnos, descansa. Me guía con cariño a la cama.
"Así que era eso, se preocupa que descanse" pienso aliviada.
Entre sus brazos me dormí de manera placida. Desperté a la mañana sola en la cama. Sentía mucha hambre, como nunca, un aroma desde la cocina me atrajo, por lo que me levanté, fui al baño me di una ducha caliente, me vesti de manera deportiva. Al dirigirme a la cocina lo ví a Héctor que preparó varios platillos.
-Buenos días. Le dije mirando ansiosa esos platos.
-Buen día. Me saludo con un beso, me guío a que me siente y me puso un plato de bife ante mi.
Sin poder esperar me lo comí.
-Se ve que amaneciste bien. Me dice con una sonrisa al ver que no me negué.
-Siento hambre. Le dije colorada.
-No te avergüences, ten otro. Me dijo.
-Guau que rico. Aparece Sam.
-Ey-ey, alto, esto es para Alex. Lo freno Héctor.
-Es mucho para ella sola, no seas malo padrino. Le dijo
-Espera a mis gemelos y quiero alimentarlos bien. Le avisa.
-No, en serio, voy a tener primos. Dijo emocionado.
Me sentía agobiada por tanta atención, era todo nuevo para mí, jamás me prepararon el desayuno, ni se preocuparon en que coma bien.
-Gracias por todo. Le dije a Héctor, incorporandome.
-¿Dónde vas? Me pregunta.
Me sorprendió que adivine que tenía intenciones de salir.
-A ver a mi padre. Le dije.
-Vamos, te acompaño. Se limpió las manos y acomodo su ropa.
-Puedo comer todo esto. Indagó Sam.
-Si. Le dijo Héctor.
-ESPEREN, LOS ACOMPAÑO. QUIERO VISITAR A MI CONSUEGRO. Salió la madre de él de un cuarto.
Llegamos al sanatorio, Dante estuvo atento a mi padre todo el tiempo.
-Esta más estable, pueden verlo. Nos dijo Dante.
-Buen día pa. Lo saludé con un beso.
- Hola hija, viniste temprano. Me dijo animado.
-BUENOS DIAS SEÑOR ESKALA, SOY LA MADRE DE HECTOR. Se presentó.
-Es un placer, me acuerdo de usted, no a cambiado nada. Le dijo sosteniendo su mano.
-No perdió ese toque halagador. Se suaviso la voz de la madre de Héctor.
-Hemos preparado una sala. Escucho a un señor de traje que le hablo a la madre de Héctor.
-¿Para qué la sala?. Le pregunto Héctor a su madre.
- Para que se casen, así su padre asiste. Le informa.
-Necesitamos los papeles. Le informo.
-Ya tenemos todo, vamos, tengo un vestido para ti, dejemos a los hombres que se alisten. Indicó.
#HECTOR
Mi madre estaba acelerando todo el proceso, no entendía su proceder, pero tampoco le discutía al respecto, porque deseaba que Alex sea mi esposa.
Al ver a mi padre, le pregunté el motivo de todo.
-¿Padre por qué aceleran todo? Le pregunté.
-Si no se casan ahora, después será difícil, y su padre puede llegar a morir. Me dice.
-Me explicas. Le pido.
-Tu madre quiere que te cases en la próxima luna llena y deben vivir en la comunidad hasta la llegada de los gemelos. Me explica.
-¿Qué pasa aquí? Apareció la madrastra
-Hola Lucrecia. La saluda el señor Eskala tranquilo acomodándose el traje que le trajimos.
-Me explicas ¿Por qué vistes así?. Pregunta alterada.
-Nuestra hija se casa. Le respondió como si nada.
-Si lo dices por Reina el salón se reservo para el mes que viene. Le responde.
-Hablo de Alex. Le dijo y note que su cara cambio, se sorprendió.
-Es todo mentira, no creerás en ello, solo quiere ganar tu favor, y por supuesto ganar a Reina. Le dice en un ataque de nervios y veo que le mensaje a su hija exigiéndole que aparezca, como si buscará tener apoyo en ella para que el señor Eskala les crea.
-¿Ganar en que? No es una competencia de carreras. ¿Ganar mi favor? Soy su padre, que más va a esperar. Si quieres puedes asistir, si no, es tu decisión, tan solo que me decepcionaría que no lo hagas. Siempre aseguraste que no hacías diferencias, ni preferencias con una hija y otra. Le dijo el señor Eskala de
manera tranquila que impresionaba.
-Y dime dónde está el prometido. Le dice histérica.
El señor Eskala suspira hondo.
"DAME PACIENCIA TODO MISERICORDIOSO". Penso
Solo se ha propuesto a qué lo lleve el enfermero en la silla de ruedas, no dejaría que el humor de su esposa opacara ese día.
Ella al no querer quedar fuera de la escena y aparentar ser la mujer que acompaña a su esposo enfermo se coloco a su lado. Pero sabía que solo lo hacía con la intención de ver hasta donde llegaría Alex con su mentira.
A propósito mando a llamar a un juez, por si el que estaba era falso, así haría que se case Alex, con él linyera que haya contratado y se vea enredada en su propia mentira.
Me reía por dentro al escuchar lo que pensaba, era mala tanto por dentro como por fuera, nunca deseaba nada bueno para Alex.
En la sala estaba un juez muy conocido en todo el sanatorio, era uno que siempre se ocupaba de casar a los que estaban moribundos o su ser querido por alguna enfermedad no podia salir de aquí. En nuestro caso era el padre de Alex, que por su salud aún permanecía internado.
-¿Usted es el juez? Le pregunto con severidad la madrastra de Alex.
-Asi es. Le respondió con calma.
-El señor siempre ha unido a las parejas en el sanatorio. Le anuncio Dante.
Ella torció la cara asintiendo, el veneno de la envidia le recorría el sistema, al mirar lo bien adornado que estaba todo, con flores y decoraciones para las fotos.
-Señor Eskala, debe venir para ingresar con la novia. Escuché que le avisaron.
-Muy bien. Le respondió entusiasmado.
-Usted siéntese ahí. Le señalo a la madrastra de Alex que se quedó con la bronca masticando.
Al rato llega Reina junto a Manuel.
-Ma ¿Qué es todo esto? Le pregunta.
-Tu hermana se casa. Le respondió con un tono irónico.
-¿Qué? ¿No creerás eso? De seguro es todo mentira. Exclama molesta.
Vi que Manuel suspiro contrariado, no le gustó oír eso.
-Ya vengo. Le dijo a Reina.
-¿Dónde vas? Acuérdate que estamos a dieta hasta la boda, no puedes comer nada fuera de la lista. Le dijo.
-Solo buscaré una botella de agua, con la zanahoria y el brócoli que me diste estoy más que satisfecho. Le dijo dándole un beso.
Él le mintió, se morfaba de todo a escondidas, ella le molestaba con la dieta para que tenga una cintura que luzca el traje. Tenía la intención de ir a ver a Alex, por lo que le aviso de manera telepática a mi madre.
"SIGUES CON ALEX, QUE NADIE LA MOLESTE "
"TRANQUILO HIJO, ESTA CONMIGO" me respondió.
-Esta tardando mucho. Escucho que se queja la madrastra de Alex.
-De seguro que no llego al que pago para que se haga pasar por su novio. Agrego Reina.
-Eso sería tan gracioso. Se ríe su madrastra.
-Si, a papá le puede engañar, a nosotras no. Dijo Reina.
-Le dije a un juez que conozco que venga a asistir a la boda, por si el que tenía era falso, y así hacerle pagar por mentirosa y manipuladora. Le susurra a Reina esa vieja que me está dando ganas de que se ahogue con su propia saliva.
Al rato se escucha la música que anunciaba que venía la novia, yo permanecía en un costado junto a mi padre. Al verla mi corazón dió un brinco, estaba muy hermosa, mi madre si que supo cómo vestirla y peinar. Tenía un vestido blanco de encaje en el torso con un escote pronunciado, una falda larga de seda y un tajo que enseñaba sus piernas bien formadas, un velo largo.
La acompañaba su padre y ví que sus amigas también, se ve que mi madre se ocupó de localizarlas, las tres llevaban la cola del velo.
La madrastra y su media hermana la miraban con envidia, se desfiguró su rostro al verla tan bien arreglada.
Cuando recibí a Alex para casarnos, a su madrastra y media hermana se les cayó la mandíbula al piso de la sorpresa.
"No puede ser, que ella se case con ese"
"No voy a permitirlo" escuché pensar a su media hermana por lo que le señale a mis hombres que lo eviten.
El señor Eskala me pasa la mano con una enorme sonrisa y se sienta al lado de su esposa que largaba espuma por la boca, de la bronca.
El juez que ella mando a llamar lo detuvieron en la entrada, nada interrumpiría este momento.
El juez nos dijo las palabras correspondientes que escuchamos con atención, cuando me preguntó si la aceptaba como esposa dije sin titubeos que si. Cuando le llegó el turno a Alex ingreso en ese momento su ex, se lo veía nervioso, con la clara intención de interrumpir, mis hombres lo guiaron a sentarse, con su presencia le intimidaron para que no intentará nada.
Alex ajena a lo que pasaba a su alrededor acepto con una enorme sonrisa y sellamos con un beso nuestra unión.