Anastasia alegre, espontánea y feliz... En su segunda vida conocerá al Gran General, un hombre recto, estricto y de pocas palabras.
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Hotel
Cuando Anastasia despertó, estaba en lugar desconocido y aunque intento reincorporarse, estaba muy mareada.
- ¿Cómo te sientes?
- Como si me hubiesen dado una golpiza
- ¿Por qué bebiste la otra poción? ¿Sabes lo que pudo pasar sino te tratábamos a tiempo?
- Tengo la información…
- Eso no es importante ahora, tienes que preocuparte por tu salud…
- Pero después me regañas, ahora escúchame, me tienes que llevar al hotel que esta frente a la fuente
- ¿Por qué quieres ir a un hotel?
- Solo hazme caso y pide una habitación para los dos, por dos semanas
- ¿Cómo?
- Sí, vamos al hotel
- Anastasia…
- ¿Qué?
- ¿Estas segura?
- Claro
- …
- Jajaja, tu cara, ya entendí, aun estoy lenta por lo de la poción, la pastelera malvada me dijo, que nos hospedáramos en ese hotel, porque allí nos darían noticias del “producto”
- Ah, era eso…
- Lindo, tu cara… aunque yo no tendría problemas de compartir la habitación contigo…
- Anastasia…
- Ahora debes llevarme a mi casa o sino mi mamá me va a retar
- Bien
Se subieron al carruaje y a diferencia de los últimos viajes, Anastasia estuvo en sus brazos solo durmiendo.
Cuando llegaron a la mansión, ella se fue directamente a dormir. Mientras que Alexander salió al cuartel militar, a buscar mas pociones…
[dos semanas, compartiendo con Anastasia en la habitación de un Hotel, siempre creí que moriría en combate, ahora es mas probable, que me mate el Duque…]
Durante la noche, Anastasia estuvo complicada de salud, con fiebre, vomito y mareos. Pero, solo su doncella de confianza se entero de sus malestares y le pidieron un te en la cocina… el problema es que la cocinera le comento a una chica de la servidumbre que Lady Anastasia estaba con vómitos y mareos y que no quería que nadie se enterara, el problema fue que ella se lo conto a alguien mas y durante los días siguientes solo se hablaba del embarazo de la hija del Duque.
En la mañana siguiente, la duquesa no se encontraba y aunque Anastasia noto a los sirvientes actuar diferentes con ella, no le dio mayor importancia.
- Buen día General
- Buen día Lady Anastasia
- Me acompañaría a almorzar al Pueblo
- Me encantaría.
Alexander estiro su brazo y ella lo tomo y caminaron juntos a las caballerizas.
- ¿Cómo te sientes?
- Bien, solo me duele un poco la cabeza
- Será mejor ir en caballo para no mostrar el emblema del ducado
- Entiendo
El General la subio al caballo y ella le sonrío.
- ¿A dónde vamos?
- Al hotel, cuando lleguemos usaras la capa, para que tu cuerpo descanse hoy de la poción.
- Esta bien
Cabalgaron en silencio, contemplando el paisaje, hasta que llegaron al Pueblo, allí se registraron en el Hotel y subieron las escaleras.
- La habitación es muy linda y tiene una chimenea.
- Esta noche yo me quedare aquí y tu puedes volver mañana
- ¿No quieres que me quede aquí?
- Sabes que no es eso…
- Entonces ¿Qué es?
Alexander la cargo y la llevo a la cama…
- Aun estas delicada de salud… quiero que cuando estés conmigo, tu también lo disfrutes
- Bien, entonces solo acaríciame
El General acaricio el cabello de Anastasia y ella como había pasado una mala noche, se quedo dormida profundamente, hasta que él la despertó horas después para llevarla de vuelta a la mansión. Cuando llegaron se despidieron con un efusivo beso y Alexander volvió al hotel.
