Abril descubre a su prometido siendo infiel con su hermana gemela, y para colmo de males, las calumnias hacía ella, causan que su padre la obligue a casarse con Alex Connor, quien enseguida muestra su desprecio hacía ella, porque está enamorado de Adriana, la gemela de Abril, la causante de todas las calumnias. Y así, empieza su calvario en un matrimonio donde su esposo la odia. ¿Podrá Abril limpiar su nombre y escapar de un matrimonio donde es humillada?
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capitulo 23
Punto de vista, Adriana...
Me devolví nuevamente al club, quería ver el rostro de mi querida hermana cuando su marido se le lanzará como fiera a reclamarle por una pequeña mentirita ja, ja, ja, sería agradable verlo discutir con esa perra.
Subí aún taxi, me sentía ansiosa y feliz al mismo tiempo, la adrenalina está recorriendo todo mi cuerpo.
Cuando llegue a la entrada del club, al único que ví fue a mi prometido Charles, estaba golpeado, me baje corriendo del taxi, para saber que pasaba.
le pregunté desesperada - ¿Que ocurre?, ¿Que te paso?, ¿Quien te golpeó? - Me acerque a él para acariciar su rostro.
Él me apartó la mano con rabia, le grité - ¿Que te pasa bruto?, me lastimaste -
Charles se volvió impulsivo y se acercó a mi de manera demandante, me gritó furioso - ¿Que me pasa?, ¿Que, que me pasa?, pasa que él hijo de perra mimado de tu ex novio me golpeó porque me vió cerca de su mujer, no me dejó ni defenderme, no me dejó decir nada, solo me golpeó el muy maldito -
Eso sí me dejó asombrada, jamás pensé que Alex fuera capaz de tanto por defender a esa pequeña perra sucia, y ahora me estoy dando cuenta de que es capaz de eso y más si lo retan, por lo visto no dejará que nadie se le acerque a mi hermana.
Le grite furiosa - No tienes porque culparme a mi, yo no tengo la culpa de que te fueras detrás de la falda de mi hermana solo por recordar tus viejos tiempos con ella, o aprendes a controlar tu estupidez, o todo se volverá un maldito escándalo frente a todas las personas que nos conocen y a nuestras familias, ¿Que diran tus padres cuando se enteren que te estabas peleando con Alex Connor por mi hermana?, simplemente que eres un total inútil, que no sirves ni para mantener la paz entre los Connor y los Hill -
Charles paso las manos por su rostro con desesperación y al mismo tiempo con mucha rabia y frustración, pero pensando en lo mucho que quería callarme la boca de un golpe, lo sé por los gestos de su cuerpo, y por lo mucho que cierra su mano en un puño y me mirá con ganas de asesinarme, si, se que yo lo metí en todo esto, pero ahora solo debe aguantarse las consecuencias de sus decisiones en silencio.
Él me tomó del brazo con fuerza, y comenzó a caminar al estacionamiento en dónde estaba su auto, me abrió la puerta del asiento trasero y me subió a la fuerza.
Encendió el auto, y luego se subió conmigo a la parte trasera, me tomo con fuerza del cuello, dejándome sin respirar, yo clavaba mis uñas en sus manos como podía, ya la sangre se me había subido al rostro, estaba roja por completo.
Me soltó de un sólo golpe, comencé a jadear buscando oxígeno como loca, hacía mucho tiempo que nadie me asfixiaba de esa manera, me recordó a mi primera vez.
Me tomó del cabello, mientras me acercó a su pantalón, bajo el cierre y mi boca instintivamente supo que debía hacer, por lo visto el ahorcarme lo emocionaba demasiado cuando bajo su cierre ya su gran paquete estaba despierto y listo para mí.
Yo estaba desesperada por sexo, este era uno de mis pocos vicios en los que más disfrutaba, él gemía desesperado, mientras aún sostenía mi cabello, me dijo con suavidad y al mismo tiempo la voz temblorosa - Eres mi maldita perra, no puedes gritarme en frente de los demás, sabes que no me gusta que nadie se entere de nuestra vida privada, que delicioso lo haces Adriana, ufff uufff - Enterró mi cabeza hasta el fondo, y logro dejarme sin respiración por pocos segundos mientras se esparcía.
Me soltó, y luego subí para besarlo con mucha paciencia, eso me encantaba, cuando él o otro hombre me maltrataban para luego darme placer, quizás es el síndrome de Estocolmo, aún recuerdo cuando mi padre me ofreció a uno de sus amigos, ese día fue el peor, pero al mismo tiempo aprendí que en esta vida todo se compra con sexo, y sin eso no podemos conseguir lo que queremos.
Mis motivos reales para odiar a mi hermana, era que mientras ella estaba en un maldito internado en Alemania, yo estaba siendo vendida y ofertada a distintos hombres para que nuestro querido padre consiguiera lo que tiene el día de hoy.
Hubiera dado lo que fuera para haber Sido exiliada como ella lo fue, no habría conocido a Alex pero tampoco al maldito de su tío.
