En Tus Brazos

Eris

Hoy iré con Lucia para elegir un hermoso atuendo para la sorpresa de Aniversario que tengo preparada para Máximo, tengo planeado robarmelo durante tres días, Tata y mi mamá cuidarán a Sara. Se que está muy chica con sus escasos tres meses, pero deseo tener un momento a solas con mi adorado esposo.

Hemos entrado a una hermosa tienda, aquí todos los atuendos son sexys y bastante llamativos, quiero comprar varios para estos días de placer.

Salimos de aquella tienda y Lucia me llevo a un nuevo café, ella dice que venden productos exquisitos. No puedo negar que me encantan estos lugares. Lucia siempre está en búsqueda de nuevas experiencias, adora ayudar a los necesitados y tambien las causas sociales.

Intenta estar siempre activa.

-Amiga, le pedí a Erik que me acompañará a un refugio de animales la próxima semana, si tienes tiempo tambienme gustaría contar con tu presencia. Dentro de un mes si todo sale como lo espero haremos una gala para las donaciones, hay muchos animales allí afuera, se que me estoy saliendo de tu tema candente, pero es algo que me parte el corazón.

-Lucy, sabes que conmigo no te debes disculpar si quieres Máximo y yo podremos asistir y donaremos la esterilización de todos los animales, más alimentos.

-Por eso te amo amiga.

-Lucy, sabes que siempre he adorado a los animales, cuéntame cómo van las donaciones de l orfanato, les ha hecho falta algo a los niños?

-Amiga ellos están muy bien, los doctores los visitan cada mes, logramos contratar a varios docentes. Pero aún nos falta médicos. Pero eso lo gestionaré con tu hermano.

-Me alegro tanto de que estén bien, me gusta verlos juntos.

-Si estoy fascinada tu hermano es un bombón.

-jajaja, no cambias.

Las dos chicas caminaron por otros almacenes y después se fueron a sus respectivas casas

Eris estaba encantada, había elegido varios atunedos algunos más atrevidos que otros, aceites, cremas. Pensaba aprovechar la noche que se avecinaba para complacer a su esposo le había pedido a Tata cuidar a la niña así ella y Máximo tendrían una noche a solas. Los demás artículos serían usados en la noche de aniversario y los días siguientes.

Máximo llego a su casa esa noche, su esposa estaba hermosa, Eris lo deslumbraba con su belleza, no se cansaba de verla. Ella había elegido un sencillo vestido blanco, y le sirvió la cena a su esposo.

Durante la cena Máximo pregunto por su hija, por el día de su esposa, por como la había pasado en su salida.

Eris le contó muy animada que pasar tiempo con su amiga siempre le daba energías, le contó sobre el refugio de animales y el dió su aprobación para lo que ella necesitará.

Después de cenar Máximo y Eris compartieron con la pequeña Sara unos minutos antes de que la beba se durmiera, caminaron a su habitación abrazados, el adoraba sus labios, los besos de Eris eran un nectar para el y para ella eran una gran tentación.

Al llegar a la habitación Máximo vio dos copas de vino y una botella, también ví que el balcón habían luces, cuando se acercó pudo ver mantas, almohadas. No desaprovechó la oportunidad de besar a su esposa.

Eris apoyo sus manos en el cuello de Máximo atrayendolo hacia ella, el beso fue subiendo de calibre, hasta dejarlos casi sin respiración.

-No sabes lo que me encantas, me facinan mi vida.

-Lo puedo sentir - Eris había aprendido a dejar la verguenza a un lado, con Máximo había experimentado muchas cosas.

El coloco sus manos en su trasero y lo atrajo hacia el, ella pudo sentir la virilidad de su esposo, y volvió a enrollar sus manos en su cuello. El besos su fue acrecentando, pero Máximo decidió cortar el beso y entro a la habitación, tomo las copas y la botella y volvió a salir al balcón.

El lugar estaba decierto, el personal había sido movilizado para no interrumpir a la pareja, Eris había aprendido muy bien a dar las órdenes y nadie se negaba a su pedido.

-Veo que te has esperado por dejarnos pasar un gran momento.

-Sabes que hare todo por tener solo para mí.

Eris volvió a besar a su esposo. Habían prolongado su momento. El momento se intensificó, la pareja se besaba con gran deseo. El vestido callo al piso dejando a la vista un diminuto conjunto, un sostén que solo tapaba lo necesario al igual que la tanga.

Máximo la recostó sobre las mantas, y se desvistió. quedando desnudo ante su deseosa esposa.

Tomo una copa de vino y tomo un sorbo y después otro y lo dejo en los labios de su mujer, no sin dejar de acariciar su cuerpo.

Después tomo la botella y virtio un poco del líquido en el vientre de Eris, el frío líquido la hizo estremecer.

Eris amaba los juegos pero deseaba a su esposos, Máximo jugo con la excitación de su mujer y después de dejarla desnuda, ella tomo la iniciativa.

Eris subio sobre su esposo, y tomo un pequeño frasco que había dejado debajo de una de las almohadas, le dió un poco a Máximo.

-Cariño, está caliente.

-Si mi amor. Así como yo.

Eris aplicó el líquido en el pecho de su esposos. y en el camino hasta su miembro.

Jugueteo con el y cuando el estaba apunto de llegar al climax ella se lo negaba.

Máximo no podía soportarlo más, su esposa lo había superado, el siempre la llevaba al límite, pero hoy era el quien estaba sufriendo la agonía.

La tomo entre sus brazos y la recoto de nuevo y entro en ella, la pareja se entregó más al placer hasta que el amanecer los sorprendio, abrazados como unos enamorados que se fugan para poder disfrutar de su amor.