La Villana Exiliada

Leopold firmo con Alesha el tratado para el negocio, dando así por iniciada esa alianza y nuevamente pidió disculpas por comportamiento de su abuelo. Además le alegra que no haya intentado intervenir de nuevo. Con el trato hecho, Alesha y Ritter ya deben de regresar al condado.

Desde la ventana de su habitación, el anciano observa que se marchan y siente un alivió, pues desde que escucho a los dos hablando, no ha podido dormir tranquilo y cuando Alesha cruzaba cerca de donde él estaba, su cuerpo temblaba de miedo, esa mujer tenía una energía oscura y probablemente se debe a sus antepasados, ya que los Von Hansen poseen sangre de demonio. Alesha y Ritter van en el carruaje.

— creí que de verdad acabarías con el anciano.— menciona Ritter.

— no, solo quise meterle un susto. Si hubiera hecho algo más grave, entonces si acabaría con él.—

— por cierto, en dos días más, la carta será enviada.—

Alesha muestra una sonrisa maliciosa ante lo dicho por Ritter. Inicia el momento de arruinarles el perfecto matrimonio de ese par de tontos.

Johan se ha encargado de ayudar a Delia con sus deberes y le enseña lo más que puede, aunque hay algunas cosas que Delia ha entendido, sigue sin trabajar rápido, lo que causa que el trabajo se le acumule, cosa que molesta a la emperatriz, quien esta de lo más arrepentida de permitir que su hijo se casará con esa chica.

Ese día la emperatriz tuvo una reunión con las damas y llevo a Delia, aunque rápidamente demostró su falta de educación al gritarle a una de las mujeres mayores, debido a que esta le hizo un par de preguntas y como Delia no respondió, la mujer crítico la falta de educación que Delia tiene y en como su madre fue negligente al no darle una educación adecuada.

—¿cuantos años tiene? ¿Doce? No solo le grito, le derramo el té en la cara, ¿y si ese té hubiese estado caliente? No quiero ni imaginar lo que habría pasado.— menciona la emperatriz.

Ante esto, el emperador estaba furioso con Johan, ya que lo que Delia hizo, también causo que el esposo de esa mujer se enojara y presentará ante los nobles su descontento con la princesa heredera.

— en este momento coincido con tu madre, no hay excusa.— agrega el emperador.

— madre, padre, Delia me ha dicho que esa mujer también fue muy grosera con ella.—

—¿y que? Yo también pasé por eso, pero no le arrojé té en la cara a esas mujeres.— reclama la emperatriz.

— yo, haré que Delia se disculpe con la duquesa Gill y me aseguraré de que no vuelva a pasar.— Johan mantiene la cabeza inclinada.

Aunque por todo lo que esta pasando, se siente bastante molesto o frustrado. Lo cual en ese momento le hizo recordar una pequeña charla que tuvo con Alesha cuando estaba ella en prisión. Alesha le hizo saber que Delia no estaba lista para ser una emperatriz y que nunca lo estará.

— yo solo veo a una mujer celosa, pero te aseguro que lady Delia será la mejor emperatriz que haya existido.—

Alesha en ese momento comienza a reír ante las palabras del chico.

— cualquiera puede ser mejor emperatriz que esa cabeza hueca. Y no te sientas importante, lo único valioso que tienes, es el trono, nunca me importaste tú.— respondió con una burlona.

Johan solo deja salir un suspiro tras ese recuerdo y mejor decide salir a pasear a caballo para relajarse.

3 días después.

Una carta llegó dirigida al emperador, pero no solo a él, ya que a todos los del consejo real les llego esa misma carta, donde estaban los documentos que prueban los negocios ilegales del marqués Lange. Todos estaban sorprendidos por algo así y el emperador de inmediato manda a investigar si todo, pues deben asegurarse de que todo sea real antes de que la información salga al público.

El palacio esta hecho en caos, incluso la emperatriz recibió la misma carta, así que tenía a Johan en su oficina, Johan no podía creer lo que veía.

— debe ser una trampa, no es posible que salga algo así justo ahora.— menciona Johan.

— su majestad ya mando a investigar, si resulta real, ¿sabes lo que significa?— la emperatriz le mira con severidad.

— lo se madre...pero estoy seguro que la verdad saldrá a la luz...todo es mentira.— asegura Johan.

Tras esto, decide salir de ahí, debe de advertirle a Delia sobre lo que esta pasando, pero al llegar a la sala donde tendría una fiesta de té, al entrar, ve que no había nadie y Delia estaba llorando.

— alteza...ellas...ellas dicen que mi padre era un criminal...— se abraza a Johan.

—¿que? ¿Como es que saben eso...?—

Delia se aparta mirando con asombro al príncipe.

—¿que quiere decir...? Mi padre fue un hombre bueno, él no era un criminal...— aprieta las manos en los brazos del príncipe.

— lo se...alguien malicioso envió esas cartas a los nobles y por lo visto no fue solo al consejo real.—

— alteza, por favor, demuestre que todo es mentira...— suplica.

— así lo haré y encontraremos al responsable, juro que pagará por todo.—

Johan abraza a Delia, mientras esta sigue llorando.

— esta noche te ves feliz...— menciona Ritter.

El albino estaba recostado sobre la cama y Alesha quien se acerca hacía él, se sube a su lado acomodándose encima suyo. Ritter se deleita al verla lucir un camisón casi transparente.

— lo estoy, gracias a ti, el palacio y la capital debe estar hecho un caos y la chiquilla, debe de estar llorando en brazos de su amado.—

— conociéndola...eso es verdad.— Ritter pasa sus manos sobre las piernas de Alesha, deslizando estas bajo el camisón. — es lo único que sabia hacer.

Sin esperarse más, en un rápido movimiento derribo a Alesha sobre la cama acomodándose sobre ella y besando sus labios con pasión, mientras que sus manos se ocupan de deshacerse de aquel camisón, Alesha levanta los brazos para permitir que lo quite aunque deben romper el beso, pero de inmediato Ritter aprovecha para apretar los sen\*s de la chica y degustarlos entre sus labios, causando que Alesha sintiera un cosquilleo recorrer su cuerpo, esa noche, mientras en el palacio se preocupan por la información enviada, ellos celebran entregándose a la pasión.

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