Ella Es ¿MÍA?

Ya había pasado una semana, windy estuvo muy ocupada y no tuvo tiempo de hablar con Oriana, pero ya estaba en camino a eso.

_Que le trae por acá señora._

Oriana sabía ya ah qué iba, solo se hacía la tonta.

_No sé si contarte otro secreto, me podrías traicionar._

_Qué exagerada, soy muy buena escondiendo secretos, dure años con esa carta y aún no cuento que mili se quiere comer a alguien._

Windy abrió los ojos, esa mujer era una caja fuerte.

_Dios, ¿de quién más sabes secretos?_

_De los padres de mis pacientes, ja,ja,ja._

Windy se contagió de la risa de Oriana, ella definitivamente era una chica muy tranquila, nada la ponía mal, su objetivo era ser feliz siempre.

_Ya, ¿por qué le diste la carta a Mateo._?

_Mi pobre hermano se sentía mal por desearte como mujer, aún no sabían qué mía es su hija, así que lo quise ayudar._

Esas palabras hacían acelerar el corazón de windy, no dijo nada, se levantó para irse.

_Sé feliz nena, la vida puede ser tan corta que vale la pena arriesgarse hacer feliz._

Oriana le tiro un beso y Windy se lo devolvió con una sonrisa.

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Eli revisaba un correo, tenía que regresar a México por unos papeles, no sabía cómo decirle a Ignacio.

_¿Que pasa Eli?_

Oriana llegó a la empresa y estaba Eli esperándola.

_Tengo que regresar, recibir un correo, me rechazaron unos papeles._

Windy la abrazaba mientras ella lloraba.

_No quiero dejar a Ignacio, yo lo amo nena._

_Ya nena, tiene que haber una solución._

Así pasaron un buen rato, hasta que Eli se calmó y se pusieron a trabajar, Mateo estaba acostumbrado a que Ignacio lo interrumpiera, pero está vez entró en silencio, se acostó en el sofá sin hablar.

_Qué pasa? Estás enfermo?_

_Sí, de amor y me acabo de enterar de que me quedaré sin él._

Mateo detuvo sus manos y se giró a verlo.

_¿Como así? ¿De qué hablas?_

_Acabo de escuchar que Eli se tiene que ir, le rechazaron unos papeles para estar aquí, si se va, no sabemos cuándo puede regresar._

Mateo se sintió muy mal por su amigo, pero pensaba en una solución, no podía, Dejar de luchar por ese amor.

_Ya vengo Eli, iré a hablar con Mateo._

Windy salió, no sabía cuál era el estrés de Mateo.

_¿Ya llegué, cuál es el problema?_

_No podemos dejar que Eli e Ignacio sufran, ellos se aman._

Windy levantó una ceja, tanto afán por cenar en un restaurante, para decirle eso? Pudieron hablar en cualquier parte.

_¿Para eso me llamas con tanta urgencia?_

¿Mateo sonrió, acaso pensó que sería una cita?

_Qué pensaste? ¿Que era una cita?_

Windy volteo los ojos, que se creía él.

_Deja de imaginar cosas, la única solución es que él se vaya y se casen antes de los tres meses, regresan felices y con nacionalidad que les permitirá ser felices._

Windy lo dijo como la única y complicada solución, pero mateo sonrió, esa era perfecta, no creo que Ignacio se negara.

_ De que sonríes?

_Es genial, ese amor es para rato._

Windy se quedó un momento viendo cómo mateo escribió algo en su teléfono, cuando levantó la vista, chico con la de windy.

_Bu. Bueno me voy..._

_No te vayas._

Le tomo la mano.

_Quédate a cenar por favor._

Después de unos segundos, acepto.

Días después

_No llores Eli, tienes días sin comer bien._

_Es que no me escribe, ni me llama, seguro lo sabe y se molestó._

Windy solo la abrazo, llegaron al aeropuerto y Windy la acompaño hasta que entrara.

_Te voy a extrañar, a mía Isabella más, cuídate mucho y sé feliz._

Windy sonrió.

_HEY.!!_

Ignacio llegó corriendo con una maleta en mano.

_¿Piensas dejarme?_

¿Eli lloraba, no sabía lo que pasaba, estaba soñando, se atrevía a dejar mucha cosas por ella?

_E.sa ma.leta._

_¿La mía, o pensabas comprarme ropa en México?_

Ignacio la beso, Eli de verdad no sabía dónde meter su cara, lloraba como niña y todos veían la escena.

_Ya lárguense, nos vemos pronto._

Ignacio se la llevó abraza, le fue contando todo lo que le tocó hacer para no descuidar sus negocios, eran tres meses y todo por el amor de su vida.

_ Windy..._

_¿Que pasa Mateo?_

Mateo se acercó y le dio un abrazo, noble importaba donde estaban, windy se sintió tan bien, que también lo abrazo, durante unos minutos sin decir nada.

_Ya vamos._

Mateo sonrió, ese era un avance para él.

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_¿Crees que me dejarías sin besarte y dormir dándole calor a mis manos?_

Ignacio le gustaba que Eli no le molestaba que fuera tan meloso y fastidioso a la hora de dormir, metía sus manos donde quería y ella era feliz.

_Yo no podría dormir sin una calentura por tu culpa._

Ignacio reía poniendo su cabeza en el pecho de Eli, estaba cansado.

_¿Tienes sueño?_

Él asintió, Eli lo acomodo en sus piernas y lo tocó con su saco, Ignacio no tardó en meter sus manos en los senos de Eli sacándole un suspiro.

_Te recompensaré cuando lleguemos._

Eli sonrió y beso sus labios, sería un viaje largo para ella.

Horas después

_Amor..._

_¿Llegamos?_

Ella asintió, bajaron y Eli lo quedo viendo confundida.

_Estás dormido.?_

_No mi amor, descansemos en un hotel y luego vamos a tu hogar._

Eso era según lo que quería, Eli pago, ya después Ignacio se encargaría de cambiar su dinero, entraron acostándose en la cama.

_Fue buena idea, esta mi amor, aún nos falta por llegar._

Ignacio sonrió y se acercó, claro que era buena idea, no podía esperar a calmar a su mujer, sintió su piel erizada y sus pezones duros, muy excitada estaba y era culpa de él.

_Que.. ha.ces?_

_Calentarnos aún más mi amor._

Eli solo disfrutaba de las caricias y besos, era un sueño tenerlo, cuando pensó que lo perdería, que no lo vería más, y verlo a su lado era un sueño hecho realidad, se daba cuenta lo importante que era para el.