Adriana es una chica con una gran personalidad siempre sonriéndole a la vida en los días más oscuros, con tan solo 16 es la mejor de su clase, sus padre no la quieren y su hermano la desprecia, pero ella sigue sonriendo estudiando y trabajando.
Julián es un hombre de 27 años mujeriego, bebedor y arrogante, pero entre sus cualidades más importantes está que en el mundo bueno es uno de los Magnates Italianos más importantes en todo el mundo y en el mundo malo es el jefe de la Mafia Italia más antigua y poderosa.
Sus caminos se cruzaran cuando, Julián confunda a Adriana con la chica que iba a secuestrar.
un gran conflicto se presentará, por obligación se tendrán que casar, habrá muerte, traición, dolor, rencor y envidia...Pero al final el amor triunfara ???
NovelToon tiene autorización de Fiorella ♣️ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 23: La nueva CEO...
Federico se fue a su casa y el abogado siguió hablando con Adriana.
"Señora Salvatore, como ya sabrá, Victorino está detrás de la fortuna Salvatore y de tener el poder en la empresa y en la mafia. Es por eso que necesitaremos que usted se haga cargo cuanto antes, sobre todo de la mafia. Tenemos que presentar a la nueva jefa"_hablaba el abogado mientras Adriana solo podía pensar en Julián.
"¿Me está escuchando, Señora Salvatore?"_ llamó la atención el abogado para que Adriana volviera a la realidad.
"Disculpe, abogado, ¿qué me decía?"_ preguntó apenada Adriana por no prestar atención.
"Que mañana por la mañana iremos a la empresa y daremos una rueda de prensa, y por la tarde iremos a una de las casas de seguridad en la mafia para que conozca a todos"_hablaba el abogado con toda la naturalidad del mundo.
"Está bien, pero quiero ir por lo menos con Lía y Mike, no puedo ir sola"_ decidió Adriana que de ahora en más sería la Jefa de la Mafia y la CEO del corporativo Salvatore.
"Perfecto, señora, no hay ningún problema. Si me disculpa, tengo que retirarme y alistarlo todo para mañana. Que pase una buena tarde"_ se despidió el abogado y salió del lugar.
Adriana seguía sentada en la sala con las manos en la cabeza. Nunca había dado una rueda de prensa ni había sido la jefa en algún lugar. No sabía cómo hacer nada de eso, pero daría lo mejor de sí por aprender y ser la mejor.
Regresó a su habitación, donde todo estaba en calma. Era su lugar lejos del mundo real, el lugar donde podía llorar con toda la comodidad del mundo sin que nadie la juzgara por ello. Tomó su celular y llamó a Lía.
"Hola"_respondió Lía algo llorosa.
"Hola, Lía, ¿cómo sigues?"_preguntó Adriana sabiendo que estaba llorando igual que ella.
"Igual que tú, pero dime qué necesitas"_ dijo Lía secando sus lágrimas para parecer más tranquila.
"Necesito que tú y Mike me acompañen mañana a dar una rueda de prensa e ir por la tarde a presentarme como la nueva jefa del clan Salvatore"_ habló Adriana con fastidio.
📱-¿Estás segura? Ese mundo es duro, Adri. No es apto para alguien de corazón tan débil como tú, y menos puedo hacerlo - Lia estaba intentando que ella considerara bien esa opción.
📱-Ya lo pensé. Es lo que Julián hubiera querido y lo que yo necesito hacer. Necesito superar esto, necesito ser fuerte y más dura, necesito ser mejor - Adriana estaba lista y decidida.
📱-Tienes razón. Es lo que él quería. Lo dejó claro en el testamento, Adri. Sabes que cuentas conmigo. Sea lo que sea, yo te voy a apoyar - Lia la consoló.
📱-Bien, nos vemos mañana - Adriana quería terminar esa conversación.
📱-Ok, Adri. Que pasen buenas noches - Lia también quería terminar y volver a llorar.
📱-Igualmente. Adiós - Adriana cortó la llamada y regresó el celular a su lugar, en el cajón. Casi nunca lo usaba, ni siquiera había llamado a Sofía en estos días.
Adriana buscó sus dos atuendos distintos para mañana, bañó y cambió a la pequeña Alessia, se fue a bañar Ceni y se quedó dormida.
Habla Adriana:
Hoy era un día nuevo y emocionante para mí. Volvería a pisar esa oficina en donde tuvimos buenos y malos momentos. Volvería a ver a esas personas que una vez me vieron agarrada de la mano de Julián, y hoy iría sola. Será interesante ver esta nueva faceta en mí. No estoy dispuesta a darme por vencida. Quiero dar todo lo que tengo para ser una buena jefa y mantener el legado de Julián el día y hacerlo crecer. Por suerte, en mis estudios de contabilidad también me dieron algo de administración de empresas, así que podré hacer las cosas bien, o por lo menos eso espero. Ahora, nadie me ha enseñado a ser una mafiosa. Literalmente, no sé cómo gritarle a las personas sin una razón. Y tampoco sé cómo matar a alguien o cómo usar un arma, y mucho menos cómo golpear. Definitivamente, este sería un nuevo capítulo en mi vida, pero lo haré porque no quiero que Víctor y no dañe la fortuna Salvatore. No puedo dejar esto en sus manos. Tengo que hacerme cargo yo, como lo estipuló Julián en el testamento.
Estaba lista, no con vestido, pero sí con una falda y un abrigo largo. Me gustó mucho este atuendo, es un poco fuera de mi zona de confort, pero aún así quise verme más como una jefa y no como una niña.
Ya eran las 6 de la mañana, bajé rápidamente para desayunar con Alicia en brazos. Le di su biberón mientras yo desayunaba con Agnes, quien últimamente ha mejorado un poco su ánimo, al igual que yo. Nos estamos apoyando una a la otra para salir adelante.
Lía llegó y se disculpó porque Mike tenía una junta importante en otra ciudad muy cercana y no nos pudo acompañar. Aún así, ella vino a darme apoyo, así que desayunó con nosotras y subimos a las camionetas, donde ya nos había venido a buscar el abogado.
"Buenos días, señoras", dijo Salvatore con su amabilidad. Sinceramente, este hombre tampoco es que me caiga muy bien.
"Me puedes decir Lía, Osvaldo. Total, me conoces desde que era una bebé"_ dijo Lía. Al parecer, a Lía tampoco le caía muy bien.
"Y a mí me puedes decir Adriana"_le dije firme, mientras revisaba mi celular, buscando información sobre la empresa y viendo un poco a lo que se dedicaba.
Resulta que el corporativo Salvatore tenía varias ramas en la industria de la economía, pero su función principal era la tecnología más avanzada y moderna, desde sistemas de seguridad hasta celulares. Además de eso, también estaban muy relacionados con el vino y las cadenas hoteleras, no solo en Italia, sino en el mundo entero. Y tenían varias sedes en todo el mundo, las cuales Julián visitaba cada 4 meses o cuando tenían algún problema, pero normalmente tenían encargados o vicepresidentes que estaban al mando después de Julián.
Según decía Osvaldo, hoy los conocería a todos, ya que volaron a última hora para conocer a la nueva dueña.
Llegamos a la empresa. El jefe de seguridad me abrió la puerta. Tenía entendido que él también formaba parte de la mafia y era la mano derecha de Julián. Osvaldo me presentó como la nueva dueña. Había más de 40 hombres y también mujeres que formaban parte de la seguridad de esa empresa, nada más.
"Es un gusto conocerla, Jefa"_me dijo el jefe de seguridad.
"Lo mismo digo..."_ guardé silencio después de eso para que me dijera su nombre, ya que no lo sabía.
"Me llamo Héctor Díaz"_él entendió y me dijo su nombre.
"Es un gusto, Héctor"_le dije y seguí mi camino hacia el elevador, donde me esperaban Lía y Osvaldo.
"¿Estás lista?"_ Lía me daba apoyo o eso quería creer yo.
"Sí, bueno no, bueno tal vez"_ la verdad estaba nerviosa.
**Ya decídete, mujer**
"Tranquila, lo harás genial"_ Lía me dio un abrazo antes de salir del ascensor.
Ella también formaba parte de la empresa como la jefa del área de diseño, tenía que estar por obligación en la junta, así como también los otros jefes de las distintas áreas que estaban en la empresa.
Entramos al lugar, ya había más de 30 personas sentadas en varias sillas que estaban en fila viendo hacia un escritorio, donde había tres sillas más.
Osvaldo me indicó que me sentara en el medio, él a mi izquierda y Lía a mi derecha.
De pronto, una chica de unos 20 años venía corriendo hacia nosotros.
"Hola, jefa"_ supongo me estaba hablando a mi.
"Hola"_ fue lo único que pude decir.
"Ella es tu asistente personal, se encargará de ponerte al día, además de llevar tu agenda diaria. Se llama Melissa"_Osvaldo me explicó quién era.
"Es un gusto, Melissa"_ le dije extendiendo mi mano para estrecharla con la suya.
"Lo mismo digo, CEO. Venía a decirle que llegó el famoso señor Reinaldo Benedetti, es el vicepresidente de una de las cadenas hoteleras en París y definitivamente es un gruñón"_ Melissa se puso de pie detrás de mi silla mientras me hablaba al oído.
"Ok, tranquila. Si me falta el respeto, me va a conocer"_ me senté firme y decidida.
El hombre alto, ojos azules, entró imponente al lugar. Se creía muy importante y solo era un empleado más que, por cierto, me caía muy mal.
Detrás de él venía la secretaria corriendo con varias carpetas en sus manos. Definitivamente, este hombre venía a exponer varios casos de trabajo.
Osvaldo me dijo que ya era hora de comenzar.
Yo me levanté y tosí para que todos se sentaran bien y dejaran de hablar entre sí. De esa forma lo hicieron y decidí comenzar antes de que me diera un infarto del miedo que tenía de estar ahí.
Buenos días a todos. Me llamo Adriana Fuenmayor de Salvatore. Como ya se habrán enterado, soy la nueva jefa del corporativo Salvatore y todo lo que con él venga. Julián, que en paz descanse, indicó claramente que yo fuera la CEO y la persona a cargo de todos sus negocios. Por eso estoy aquí hoy. Espero poder trabajar bien con cada uno de ustedes. De una vez les digo que yo soy muy buena y educada cuando me tratan bien y con educación, pero de lo contrario no me van a querer conocer. Así que si todos nos tratamos con respeto, sacaremos la empresa adelante y seguiremos siendo los mejores. Si alguno tiene alguna duda, el momento de aclararla es ahora_Me volví a sentar.
No pasaron dos minutos cuando ya había muchas preguntas.
"Todo seguirá igual con respecto a los sueldos, al personal y a las prestaciones"_me habló una mujer de unos 35 años.
Melissa se inclinó para decirme quién era.
"Ella es Clara Watson, es la encargada del área de recursos humanos de esta empresa y de la sede en Estados Unidos"_ habló rápido pero la entendí.
"Los sueldos seguirán iguales, no haremos cambio de personal hasta los momentos y las prestaciones seguirán igual, pero solo con una buena justificación y prueba de por qué necesita el dinero"_ fui clara en lo que dije.
"Usted se encargará de todos los negocios, hasta del más pequeño"_una mujer habló con una pizca de sarcasmo.
"Es una de las jefas en un viñedo que tenemos en Napa, California, se llama Elena"_Melissa me habló.
"Mi querida Elena, te quiero recordar que soy la accionista mayoritaria de esta empresa y además la única dueña de cada uno de los negocios de los cuales tú te beneficias con un sueldo cada mes que fácilmente puedo cancelar"_ le hablé fuerte y claro.
Saco las garras la fiera. Hasta ahora, el tal Reinaldo no había hablado, pero la felicidad dura poco.
Espero que no te estés refiriendo a mí. Solo estoy siendo clara con las personas que creen que no puedo con esto. Si no, Julián nunca me hubiese dejado a cargo. Me levanté de mi silla.
Si me estoy refiriendo a ti, te eligió a ti porque los otros no sirven para nada y tú eras la única que te puedes medio hacer cargo de los negocios, incluso hasta de la supuesta mafia. Se acercó a mí.
Todos en la familia somos capaces de mandar en los negocios. Él me eligió a mí porque consideró que era lo mejor y no soy quien para oponerme a ello. Y si yo no soy quien, pues tú menos. Le dije con firmeza.
Claro, así son ustedes, los mafiosos groseros, que se llevan todo por delante_Me dijo con altivez. Todos murmuraron cuando dijo "mafiosos".
¿Quién te has creído tú para decir que nosotros somos mafiosos? ¿Acaso tienes pruebas? Porque si las tienes, las quiero ver. Y si no, te me vas porque no voy a soportar tus estupideces_ Le dije muy enojada.
No tengo pruebas, pero las conseguiré_ Me dijo señalándome. Los guardias se pusieron más cerca de la situación.
Es mejor que dejes de apuntar a la señora Salvatore con ese dedo_Uno de los guardias habló.
Dejen, no creo que quieras que te demande ahorita. Mira que hasta tengo un abogado aquí mismo. Por eso te digo que cuando tengas las pruebas, me las traes y ahí hablamos. Si no tienes más nada que decir, te pido que te retires de mi empresa y cuando necesites volver, que sea únicamente para hablar de negocios, no de falsas acusaciones y faltas de respeto_ Le indiqué que se fuera y lo hizo. Un guardia lo acompañó hasta la salida.
Y ese carácter, ni yo me lo conocía.