Sara es una mujer que piensa que su vida es perfecta, el marido perfecto, el empleo perfecto y una hermosa niña, hasta que un día su vida cambia y debe huir para protegerse a ella y a su hija, por lo que conoce a Esteban quien es un hombre que sufre en un matrimonio toxico y quien tiene un hijo a quien cuidar.
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Capítulo 23 - Que haces aquí
Llego a casa y estoy tentado a buscar a Samantha, solo verla hace que mis preocupaciones disminuyan, pero nada más entrar a a casa recibo una llamada y al ver el teléfono veo que es de uno de los bares de los que soy socio, respondo la llamada y el encargado me avisa que allí está Samira haciendo de las suyas.
Le digo que ahora tiene límite para las bebidas, solo dos botellas por noche, a lo que me responde que lleva tres ya que tiene compañía, entonces que comience a pagar por lo que consume, no pienso seguir pagando por sus excesos.
Por distintas razones comencé a notar que ella iba a los mismos lugares a tomar y a divertirse con sus amigos, por lo que me hice socio de cada uno de esos lugares, me salía más económico y podría tenerla vigilada, el problema surgía cuando no iba a los lugares de siempre, entonces no sabía dónde estaba ni que hacía y eso me preocupaba muchísimo.
Por lo visto no ha dejado la bebida, solo fue algo temporal y ahora que recayó lo hará con más fuerza, así que llamo a cada uno de los locales de los que soy socio y prohíbo que le den alguna a bebida sin que la cancele antes, se que va a poner las tarjetas de crédito al tope por lo que ya mañana cancelare cada una de las extensiones que tiene y de ahora en adelante deberá encargarse su padre de ella, de la vida irresponsable que ha llevado.
Luego de un buen rato haciendo llamadas y de tomarme par de pastillas para el dolor de cabeza en compañía de una coca cola bien fría me voy al jardín, es tarde y no tengo nada de sueño.
Me preocupa Samira y que vaya a suceder con ella de ahora en adelante, pero no pienso dar un paso atrás en las decisiones que he tomado, se que su padre comenzará a manejar su vida como se maneja a un títere y eso no me agrada para nada, pero lo peor es que ella misma no se deja ayudar y yo ya no quiero seguir llevándola a rastras, yo también quiero ser feliz y quiero vivir, quiero dejar atrás toda esta situación que no me ayuda en nada y que solo me ha hecho un hombre infeliz.
Hablando de felicidad, siento de pronto que tengo a alguien detrás de mi y cuando doy la vuelta es Samantha, aunque tiene cara de sueño me mira con esos ojos llenos de cariño y en lo que quiero verme en cada momento de mi día.
-No sabia si sacarte de tus pensamientos, así que preferí quedarme aquí hasta que te dieras cuenta de mi presencia - me dijo mientras se sentaba a mi lado con un vaso de agua en la mano y esas mini pijamas que siempre se ponía
-Gracias por hacerme compañía, aun sin saber que estabas allí - intentaba no parecer que estaba triste
-Me desperté y cuando vi la me acordé que no te había visto llegar, así que baje a ver si estabas aquí ya que note que no estabas en tu habitación y el carro está estacionado - vi como volteaba a otro lado cuando decía que me había buscado en mi habitación
-¿Fuiste a buscarme a mi habitación? No puedo creerlo y ¿que me ibas a hacer? - su cara era de vergüenza
-Nada, era solo que estaba preocupada por ti - estaba roja
-Es bueno saber que alguien se preocupa por mi, solo estaba pensando en algunos problemas que han surgido y en otros que estaban por aparecer - no quería entrar en detalles para no agobiarla
-Si necesitas alguien con quien hablar sabes que puedes contar conmigo - puso su cabeza en mi hombro y me abrazó
Es la primera vez que me siento protegido por otra persona y se siente super bien, no sabía lo mucho que necesitaba ese abrazo hasta que me lo dio y puedo decir que en ese momento sentí que podía con lo que estaba sucediendo y un poco más.
Yo también la abracé y nos quedamos así un rato más, hasta que de pronto comenzó a llover y me acordé del miedo que le tiene Estefan a los truenos por lo que le dije que lo mejor era subir.
Al llegar a la habitación Estefan estaba despierto buscando a Samantha por todos lados y cuando la vio se le lanzó a los brazos, ni siquiera se dio cuenta de que yo estaba allí, solo tuvo ojos para ella y ella lo tomó en su brazos, pude ver como ponía su cabecita en su pecho para volver a dormirse.
Ella lo llevó a su cama donde dormía con Alexia, se acostó con él y yo solo los veía, en realidad ella parecía más la madre de Estefan que Samira, eso me ponía un poco triste y hasta me molestaba, pero a la vez me alegraba el haberle conseguido a mi hijo una persona que le diera tanto cariño.
Samantha trataba a Estefan no como una niñera sino como una madre trata a un hijo y eso era lo que más me gustaba de ella.
Le pedí permiso para acostarme con ellos en la cama y después de ponerle ojos de cachorro accedió, aunque la cama no es muy grande nos arreglamos bien, porque obviamente ella no quiso ir a mi cama.
No sé en qué momento me quedé dormido y supongo que ella también, cuando me desperté ya estaba amaneciendo y me fui a mi habitación, no quería que nadie me viera salir de su habitación.
Cuando me levante noté que la habitación de Samira estaba abierta pero no le presté atención, como tenía sueño me fui a mi habitación y me acosté un rato más ya que debía ir a la oficina más tarde, aunque me quedaban unos minutos más de sueño.
Estaba durmiendo de lo mejor y siento que hay alguien en mi cama, será que Samantha me extrañó y vino a hacerme compañía, me volteo a abrazarla y veo unos cabellos rubios en mi cama que hacen que me levante sobresaltado.
-¿Samira que rayos haces aquí? - grito con todas mis fuerzas.
, se supone que andabas en ña calle allá hubieras tomado algo porque no debiste llegar tarde osea muy tarde después de ñas 6pm