Esta es una historia en la que puedes encontrar suspenso, emoción, locura y mucho amor. historia desde su adolescencia
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¡Si llego!
Cayendo la noche, decidieron prender las velas del pastel y comenzaron a cantar con emoción ”El cumpleaños".
En ese preciso momento, entre aplausos y risas, sentí unas manos que rodearon mis hombros y seguido dijeron cerca a mi oído:
- ¡Feliz cumpleaños nena! estas... Preciosa.- su voz se oía mas sexi que nunca.
Mi cuerpo quedó inmóvil, mis piernas me hormigueaban, mi corazón iba a estallar de lo rápido que latía.
¡A ver pendeja reacciona! Que le vas a decir a ese bom bom, mira que sí llego.
El subconsciente definitivamente no es mi amigo.
- ¡Viniste!, pensé que hoy no te vería.- Dije en voz baja, sintiendo como el calor subía cada vez más en mi rostro.
- ¡Como no felicitarte personalmente! Hoy es un día muy especial, Por fin llegó el momento de cumplir mi más grande deseo.-
Me quedé en completo silencio, no sabía que contestar, solo sabía que cada palabra que salía de su boca me erizaba la piel.
- ¡Majo!,sopla las velas.- Dijo Mary, sacándome de mis propios pensamientos.
-.¡La que vas a soplar mañana la disfrutarás mejor!.- Dijo cerca a mi oído, haciendo que mi cuerpo ardiera aún más.
- ¡Bernart no la distraigas! .- Dijo Maicol riendo.
El chico estaba ansioso por comer pastel.
Esta vez no pedí ningún deseo, sople las velas y comenzaron los camarógrafos a tomar fotos por todo el lugar con los invitados.
Luego las personas bailaron un poco y comenzaron a retirarse una a una.
Sobre las 10:00 pm ya estaba prácticamente sola la casa, Quedaban El Sr Andrés, La Sra Lucy, Maicol, Mary, Bernart, Jhon, Julián, mi madre y yo.
Extrañamente, Mary no estaba con su novio pegajoso al lado, ella estaba algo rara pero no podía ser tan imprudente de sacarla de en medio de su familia para averiguar que le sucedía.
- ¡Bueno!, al parecer solo quedamos las dos familias vecinas, así que aprovechemos para tomarnos un trago más.- Dijo mi madre bastante entonada.
Nos tomamos ese trago, y de un momento a otro todos resultaron hablando como si se conocieran de toda la vida. Justo en ese momento llame a Mary a un lado.
- Mary, acompañame al jardín ¿Quiero hablar contigo?.-
- ¡Claro cumpleañera!, vamos.- Me agarró de gancho y salimos.
- ¿Que te pasa? ¿Porque no estás con el pegote a tu lado?.-
- ¡No me hables de ese maldito imbécil!.-
- ¡Pero si estaban muy animados al inicio de la fiesta!.-
- Sí, Pero cuando salí de la piscina en busca de él, lo encontré en uno de los baños hablando con un maldita por teléfono y no sabes todo lo que le decía.- Comenzó a llorar con tanto sentimiento que no podía ni respirar.
- ¡Ay amiga! Siempre te sucede lo mismo... Ese chico es un niño, no sabe lo que es valorar a una persona.- La abracé y consolé cómo cuando a un niño le quitan su dulce.
- Pero ¿sabes qué?... La vida está hecha para gozarla Majo, así que a ese imbécil no lo voy a volver a ver jamás y en cambio mi hermosa vida sigue, así que hay que disfrutar al máximo de ella.- Se secó sus lágrimas, luego fue al baño, lavo su cara y retoco su poco maquillaje, salió sonriendo, ¡Como si nada hubiese sucedido!.
Definitivamente esa era mi increíble, única e inigualable amiga, un rato está triste y al otro completamente feliz.
Volvimos a la reunión y ellos estaban super animados riendo y hablando.
de repente todos estaban bailando, hasta Mary estaba muy sonriente divirtiéndose con Julián Maicol estaba metido en su Nintendo, y Bernart estaba parado junto a una ventana bebiendo un trago de whisky.
Quise acercarme pero me contuve.
Decidí salir sola hacia el jardín a beber un cóctel que había pedido.
Comencé a caminar y encontré una banca de madera en medio de unos árboles y varias flores, no las pude detallar porque estaba algo oscuro.
Me senté y comencé a retroceder todo lo que había sucedido este día, me reía en voz alta, solo de recordar las locuras de mi madre.
Debo decir que fue la mejor celebración de cumpleaños, tanto así que me siento muy cansada.
Cerré mi ojos un momento, y estando allí, en esa tranquilidad alcancé a conciliar el sueño.
No sé si fueron segundos, minutos, horas... Lo que se es que cuando desperté estaba en medio de los brazos de Bernart.
De un brinco me aleje de él.
- ¡Dios! Me quedé dormida.- Supongo que mi cara es lo más terrible que está viendo este hombre.
Me agarró en sus brazos y me pegó a su pecho.
- Shhhh, Tranquila, fueron unos cuantos minutos nada más.- Dijo poniendo su mentón sobre mi cabeza.
- ¿Qué hora es, y que pasó con la gente?.-
- Están bebiendo mucho, tu mami y Jhon se fueron disque a dormir y mi madre y mi padre están que bailan y Mary encontró juguete nuevo, está feliz hablando con Julián.-
- ¿Mi madre se va a quedar acá?.- Puse cara de enojo.
- Dejala, se ve que está muy feliz con Jhon.-
- Sí, eso no te lo puedo discutir, a simple vista se ve que se aman.
- Hermosa, yo me voy a llevar a mis padres y a Maicol,¿Estarás bien?.-
- Pero tú no puedes manejar, haz bebido mucho.-
- Tranquila ya vienen a recogernos.-
- ¿Será que puedo ir con ustedes? Obviamente que me dejen en mi casa, la verdad yo no conozco este lugar y no quiero quedarme sola por acá, además Julián está bastante tomado también y el es el único que me acompaña.
- ¡Claro preciosa! Vamos y alistas tus cosas.-
Nos levantamos de la banca y entramos a la casa.
Al llegar ya estaba todo en completo silencio.
- ¿Y mi padres que se hicieron?.- Pregunto Bernart a Maicol.
- Ellos se fueron a dormir, Julián les indico donde y ya están descansando y yo también ya me voy a dormir, acá tienen unos cuarto super increíbles.-
- ¡Bueno chino! que descanses.- Dijo Bernart.
- ¡Chao Majo! - se despidió y subió las escaleras.
- ¿Y Mary?.- Me pregunto Bernart.
En eso entraron Mary y Julián agarrados de gancho.
- ¡Majo!, ¡Bernart! ¿Que van a hacer?.- Pregunto Mary.
- Vamos para la ciudad y tú vienes conmigo.-
- Claro Bernart, justamente estaba buscando a Pedro, el es uno de los choferes de la casa, ya le pedí que nos lleve.- Dijo Julián muy educadamente.
- Yo solicite un auto para que nos recogiera pero el idiota no llego.- Bernart se veía algo serio.
- ¡fresco!, vamos en la camioneta que ya está lista afuera, ¡vamos chicas!.-
Agarré todos los paquetes de los regalos para meterlos a la cajuela del auto, los chicos me ayudaron y salimos rumbo a casa de Nuevo.
- Julián, ¿Te vas a devolver o te quedas en mi casa?.- pregunte sin dar importancia.
Justo en ese momento sentí que Bernart apretó mi brazo haciéndome poner algo molesta.
- Pensaba ir a mi apartamento, pero si no hay problema me quedo en tu casa, así me evitó pasear más.- sonrió
- Bernart, deja esa cara de Ogro, hagamos una cosa, quedémonos todos con Majo, a fin de cuentas nuestros padres llegarán mañana por hay al medio día, y eso.- Dijo Mary muy emocionada.
-.Bueno, decidan ustedes.- Dije y con esto dimos fin al tema.
En el camino Julián y Mary se quedaron dormidos profundamente.
- ¿Tanta confianza le tienes a este chico?.-
Pregunto Bernart con una mirada muy seria.
- ¡Por supuesto que sí!. Él es como mi hermano, y te aclaro que no es la primera vez se queda en mi casa, así que no pienses mal por favor.-
- ¡Lo siento! Es solo que no quiero que corras ningún peligro.-
- Con el no corro ningún riesgo, al contrario, él me cuida.-
Me abrazó y plantó un beso en mi cabeza, así estuvimos todo el resto del camino, sin decir nada.
- ¡Chicos! vamos... Llegamos a casa.- Dije moviendo a ambos.
Julián abrió bien los ojos y agarró con cuidado a Mary para ayudarla a bajar porque iba algo adormilada.
Bernart me dio la mano y me acompañó a abrir la puerta, ellos entraron y se recostaron en el sofá.
quedando dormidos de nuevo.
- Los tragos los doparon.- Dije sonriendo.- Voy a subir a buscar una cobija para abrigarlos.-
- ¿Los dejaremos ahí?- Pregunto Bernart asombrado.
- ¡Claro! ya no los movamos más, están cansadisimos.-
Fui por la cobija, baje, los abrigue y fui a la cocina en busca de agua con hielo, tenía mucha sed.
- ¿Quieres beber algo?.-
- Si, dame un vaso de agua con hilo.-
Bebimos el agua en completo silencio.
- Bueno, subamos a descansar.- Dije sonando muy tranquila.
-.¿Me estás invitando a dormir contigo?.-
- Tienes dos opciones, una dormir conmigo y otra quedarte en el cuarto de huéspedes, ¡Tú decides!.-
Dicho eso, subí las escaleras, sentí sus manos rodear mi cintura.
- ¡Veremos que decido!.-
Abrí la puerta de mi cuarto y entre, él se quedó parado en la entrada. procedí a quitar mi chaqueta y luego mis tenis, entre al baño y quite el resto de mi ropa para luego poner mi pijama.
Esta era un short muy corto en seda con una blusa de tirantes color negro.
solté mi cabello, lo peine y salí.
Al salir quedé paralizada al ver a ese hombre sin ropa acostado bajo mis cobijas, viéndome de arriba abajo.
- ¡Creo que vamos a dormir delicioso!.- Dijo con sus ojos más brillantes de lo normal.
- Me acosté a su lado quedando boca arriba, mi corazón latía aceleradamente, mi respiración se entrecortaba seguido.
De repente sus brazos me abrazaron acomodándome de lado y poniendo mi cabeza sobre su pecho. ¡Su aroma me embriaga cada vez más!.
- Que descanses hermosa.-
- Buena noche Bernart.-
Y estando en brazos de este adonis, caí en un sueño completamente profundo.
sucede