Estrella Rota

Como todo resultó muy fácil y rápido con Román, y oficialmente yo nunca fui presentada como su novia, no había mucho que explicar, y el tío creyó que lo mejor era desechar a Delia, ya tenían lo que querían y no estaban dispuestos a cumplir con sus promesas, así que le mando solo un mensaje al celular diciéndole que estaba despedida, que le depositaria su liquidación y que desocupara el departamento, ella no podía creer que se hubieran aprovechado de ella, pero al fin se había vengador de mí, se hospedó en un hotel muy modesto y no se le ocurrió a quien recurrir, ya que ni amigas tenía por su mal carácter, pero ya lo pensaría después, ya que le depositarán la liquidación, que ella pensó sería jugosa, después de la información que les brindó.

Al otro día checo su cuenta y tenía un depósito no muy grande, qué no le alcanzaría para más de dos semanas, así que intentó comunicarse con su ex jefe, este solo le contestó qué si no quería ir a la cárcel por estafadora, no lo buscará más.

Se le ocurrió entonces ir al pueblo a buscar a su papá, y eso hizo, pero cuando estuvo delante de él, y le explicó quien era, este solo le dijo que los hijos de las prostitutas no tienen padre, se dio la vuelta y se fue, ella se quedó llorando y no supo que hacer, vago por un par de días en el pueblo, por si él recapacitaba, pero nada, así que decidió ir a la ciudad a buscar a sus amigos, pero nadie contestaba sus mensajes, después de que todos vieran la grabación de su última fiesta con tres tipos y de la golpiza que le dieron, ninguno quería problemas. Cada vez le quedaba menos dinero y presentarse de nuevo en el departamento no era una opción para ella, buscó trabajo, y lo único pudo encontrar fue limpiando mesas en una fondita, donde comía y le pagaban muy poco, pero no tenía donde dormir, estaba desesperada, y de repente se acordó de Fernando, él era bueno y la ayudaría.

Le escribió un mensaje saludándolo, y cuando él lo recibió, dudó en contestar, pero la curiosidad le ganó, tal vez era lo que necesitaba para volver a acercarse a mí, y sin pensarlo más, le respondió el saludo, ella le dijo que si se podían ver, y él aceptó, se encontraron en un café y en cuanto lo vio, se puso a llorar, el no sabía la razón, pero la abrazo confortándola, cuando ella se calmó, le explicó su situación, le dijo a su manera que no era hija de mi papá y que por eso las, cosas se pusieron difíciles en casa, que al final la corrimos y que no queríamos saber nada de ella, y debido a su depresión la corrieron del trabajo. Fer no podía dejarla así, tampoco podía ofrecerle su casa, ya sabía que era una persona conflictiva, y hasta no saber la verdad, tenía que confiar en ella, pero con reservas, le consiguió un cuarto en una casa de huéspedes y pagó por adelantado por un mes, así ya no se vería tan presionada, la instaló y le dijo que se verían al otro día por la tarde, que mientras él veía que le podía conseguir de trabajo, continuará en la fonda, obviamente ella lo haría, era lo único que tenía por el momento y ahí comía.

Saliendo del lugar, Fernando se fue a descansar y planeaba hablar con Delia al siguiente día, para ver realmente que había pasado.

Por mi parte, tampoco estaba bien, estaba sanando de la golpiza que me dio Román, tuve que ir al hospital, ahí dije que me asaltaron y quisieron abusar de mí, pero que no lo habían hecho, así que si no presente denuncia, no había escándalo, obviamente renuncié por correo a la televisora, y me encerré a lamentarme, perdí todo por lo que luche tanto, y ni siquiera valió la pena todo lo que tuve que hacer para llegar, por lo menos Ana estaba bien y económicamente teníamos una estabilidad, el futuro no se veía tan mal, pero yo no quería terminar así, si no hubiera sido por Delia, tal vez si me hubiera casado, y nada se hubiera sabido. Tal vez es la manera en que la vida me está cobrando los favores que me hizo, tal vez es lo que me merezco, pero me desespero al pensar en que llegué a mi meta y no pude mantenerme, ahora ya no tengo derecho a soñar, mi pasado me ha condenado.

Román está enojado, con todo el mundo, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver, él sabía desde un principio que no era una persona de moral intachable, así nos conocimos y así me aceptó, o eso pensé yo. Ya no hay vuelta atrás, después de lo que me hizo, tampoco lo quiero volver a ver, ya se cumplió mi destino de quedarme sola, pero sin fama ni fortuna.

Fernando habló con Delia y logró hacer que le dijera la verdad a medias y enmarañada, pero él era bueno atando cabos, así que ya tenía una idea en general de lo ocurrido, él no sabía que estaba en planes de casarme, cosa que lo puso triste, pues el todavía guardaba la esperanza de que la vida nos volviera a reunir, y por eso cuando se enteró de que terminé con Román por intervención de mi hermana, supo que hizo bien en ayudarla, y ahora tenía una excelente excusa para visitar el departamento y tantear las aguas.

Se presentó inmediatamente en nuestro hogar, según el para hablar con mi mamá, y fue recibido por ella, yo me encerré en mi cuarto para que no me viera, me daba vergüenza el estado en el que estaba, Le contó a mi mamá como y donde estaba Delia, y mi mamá le agradeció, pero también le contó como realmente se fue de la casa, lo que hizo y lo que provocó, le tuvo que decir la gravedad de la golpiza qué recibí y el motivo, el escucho horrorizado, el no conocía esa parte de mi, de inmediato pregunto como me encontraba, y mi madre le dijo que estaba mejor pero no recuperada al 100, quiso verme y se lo negaron, diciendo que estaba descansando y no quería ver a nadie. No insistió, se despidió y se fue a casa pensando, en por que la sociedad es tan terrible con las mujeres, y muy molesto con Román, porque según el nada justifica la violencia que ejerció contra mi.