El Olvido No Es Suficiente..!

Después de que las empleadas le peinaran el cabello y la ayudaran a maquillarse ligeramente, Sofía se sentía extremadamente nerviosa y ansiosa, ya que Lucius estaba a punto de llegar por ella.

Cuando la noche cayó, Lucius finalmente arribó a la casa.

La duquesa está lista. Dijo lucius dejando su portafolio.

—¡La duquesa está lista, señor! —anunció una de las empleadas, esbozando una sonrisa, pues Mónica le había encargado a todas las empleadas que ayudarán a Sofía a verse hermosa para lucius.

En ese preciso momento, Sofía comenzó a descender las escaleras. Llevaba puesto un vestido ajustado que resaltaba perfectamente sus curvas, mientras que su rostro, cuidadosamente maquillado, la hacía parecer un ángel de belleza extraordinaria. Sofía dejó a Lucius completamente sorprendido.

Lucius tragó saliva, fijando su mirada en ella.

—Ya es tarde, deberíamos irnos de una vez —comentó Lucius, mientras la contemplaba, sintiendo una mezcla de nervios por su belleza.

Sofía lo observó atentamente mientras las empleadas la ayudaban a abrocharse el abrigo, ya que la temperatura comenzaba a descender notablemente.

Lucius se acomodó en el carruaje después de que Sofía entrara. Para él, el silencio que reinaba en el interior del vehículo se volvió incómodo, mientras que para Sofía, observar el paisaje que pasaba velozmente por la ventana era una experiencia extraordinaria. Sus ojos estaban fijos en el exterior, absorbiendo cada detalle de lo que la rodeaba.

“¿Qué sucede? ¿Nunca habías salido antes?” preguntó Lucius, rompiendo el silencio con curiosidad.

“No,” respondió Sofía con una voz suave, casi susurrante.

Todos en este lugar piensan que somos la pareja ideal, así que eso es lo que vamos a hacer. Por esta noche, fingiremos que todo está en orden entre nosotros, dijo Lucius mientras la miraba intensamente. Sofía, por su parte, simplemente asintió con la cabeza, mostrando su conformidad con los planes de él.

Al llegar al lugar, Lucius fue el primero en descender del carruaje. Como era de esperar, cuando Sofía finalmente hizo su aparición al bajarse, todas las miradas se dirigieron hacia ella. Su presencia era tan magnética que capturó la atención de todos los que estaban presentes, creando una atmósfera tensa en el ambiente.

Lucius, con un gesto protector y familiar, la tomó de la cintura. Este contacto inesperado hizo que la respiración de Sofía se volviera irregular, intensificando su nerviosismo ante el gran número de personas que los rodeaba. Su corazón latía con más fuerza mientras se sentía expuesta a la observación de los demás.

Una rubia de gran sonrisa se les acercó a ambos.

Hermanito, que milagro verlos por acá.!_ dijo Martha, saludando a ambos con un beso en la mejilla.

Hermana que bueno que están aquí, toda esta gente parece buitres.!_ dijo lucius.

Tranquilos vamos por acá.!_ dijo Pedro el esposo de Martha llevándolos asta unos palcos separados de todos.

Sofía estaba demasiado nerviosa y más aún que los zapatos le resultaban incómodos por la altura no podía caminar correctamente.

Los cuatro tomaron asiento, y Sofía dirigió su mirada hacia Martha, quien se había puesto unos lentes para poder ver bien los detalles lejanos. Observando que todos los demás también los llevaban puestos, Sofía decidió probarlos. Al ponérselos, quedó maravillada; la escena que tenía delante aparecía tan nítida y cercana que la sorprendió por completo.

En esa ocasión estaban disfrutando de El Cascanueces, un clásico que se representaba cada temporada navideña y que siempre atraía a la gente adinerada. Era un espectáculo esperado por muchos, una tradición que nunca fallaba.

Mientras tanto, Lucius observaba a Sofía con atención. Era evidente que nunca antes había presenciado algo así. Su rostro se iluminaba con una mezcla de asombro y alegría genuina, como si estuviera experimentando algo completamente nuevo y mágico. A medida que la actuación llegaba a su conclusión, Sofía no pudo evitar sentir una profunda emoción, hasta el punto de que se le escaparon un par de lágrimas, mortales de felicidad y admiración.

Lucius, permitamos que las chicas se conozcan un poco mejor. ¿Te parece si vamos por un trago? propuso Pedro, el esposo de Martha.

Claro, está bien, respondió Lucius, sintiéndose algo nervioso ante la idea de dejar a Sofía sola con su hermana. Le preocupaba que pudiera decirle algo que no fuera conveniente.

“Sofía, qué gusto conocerte. Eres realmente hermosa, ahora entiendo por qué mi hermanito decidió casarse contigo,” exclamó Martha mientras sonreía y acariciaba suavemente su pancita de embarazada.

“¿Cuánto tiempo tienes?” preguntó Sofía, mirando con curiosidad su abultada barriguita, recordando que una vez en el orfanato había ayudado a otra joven a dar a luz a su bebé.

“Hoy cumplo ya los nueve meses, así que en cualquier momento estaré dando a luz a mi bebé,” respondió Martha, iluminándose con una gran sonrisa.

“¿Puedo tocar?” preguntó Sofía, entusiasmada.

“¡Sí, por supuesto!” contestó Martha, sorprendida por la solicitud, ya que era inusual que alguien le pidiera ese gesto.

Llegará en dos días, comentó Sofía mientras acariciaba su pancita. Martha la miró con asombro, porque precisamente eso mismo le había dicho el doctor en su última consulta.

¡Pero tú estudiaste medicina, Sofía!, preguntó Martha, aún estupefacta y con los ojos muy abiertos. Era sorprendente cómo el simple roce de Sofía sobre su abdomen parecía movilizar a su bebe.

Para nada, solo que la madre Yolanda, que estaba a cargo del orfanato, me enseñó todo lo que sabía, comentó Sofía.

Martha, sorprendida, no tenía idea de que Sofía había crecido en un orfanato, así que se quedó reflexionando sobre esto.

Pero ustedes ya están pensando en tener hijos, ¿verdad? Mi bebé necesitará un primo con quien jugar y crecer juntos. Aunque, ¿qué cosas estoy preguntando? ¡Si ustedes todavía están en su luna de miel! Cuando yo estaba de luna de miel, mi esposo no me dejaba salir de la cama, dijo Martha con una sonrisa divertida.

Pero se le borró al ver que Sofía, puso una cara como si no entendiera de lo que estaba hablando.

Sofía, tu y hermano si han estado juntos verdad.!?, sabes a lo que me refiero?_ pregunto Martha

Sofía se quedó callada, no entendía por qué era tan importante que ellos durmieran juntos.

Por dios no puede ser que nadie te lo hubiera dicho, te diré que es lo que tiene que pasar entre lucius y tú, con razón ambos tienen esa cara de aburrimiento.!_ dijo Martha tomando de la mano a Sofía para apartarse de la gente en un balcón del lugar.

No entiendo de lo que usted me habla.!_ dijo Sofía.

Por favor dime Martha, ahora escúchame Sofi, en cuanto llegues a casa con lucius, buscarás en el armario ahí un cajón asta bajo ahí comúnmente las empleadas guardan ropa muy sexi para que los uses con tu esposo, el te mirara y se te acercara para besarte y tocarte, tu cuerpo temblará y sentirás un poco de dolor la primera vez, pero después lo disfrutaras demaciado, verás que cuando eso suceda ambos estarán conectados, aunque mi hermano es un odioso, arrogante tiene buen corazón, aunque muy tonto para no hacer esto contigo eres hermosa.!_ dijo Martha poniendo nerviosa a Sofía.

En ese momento un par de hombres se acercaron a ambas.

Buenas noches, Martha no conocemos a tu hermosa amiga.!_ dijo uno de los hombres con una sonrisa genuina de piel morena, mirando a Sofía haciéndola sonrojar.