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Hasta Que Nuestras Vidas Se Apaguen

Hasta Que Nuestras Vidas Se Apaguen

Status: En proceso
Genre:Amor a primera vista / Dominación / Malentendidos / Diferencia de edad / Pareja destinada / Casada con el millonario
Popularitas:11.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Marîana Ibañéz

Alejandra quien a sus 5 años fue alejada de su padre por el echo de ser la hija de una empleada y nacida fuera del matrimonio. La quiso proteger de la humillación y del maltrato, la llevó a vivir a Colombia con su familia materna. La cuido y velo por ella desde la distancia sabiendo que era la hija de su gran amor. Después de 20 años creció como una hermosa mujer, educada y valiente. Una hermosa joya... quien será la presa de un delicioso hombre que la absorberá y amará hasta que sus vidas se apaguen.

NovelToon tiene autorización de Marîana Ibañéz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La espera terminará.

El sonido del cuero golpeando se mezcla con el eco de la respiración agitada de Callahan. Está sin camisa, los nudillos rojos, sudor deslizándose por sus hombros tensos. El saco de boxeo rebota con cada embestida, como si quisiera devolverle los golpes pero no pudiera.

Hace horas que no duerme. En realidad, hace días. Pero hoy… hoy es distinto.

Hoy es el día.

Cinco malditos días. Cinco días en los que ha contenido esa necesidad voraz de ir por ella. De tenerla al frente. De hacerla hablar. De oler su perfume y leer en sus ojos si lo odia, si lo desea, si lo recuerda.

Golpe. Golpe. Golpe.

Su mandíbula está tensa, la mirada afilada.

La puerta del gimnasio se abre sin permiso. Callahan no se gira. Ya sabe quién es.

Miles. Vestido con su discreto traje oscuro, sin corbata, los pasos silenciosos. En sus manos, una botella de agua fría y una toalla blanca perfectamente doblada.

Callahan se detiene. Apoya la frente en el saco. Respira hondo. Luego se da la vuelta, sin disimular su agotamiento.

Toma el agua, le da un trago. Le arrebata la toalla.

— Habla. — Es lo primero que sale de su boca. Miles no se inmuta. Está acostumbrado a la manera ruda en que su jefe exige todo. Pero no por eso deja de cuidarlo como un hijo. Como el único que realmente importa en esa jodida casa.

— Están todos listos. El equipo de seguridad salió hace una hora. El chofer ya está en camino. Y… — Pausa. — Smith llamó otra vez anoche. Callahan lo mira. Fijo.

— ¿Y?

— Sigue insistiendo en hablar contigo antes del encuentro. Pero le dije que hoy no vas a atender a nadie. — Breve pausa. — Ni siquiera a él. — Callahan asiente una sola vez. Se seca el sudor del rostro con la toalla, camina hacia una de las ventanas del gimnasio, donde la ciudad comienza a despertar.

— ¿La tienen vigilada?

— Siempre. Pero sin invadirla. Como pediste. Nadie se ha acercado. Nadie la ha tocado. Ni siquiera ella sabe. — El silencio se hace espeso por unos segundos. Callahan aprieta la mandíbula y la suelta lentamente.

— Cinco días, Miles.

— Lo sé.

— Hoy no me importa nada. Ni las reglas. Ni el puto contrato. Ni su apellido. — Mira a Miles, con una frialdad asesina. — Si su padre aparece hoy a joder, lo entierro antes del almuerzo. — Miles ni parpadea. Sólo baja la mirada y asiente.

— Entendido. — Callahan toma su celular. Mira la hora. Aún falta. Pero no se moverá hasta que el reloj lo marque.

Hoy va a verla. Hoy va a saber si lo que lo desvela todas las noches tiene nombre, tiene voz, tiene rostro.

Y si la respuesta es sí...

Entonces el infierno está a punto de desatarse.

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En Medellín...

— No puedo creer que esté haciendo esto. — Murmuró Alejandra, ajustándose la chaqueta mientras miraba el pasaporte entre sus manos.

— Todavía estamos a tiempo de echar para atrás — Susurró Camila, bajando la voz mientras caminaba a su lado. — Nos metimos en esto porque tú querías respuestas… pero si no estás segura, vámonos.

— No, ya no. Si me devuelvo ahora, no voy a tener paz. Necesito mirarlo a la cara… aunque sea una sola vez. — Respondió Alejandra, tragando saliva. Sus ojos barrían el aeropuerto, buscando la puerta de embarque.

Pero antes de que pudieran avanzar más, tres hombres de traje oscuro se interpusieron en su camino.

— Señorita Alejandra. — Dijo uno de ellos con tono firme. — Su padre ha hecho arreglos. El jet privado está listo para despegar. Las estamos esperando. Por aquí, por favor. — Alejandra se congeló.

— ¿Qué? ¡No! Nosotros tenemos nuestro vuelo. — Respondió, dando un paso hacia atrás. Camila se puso delante de ella instintivamente.

— ¿Quiénes son ustedes? ¿Dónde está la policía del aeropuerto?

— No hay necesidad de alarmarse. Esto es solo un cambio de planes por seguridad. — Intervino otro de los hombres, acercándose. — Nadie quiere que algo le pase. El señor Smith insistió en que llegaran a salvo.

— ¿Por qué a salvo? ¿Qué demonios está pasando? — Espetó Alejandra, nerviosa, pero con la voz firme. Los hombres ya estaban rodeándolas.

— No tenemos tiempo para discutir. El jet debe despegar en quince minutos. Señorita Camila puede acompañarla, si esa fue la condición. Todo está preparado.

— ¿Y si me niego? — Soltó Alejandra, mirando con rabia contenida.

— Entonces nos vemos obligados a escoltarla igual. No queremos eso, ¿Verdad? — Camila agarró su mano con fuerza.

— Ale… estamos juntas. Vamos. Esto se está poniendo feo aquí, y no quiero que esto termine peor… — Alejandra respiró hondo. Sintió una mezcla de rabia, miedo y traición. Pero también… una necesidad brutal de terminar con esa angustia que la acompañaba desde que aceptó este viaje.

— Está bien. — Dijo finalmente, con la voz tensa. — Pero si esto es otra jugada sucia de ese hombre, se va a arrepentir. Vámonos, Camila. — Las escoltaron en silencio, rodeadas. Al salir por una puerta lateral, el jet estaba encendido, listo. El rugido de los motores no era nada comparado con el estruendo que Alejandra sentía en el pecho.

Mientras subían las escaleras, Camila le susurró:

— Sea lo que sea lo que te espera allá… yo estoy contigo, ¿Sí? — Alejandra no respondió. Apretó más su mano, y entró al jet sin mirar atrás.

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EEUU

— Tenemos un problema. — Callahan alzó la mirada sin levantar la cabeza por completo. Estaba revisando unos documentos cuando Miles entró sin tocar.

— No entras así si no es grave. — Gruñó. — Suelta.

— Interceptaron a Alejandra en el aeropuerto. Gente de su padre. Estaban listas para tomar el vuelo comercial, pero la sacaron por la fuerza. Se la llevaron en un jet privado. — Callahan cerró la carpeta con fuerza y se quedó en silencio unos segundos. No preguntó más. Solo lo miró.

— ¿La tocaron?

— No lo sabemos. Pero Camila también iba con ella. Están juntas. La sacaron como si fueran rehenes. — Callahan se levantó de la silla. No dijo nada al principio. Caminó hasta la ventana, se apoyó con las manos en el marco y luego giró, frío.

— Ese viejo hijo de puta cree que me va a pasar por encima. Que puede mover a Alejandra como una ficha más. — Miles solo lo observaba. No se atrevía a decir nada. — Le voy a enseñar que no se juega así conmigo. ¿Ya sabes dónde van a aterrizar?

— Estoy en eso. El plan de vuelo es privado, pero hay formas.

— Muévete. No me importa si tienes que hackear medio sistema de aviación o pagarle a un piloto. Necesito saber dónde bajan. Y vamos a llegar antes que él. ¿Quedó claro?

— Sí, jefe.

— Y otra cosa. — Callahan se acercó. — Que nadie la toque. Que nadie le mienta. Quiero hablar con ella yo. Antes de que ese cabrón le llene la cabeza con sus cuentos.

— ¿Quieres que la traigan?

— No. Quiero estar ahí cuando aterrice. Quiero que sepa quién la está protegiendo… y quién la está usando. — Miles asintió, listo para salir.

— Ah, y Miles… — Callahan lo detuvo antes de que cruzara la puerta. — Si ese viejo la vuelve a tocar sin mi permiso… le entierro el puto jet con él adentro.

1
Mary Ney
Escritora si puedes por favor más capítulos /Smile/
Mary Ney
Que bueno que Alejandra no se calla nada/Smile/
Mary Ney
Que votos tan hermoso de ambos salidos desde corazón /Smile/
meidi aguiar
Elvira las pagarás con creces
Alicia Balseca Triana
muy bueno
mariela
Elvira Monteverde firmaste tu sentencia de muerte porque Graham no te perdonará lo que hiciste mandar a secuestrar y drogar a Alejandra es haber desatado al demonio mismo.
Y ella pensó que sería fácil desaparecer a Alejandra y Graham no la iba a encontrar y lo hizo habrá boda con todo lo que pasó porque así lo decidió él.
Yadira Martínez Pérez: Y ella cree que el no sabrá la verdad
total 1 replies
mariela
Lo que hace el despecho y la envidia Elvira secuestro a Alejandra y no se imagina el infierno que desató y lo peor es que cree que no la descubrirá pero siempre hay alguien que se le sale algo y fue el nombre y Alejandra lo oyó y recordará.
Mary Ney
Que le digan que fue Elvira ese nombre tiene que salir escritora demasiado bueno capitulo queremos más /Smile/
Mary Ney
Gracias escritora por el capitulo esta bueno si un tiburón no la encuentra es un pecesito
Zenia Carolina Coffi Mata
por favor un maratón, está muy lenta y cuando más emocionante está la novela🙏
E.G 💞
Dioooos escritora necesitamos mataron /Pray/
Mary Ney
Calladita se llevó! Alejandra eso te enseñará que no hay enemigo pequeño tiburo nunca se dejan cabo suelto, más capítulos por favor /Smile/
Yulianni Casanova
me encanta tu novela por fa más capítulos
mariela
Alejandra estás con la emoción a flor de piel con esas mariposas revoloteando y ahora con ese regalo para tu luna de miel eso será apotiosico te casas enamorada de un Graham que pone todo a tus pies.
Hay Camila pareces una mona guindando en el palo de Bruno jajaja.
Mary Ney
Escritora que exquisito es ese hombre me mata por favor otro capítulo /Smile/
mariela
Elvira Monteverde la resentida que se siente desplazada y despreciada por Graham y como toda despechada a quien va a atacar no será a su amor frustrado sino a Alejandra el problema será que se lo echará de enemigo y eso será una guerra
mariela
Me encanta que sean pareja Graham está poniendo a sus pies todo lo que posee porque adora a Alejandra es su complemento, su paz, su tranquilidad y su alma gemela se la llevo a su casa para dormir y sentirla a su lado me encantó este capítulo.
mariela
Que posesivo y egoísta es Graham quiere ser el universo y que Alejandra gire alrededor de él nada más está enamorado hasta los huesos porque el reclamo vino con nalgadas de castigo que a ella le pareció placenteras que tal.
Claro que queremos saber cómo le hicieron ese chupetón a Camila avisa si ya está en el grupo.
Mary Ney
Hay callahan te juntas te con psicópata lo Alejandra será el blanco más capítulos /Smile/
Yadira Martínez Pérez
La muerte es lo que va a encontrar
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