Isabella es la hija del Duque Lennox, educada por la realeza desde su niñez. Al cumplir la edad para casarse, es comprometida con el Duque Erik de Cork, un hombre que desconoce los sentimientos y el amor verdadero.
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CAPÍTULO 22 ESTRATEGIA DE ATAQUE
El grupo de ninfas había sido exterminado, la oscuridad se dispersó un poco debido a los pequeños rayos de luz que penetraban a través de los árboles.
Erik se inclinó al suelo tomando el medallón roto, lo observó por un momento apretándolo fuertemente con sus manos y guardándolo de nuevo, y anunció, "es hora de partir, el camino estará libre y pronto estaremos a puerta de Dímana".
Los presentes no objetaron ninguna palabra y cada uno subió a su bestía para unirse al grupo que iba avanzando.
Muy pronto habían logrado salir de Efrom, la tropa les estaba esperando a las afueras en un pequeño campamento que había armado temporalmente para reorganizarse para el objetivo de su venida.
Uno de los escuderos de la unidad al visualizar el grupo acercándose gritó "Mi señor ha llegado sano y salvo junto al príncipe" tomó las riendas de los caballos de Erik y Miler, estos se bajaron junto a los otros caballeros... Fredo entregó las riendas de su caballo al escudero y le dijo "nosotros también llegamos bien... nos alegra tu recibimiento"... Micaelo y Máximo solo sonrieron y junto al escudero llevaron los caballos para qué descansarán y alimentarlos.
El barón Joel al ver a Erik salió corriendo emocionado al punto de querer abrazar a Erik, pero este sacó su espada y se la colocó en su cuello y le dijo "cuida lo que haces..." lo miró fijamente "qué hacia el príncipe en el bosque cuando debería estar contigo"
El barón Joel respondió "mi señor no sabe cuanto me alegra que este de buen humor... y con respecto al príncipe Miler, despertó de un momento a otro de camino y preguntó por mi señor y se devolvió, no dio tiempo de detenerlo"
Erik bajó su espada, todos estaban en lo suyo sin perder un minuto de la escena, sabían que la actitud del duque fue solo una excusa para evitar el abrazo del barón Joel que estuvo rezando a todos sus dioses y le tenía los oídos de la caballería cansados de oír tanta súplica.
Angelo se acercó al duque y le dijo, "créame que todos siempre estamos alegre por su llegada mi señor, si hubiese demorado un poco más, tendría que recoger flores silvestres para la tumba del barón Joel" todos sonrieron a carcajada, burlándose del barón.
Erik solo caminó hacia la tienda de reunión y manifestó "si tienen tanto tiempo libre es porque ya tienes una estrategia de ataque a los invasores caballero Ángelo"
Ángelo tornó su rostro serio y sacó el mapa colocándole en la pequeña mesa ... Erik dio indicaciones a Joel de que todo el escuadrón estuviese presente, al momento de todos estar sentados en la tienda, Erik manifestó "según nuestros informantes, los mercenarios se encuentran dispersados en las 3 provincias, recaudan dinero y compran alimentos ... suelen visitar a menudo los burdeles... al parecer se sienten como en casa"
"¿Iremos por cada provincia mi señor?", preguntó Fredo
"No lo veo conveniente, sabrán del ataque a Dímana y se pondrán en alerta", respondió Máximo
"Entonces qué propones", expresó Fredo
El príncipe quien se encontraba analizando la situación se dirigió al duque y planteó la siguiente estrategia "debemos dividirnos en tres grupos y atacar a la vez... de esa manera nadie escapará, después debemos fortalecer las provincias con presencia permanente de la infantería. Esto nos permitirá que este tipo de mercenarios no vuelvan a invadir nuestras tierras".
El duque no le pareció mala ideó y dijo "haremos lo propuesto por su majestad, nos dividiremos en tres grupos... y acercándose al mapa señaló, el primero estará bajo las órdenes de Máximo, este se dirigirá a la provincia de Siriam la más lejana, llevarás contigo a 40 hombres de la unidad y tres caballeros del escuadrón, tú decides a quien te llevas"
Erik luego se dirigió al príncipe, "tú iras a Irgam, llevarás solo 30 hombres de la unidad y 5 hombres del escuadrón incluyendo a Micaelo... El último grupo estará conmigo con el resto de hombres... 30 junto a los demás del escuadrón, nosotros iremos a Dimana".
Fredo se acercó a al barón Joel colocando su mano sobre su hombre y le dijo "dinos barón a que unidad te unirás, a la del príncipe o el duque ... o tal vez querrás acompañar a Máximo"
El barón Joel respondió "por supuesto que al lado de mi señor... El príncipe es un hombre prudente con su vida... pero mi señor no... es mi deber cuidar de su espalda"
Ante las palabras del barón Fredo se dirigió al duque y le dijo "mi señor he quedado sin palabras, tiene a un caballero fiel que lo acompañaría hasta la muerte si es necesario"
Todos rieron frente a lo mencionado por Fredo. El barón no daba importancia su burla y Erik con el trascurso de los años se había acostumbrado a que el barón se había convertido en su niñero a causa del rey, nadie lo manifestaba pero era lo que todos creían, a pesar de que el barón era de la aristocracia, velaba más por la vida del duque que la del príncipe. Miler no sentía molestia por aquella situación, comprendía que el barón veía a Erik como un hijo imprudente que necesitaba ser cuidado, también le caía en gracia el apego del barón hacia el duque.
En la noche emprenderían el viaje para no ser notados y atacarían al mismo tiempo, esto con la idea de eliminar en el adversario la posibilidad de pedir ayuda.
Todos estaban organizando... cada uno se dispersó de la reunión, Erik quedó en la tienda junto al príncipe..." majestad tiene algo más que decir" comentó Erik
Miler se acercó al duque quien se encontraba de espalda descargando su armadura"Desconozco la historia detrás del medallón y de su dueña... y no pienso entrometerme en sus asuntos Duque Erik, sin embargo, hoy hizo algo que en todos estos años jamás observe en usted" Erik que estaba a espalda no hizo ápice frente a lo que manifestaba el príncipe "involucró sus emociones en una pelea por un momento y bajó la guardia... es difícil ver una situación a lo que n ose esta enseñado a ver... pero en parte me alegra saber que usted al igual que cualquier otro hombre posee sentimientos y emociones, algo de lo que siempre dude"
"Majestad a qué punto desea llegar", preguntó Erik
"Solo deseo cerrar la brecha, sentirme tranquilo en que le dará oportunidad a la señora Isabella de conocerla y apreciarla... conocí a través de mi madre una historia interesante de ustedes dos... la cual me hizo rendir y dar por terminado mis sentimientos hacia ella, pero mi corazón se rehusaba Duque Erik, porque siempre pensé que en su corazón solo tenía cabida la espada que forja con su mano, pero al parecer hoy ese medallón reveló lo contrario y siento algo de alivio de finalmente dejar ir mis sentimientos" el príncipe se retiró del lugar, tranquilo. Aunque los demás no prestaron atención a lo sucedió, él sí pudo discernir Erik un corazón humano capaz de amar si lo permite.
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