Huyendo

Llego a casa con ganas de romper todo, Samira siempre Samira, ella siempre está alrededor de todo lo malo que me ha sucedido últimamente, no puedo creer que aún después de haberle dejado el camino libre sigue molestando y ahora su objetivo es Samantha.

Voy al despacho y llamo a mi abogado, quiero una orden de alejamiento contra ella, no quiero que se acerque a nadie de esta casa más nunca en su tormentosa vida.

No es posible que cuando creo que todo está tranquilo ella viene y pone todo patas arriba, lo único que hace es molestarme y hacer daño a cuánta persona se le acerca.

Mi abogado me da algunas ideas para hacer y no generar mucha bulla, por decirlo de alguna manera, así que le doy luz verde para hacer lo que le plazca para que me deje en paz.

Estoy encerrado pensando en lo que está sucediendo y escucho que tocan la puerta, pregunto quien es y escucho su voz al otro lado de la puerta pidiendo permiso para entrar, lo único que puedo pensar es en protegerla de todo esto y no sé cómo hacerlo.

-Pasa - escucho como abre la puerta y entra al despacho

-Hola, ¿quería saber qué tal te había ido en la reunión? - su sonrisa fresca hace que mi día mejore, hasta el día de hoy puede mejorarse con solo verla

-Digamos que bien, solo fue Samira manipulando a otra persona para molestar - su cara cambió inmediatamente

-¿Qué se supone que iba a hacer para molestar? - fue su respuesta a todo eso

-Quería que sacaran a Alexia de la escuela por ser la hija de una trabajadora - su rostro estaba pálido

-Entonces ella intenta hacerme daño a través de mi hija, esto no puede estar pasando, yo ni siquiera quiero algo contigo, ni siquiera tengo nada contigo, yo debería irme inmediatamente de esta casa - estaba comenzando a desesperarse

Me levante rápidamente de la silla donde estaba sentado y me coloque de rodillas frente a ella tomándole las manos.

-Por favor no te vayas, voy a intentar agilizar el proceso de divorcio y después nos iremos de aquí o si quieres te ayudo a que te vayas a donde quieras, pero acompáñame durante este proceso no quiero pasarlo solo y no debería decírtelo pero contigo me siento más tranquilo y me ayudas a pensar - me sentía desarmado en ese momento, de verdad no quería sentirme solo nuevamente

Ella solo me veía y no decía nada, parecía estar pensando en lo que le había dicho.

-¿No crees que tu vida sería más tranquila sin mí? - preguntó mientras miraba a otro lado

-Si sería más tranquila y hasta diría que aburrida, lo cual no es lo que yo quiero y puedo asegurar que tú tampoco quieres eso - no me veía a la cara

-No quiero que le haga daño a mi hija, ella es lo único que tengo en esta vida y por ella daría y haría cualquier cosa - estaba pálida

-Te aseguro que no le hará daño yo la voy a proteger como si fuera mi propia hija y así la veo, es en serio adoro a esa niña cono si fuera mía y no voy a dejar que Samira le haga daño - por primera vez me veía a la cara

-No debería, pero me voy a quedar, pero si le hace daño a mi hija la pico en pedacitos sin que me importe nada - esa mujer en ocasiones es una garita mimosa y en otras es toda una tigresa, creo que eso es lo que me encantan de ella

Le di un abrazo para tranquilizarla y la solté, mi cuerpo quería otra cosa, yo quería besarla y hacerle el amor toda la noche hasta que nuestros cuerpos quedarán exhaustos, pero no debía, no iba a hacer nada hasta que mi divorcio estuviera concretado y sabía que eso era lo que ella esperaba.

-Si quieres ve a descansar yo aún tengo cosas que hacer - afirmó y se fue

Yo me quedé un rato más en el despacho y después me fui a dormir, antes de eso pasé por la habitación de mi hijo y lo vi dormir, luego fui a su habitación y la vi un rato mientras dormía, se veía tan hermosa que quería quedarme con ella a que sabía que no debía.

Al día siguiente la rutina siguió como siempre, no hubo problemas en la escuela ni ese día ni en los días que siguieron.

Luego de unas dos semanas me llamó el padre de Samira para decirme que ella estaba embarazada y que no podía divorciarme de ella, a lo que le respondí que me iba a divorciar sin importarme nada, que ella debía hacerse una prueba de ADN para asegurarnos de que era mi hijo y de no ser así iba a solicitar una indemnización por daños y perjuicios, a la vez que iba a dar a conocer a la prensa y a todo mortal que le importase que ella había estado embarazada de otro hombre y me lo estaba intentando meter a mí, iba a hacer un espectáculo mediático de todo esto.

Luego de varios días recibí otra llamada diciéndome que no le preocupara que todo había sido una mentira de Samira para no seguir con el divorcio.

Ya había pasado como una semana más cuando nos dieron fecha para firmar el divorcio, debíamos reunirnos en la casa del padre de Samira para firmar.

Llegué con mi abogado a la hora indicada y a los pocos minutos llegó el abogado de la familia de su padre, así como el juez que había tomado el proceso de divorcio, solo faltaba mi queridísima esposa.

La esperamos una hora y nada, otra hora y nada que llegaba, así que pedí que firmaramos sin que ella estuviera presente, de todos modos ella está inhabilitada para firmar y su padre es quien debe firmar por ella, obviamente el hombre se iba a negar, pero el juez lo obligó a firmar después de que le mostré el documento de habilitación mental, así que desde este momento estamos prácticamente divorciados.