Casandra siempre creyó que fue un sueño pero cada vez es más evidente que Elías la marcó como su compañera.Ahora tendrá que elegir entre ser su compañera o seguir huyendo de pasado.
NovelToon tiene autorización de Megan Nuñez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 22 Desaparecida
Elías
Belén acaba de llegar en un taxi, ella se ve molesta aunque baja llena de paquetes al parecer su tarde de compras ha sido productiva.
- sabes deberías enseñarle a tu compañera a no dejar varada a una amiga yo podría ser una muy buena aliada.- Protesta Belén- además tengo muy buen gusto con las compras. Es un apena que Viví no haya podido acompañarnos hubiese sido lindo pero no me tocó recorrer ese centro comercial sola.
- de qué hablas - dijo El rey cuando comprendió el mensaje oculto en tantas palabrería de la joven aunque cuando ella comienza a parlotaer es como una maldita gallina que no para ni para beber agua- Casandra tampoco ha regresado.
Elías tiene un extraño presentimiento.
- pues ella no contesta mis llamadas y eso es de muy mal gusto, y Kike tampoco me atendió es uno de esos días .- vuelve a protestar la joven aun con las bolsas en sus manos luego suspira dramáticamente-tampoco me responde al teléfono,Elias, eso es raro o será de esas que solo te clavan el visto y te ignoran por completo.
Lo que ella dice comienza a asustarme. Kike es uno de mis mejores hombres, es leal y fiel.
- ¿ hace cuánto tiempo que los estás llamando y no te contestan? - digo mientras me pongo de pie y miro - esto me huele muy mal pero solo hay una persona que puede ser responsable de este desorden.
- no puedes estar hablando en serio ¿verdad? - dice Belén algo asustada- él sabe las consecuencias de romper las reglas.- la joven intenta pensar de manera positiva.
- con Mario nunca se sabe pero no pienso quedarme a ver hasta donde piensa llegar con este jueguito - miro a mi beta Kairo, a Ramiro y Patrick- vendrán conmigo. Nadie toca a mi reina y vive para contarlo.
No importan los gritos y protestas de los vampiros cuando ingresamos a su territorio no pueden tocarnos .
Las leyes dicen que si eres bienvenido a un lugar nadie puede atacarte y hubo un tiempo que en el que Mario y yo eramos amigos y fue él quien me dio permiso para ingresar a su casa cuando yo tuviera ganas y sin pedir permiso.
Sé dónde está y cuándo abro la puerta de su despacho lo veo girar la cabeza pero antes de que diga nada lo sujeto del saco y lo hago volar de una trompada contra el suelo. Esa es mi forma de saludar a un viejo amigo.
- vaya visita tan inesperada- dice Mario desde el suelo mientras se limpia la línea de sangre que sale de su boca- que manera tan original tienes de aparecer sin avisar. Esto ni es muy propio de un rey alfa licántropo como tú.
- deja los juegos de una vez, Mario- le digo muy enojado- solo lo preguntaré una vez ¿dónde está mi compañera ?¿ qué hiciste con Casandra?
Mario sonríe desde el suelo y se acomoda su saco pero no parece para nada asustado o preocupado.
- vaya, vaya así que ella huyó de ti- dice con maldad. Mario parece pensar unos minutos y tiene una maldita sonrisa de victoria en la cara que deseo borrar- tal vez no eres tan buen amante como para retenerla a tu lado después de todo.
Estoy a punto de ir por Mario y volver a golpearlo cuando escucho la voz de Eugenia.
-¡Elías! que es todo esto- dice la mujer que corre a levantar a su hijo del suelo- para ya con esta locura. No puedo creer tu falta de modales.
- Eugenia no te metas en esto - le digo a la mujer mientras intento controlar mis ganas de volver a golpear a Mario- él sabe muy bien porque estoy aquí .
- yo no la tengo.- dice Mario y ahora luce preocupado , es un maldito actor.
- mientes - le digo casi gritando- lleva horas desaparecida y tampoco contesta su teléfono.
-sí yo la tuviera conmigo te lo aseguro no seguiría ciego- dice Mario tanteando para llegar a su asiento- no habría podido golpearme como acabas de hacerlo.
Lo que dice es verdad, se supone que Mario la necesita para recuperar sus poderes.
- se supone que fue a lo de sus padres pero fuimos hasta la casa y ellos estaban muertos al igual que mi chófer.- dice Elías- ella no conoce la ciudad no tiene amigos. Acaba de regresar del extranjero y no usado su teléfono ni su tarjeta o pasaportes.
- una mujer hoy en día no sale sin su teléfono- dice Eugenia- pero todos saben que esos dispositivos tienen forma de ser localizados.
- el teléfono fue destruido en la casa , no hay testigos ni cámaras todo fue robado o destruido.
- yo no la tengo - dice Mario- esperaba que fueras tú quien cumpliera su parte del trato después de usarla.
- cierra la boca - le grito- ella no es un maldito juguete es de mi mujer de la que estás hablando.
- te oyes- se burla Mario- suenas patético dices que ella es tu mujer y no has podido protegerla y cuanto llevan juntos ni una semana siquiera.
- voy a llegar al fondo de todo esto y si llego a descubrir que estás metido en este asunto voy a matarte con mis propias manos.- le digo muy enojado a mi antiguo mejor amigo.
- estás perdiendo la cabeza pero voy a darte una señal, solo un detalle que has ignorado.- dice Mario- si yo bebiera su sangre no podrías derrotarme. Ya no sería este hombre incompleto que soy. Tenemos un acuerdo. El Parabatay sigue vigente no lo olvides.
No me importa lo que hayamos acordado. Ella está perdida y necesito encontrarla.
Cuando me doy vuelta para irme veo a su esposa Deby, ella puede ser la esposa de Mario pero no puede esconder el deseo que siente por mí.
Ella no me mira, esquiva mi mirada, está parada en la escalera y no me dice nada. Deby es una mujer hermosa pero nunca me ha agradado.
Comienzo a irme pero me detengo, mis hombres también lo hacen.
Hay un rastro de Casandra en la casa, es muy suave pero es inconfundible.
Mis hombres y yo nos miramos ellos también pueden reconocerlo es muy débil.
- ¿ por qué no te has ido ?- dice Eugenia- ya te lo dijimos ella no está con nosotros.
- Eugenia estoy oliendo una mentira- digo cerrando los puños- pero sé que dices la verdad.
- vaya nunca pensé que fueras tan desconfiado- dice Eugenia que mira de reojo a Deby desde la escalera.
Deby sube rápidamente y el aroma se pierde.
Vuelvo a mirar a mis hombres.
- tenemos un acuerdo de paz - dice Eugenia- ya sabes las consecuencias de romper las reglas. Ya no serás bienvenido si vuelves a comportarte como lo has hecho.
- ella estuvo aquí- le digo.
Veo la sorpresa en el rostro de la mujer, ella no está mintiendo nos conocemos demasiado bien para intentar engañarnos.
- no la tenemos. Lo juró- dice ella.- pero si como dices alguno de nosotros la daño o está metido en este asunto. Te doy mi palabra de honor que podrás disponer de su vida y decidir su castigo.
- eso te lo aseguro no tendré piedad.
Salimos y esto cada vez me gusta menos.
Mis hombres vuelven a encontrar su rastro cerca de un carro estacionado a unos pocos kilómetros de la casa de Mario.