Matrimonio Por Elección II La Descendencia Yankelevich Green

Max JEAN estaba por subir al carro para ir directo a la casa de Adib, cuando Gadiel JEAN toma su brazo, con su voz tensa le dice.- puedes escucharme antes que vallas y hagas algo que tal vez lastime más a nuestra hermana.

Max JEAN lo miraba con un odio en sus ojos, con su voz furiosa le dice.- si vas a decir algo, dilo de una vez, si no suéltame para ir con ese hombre quiero darle una lección que se va a repetir de haber puesto sus ojos en mi hermana.

Gadiel JEAN sentía la misma furia que él y no le desagradaba nada la idea que le proponía, pero Brandas JEAN le había dicho que lo detuviera, antes de hacer algo así tenían que hablar; con su voz seria le dice.- Max JEAN yo también deseo ir y dejarlo sin manos, pero Brandas JEAN me dijo que después de que Daila, Izabella y Zuria regresen a la isla él va a venir con nosotros para hablar y tomar una decisión de que vamos hacer sobre ese tema, también traerá a Dulía y Nasir tiene una propuesta como castigo para ellos. Yo creo que debemos esperarlo antes de hacer cualquier cosa, a mí tampoco me agrada la idea de esperar pero creo que no debemos molestar a nuestras dulces esposas y sobre todo a mamá.

Max JEAN con su voz tensa dice.- mamá sabe todo y quieren que estemos tranquilos, ¿qué les pasa? Como pueden estar tan tranquilos, esto es ridículo. (Suspira profundamente) está bien esperare a nuestro hermano.

Max JEAN le ordena a uno de los hombres de la casa que lo llevara al lugar donde hacían ejercicio o entrenaban; el hombre al ver su rostro tan amenazante, lleno de deseo de sangre, sin decir nada solo lo dirige al lugar. Al llegar ahí Max JEAN se puso a golpear un saco de boxeo, era golpe tras golpe lleno de ira, los hombres que estaba cuidándolo solo lo miraban estaban con miedo, rogaban por que no quisiera tener un encuentro, sabían que sería muy malo para ellos era una fractura segura o un mes de cama si bien les iba.

Gadiel JEAN suspira al ver la reacción de su hermano, pensaba “maldita sea esto va estar más complicado de lo que pensaba, va ser un dolor de cabeza, porque tengo que ser yo el que lidie con esos dos, Brandas JEAN un neurótico, corajudo, trae el coraje en las cejas y que decir de Max JEAN tan impulsivo, hay que estar controlando sus acciones, controlar sus arrebatos, que fastidio porque tenía que tocarme lidiar con estos dos, prefiero estar con Zuria, Daila o mi hermosa esposa Izabella, prefiero que ellas lidien conmigo. Tendré que hablar con mi tío Max para que mande a Miller o Marha, que me ayuden con estos dos” estaba tan metido en sus pensamientos hasta que escucho a uno de los hombre con su voz alterada.- maestro venga rápido, su hermano el maestro esta golpeado a uno de los hombres, por favor deténgalo el hombre ya no puede.

Gadiel JEAN se decía así mismo “contrólate, cálmate, recuerda es tu hermano” se apresura a ir con él tan rápido como pudo, al llegar lo mira tan descontrolado, tan fuera de sí golpeando a uno de los hombre que estaba en el suelo, se miraba que ya no podía responder; sin darle tiempo de que le respondiera se acerca a él y le da un golpe en una parte del cuello entre la nuca dejándolo inconsciente; con su voz seria le dice a los hombres que estaban ahí.- ustedes lleven a mi hermano a su cuarto, despertara hasta mañana, traten de mantenerse alejados de él y lleven al hombre a un cuarto para checarlo.

Gadiel JEAN se fue al cuarto del hombre a curar sus heridas, después de checarlo tuvo que mandarlo en ese momento al hospital para que le hicieran unas radiografías de la cabeza y de su pierna que parecía fracturada; estaba fastidiado y furioso esperaba terminar rápido con lo que tenían que hacer y a hora había más problemas, traía tantas cosas en sus cabeza que no pudo dormir pensando en lo que se tendría que hacer. Se puso analizar la situación con el hombre de Lorenzo, tratando de hacer un plan estratégico para terminar con todo lo más rápido posible.

Eran las 7am cuando Nashira despertó al ver el cuarto se sintió confundida, sin saber dónde estaba, se levanta alterada tratando de saber dónde estaba, cuando recuerda su plática con Brandas JEAN; un escalofrío recorrió todo su cuerpo, el temor de que él haya ido con Adib y le hiciera algo.

Sale del cuarto tenía que buscar a su hermano saber que paso, al salir mira todo el lugar destruido, los sillones volteados destruidos, vidrios por todo el piso, los adornos del lugar quebrados y regados por todo el lugar, mira algo de sangre en el suelo eso la altero más pensando en los peores escenarios, pensando que algo le hizo Adib.

Tenía que encontrar a su hermano o a Zuria que le dijeran que había pasado, mira la puerta del cuarto que estaba aún lado de la puerta del cuarto donde ella estaba, se va a la puerta y la abre quería ver si alguien estaba ahí, al entrar mira a Zuria y Brandas JEAN abrazados con la sabana de la cama que apenas si cubría sus cuerpos desnudos; al verlos no pudo evitar gritar muy fuerte, la vergüenza la invadió, llevando sus manos a su rostro tapándose sus ojos, no quería verlos así se da la vuelta desesperada sin ver por donde caminaba, con mucha prisa dio sus pasos para salir de ahí, cuando sintió un gran golpe en su cabeza que la hizo caer al suelo aturdida.

Zuria al escuchar su grito despertó alterada, la mira como tapaba su rostro con sus manos y trataba de salir con mucha prisa, mira el gran golpe que se dio en el marco de la puerta y como cae al suelo, se levanta rápido tapándose con la sabana, se acerca a ella rápido, al verla mira su frente el golpe que se dio sangrando; voltea a ver a Brandas JEAN que ya se estaba poniendo su pantalón, con su voz tranquila le dice.- amor trae la toalla de mano del baño para cubrir su herida.

Brandas JEAN se termina de poner el pantalón y hace lo que le pide, regresa con la toalla de mano, se la entrega; Zuria la dobla y cubre la herida, con su voz dulce dice.- ¡Nashira! Ya puedes abrir tus ojos, puedes sostener la toalla en tu frente.

Nashira abre sus ojos con vergüenza no quería ver sus rostros, toma la toalla de mano sosteniéndola en su frente; Brandas JEAN la toma en sus brazos y la sienta en la orilla de la cama, Zuria toma su ropa y va al baño para cambiarse. Nashira al ver que su hermano a un no se ponía una playera con su voz molesta le dice.- hermano por que no terminas de cambiarte, yo estoy bien y tú me incomodas, verte a medio vestir solo me haces recordar lo que mire, que vergüenza no pudieron poner seguro.

Zuria con una voz divertida le dice.- parece que heredaste el mal hábito de tu hermano Brandas JEAN de no tocar las puertas antes de entrar a una habitación; que no sabes que las parejas tienen ciertas necesidades que se hacen al entrar a una habitación.

Brandan JEAN sintió molestia al escuchar eso, con su voz avergonzada dice.- ¡Zuria! Amor, no hace falta ser tan explícito con las explicaciones. ¡Nashira! Que te hizo venir a estas horas y entrar a nuestra habitación sin tocar

Nashira recuerda por que fue a buscarlo, con su voz alterada le dice.- hermano tu ¿fuiste a buscarlo? ¿Le hiciste algo? Por favor dime que no lo hiciste, tu no lo lastimaste ¿verdad?

Brandas JEAN mira a su hermana tan desesperada, sus palabras de escuchaban tan tristes y suplicante; con su voz seria y molesta le dice.- esto es el colmo, bienes tan temprano a mi habitación y en ese estado tan descontrolado, para preguntarme por ese idiota; me dan ganas de darte la golpiza a ti, a ver si así te hago entrar en razón; me tienes tan desconcentrado, desilusionado y no es por qué te hayas ido a meter a su cama, me da igual si es solo uno o más tampoco me asusto por eso, mi problema es lo que te has dejado humillar, te has dejado lastimas, te dejas tratar como un juguete ese es mi problema que tú te dejes pisotear. Nuestra madre nunca dejo que nadie la pisoteara, siempre se dio su lugar, ni siquiera dejo que nuestro padre la hiciera menos y tu dejas que otros pasen sobre ti, que trapee el suelo contigo.

Zuria suspira profundamente tratando de controlar su molestia por lo que decía Brandas JEAN; con su voz molesta le dice.- ¡Brandas JEAN! Tú y tus hermanos sacaron más del carácter fuerte de tu mamá, menos Nasir el saca lo peor de tu mama orgulloso, imponente, altanero y sobretodo narcisista, de tu papá saco esa crueldad por proteger a los que ama, su sadismo, su mal humor, su frialdad, su soledad; en otras palabras él saco todo lo malo que hay en tu mamá y tu papá. Nashira heredo toda la nobleza de tu padre, todo lo bueno que existe en él; esto me lo dijo tu tío Max y tu tía Agramon, no pues pedir más al corazón cuando es tan noble como el de tu hermana.

Brandas JEAN con su voz molesta dice.- como sea no se puede permitir esto, por nobleza no pude dejarse pisotear así; Nashira quédate tranquila no he ido a buscarlo, pero te lo advierto me entero que te acercas a él o él te busca y entonces si me van a conocer y no solo él, tú también me vas a conocer. El pequeño Miller llega en unas horas, escúchame bien: lo quiero pegado a ti las 24 horas del día y créeme me enteraré si haces algo para escaparte de él; si no haces caso a mis palabras te prometo hermanita que vengo y lo torturo de tal forma que va preferir estar muerto.

Nashira no podía mirarlo a la cara, su mirada estaba en el suelo; con su voz seria le dice.- no te preocupes hermano te prometo que nadie volverá a humillarme, no volveré acercarme a él y sobretodo no volverás a sentirte avergonzado de mí, ni desilusionado.

Zuria con su voz dulce dice.- ven Nashira vamos al cuarto donde dormiste para que te recueste, mientras llega el doctor para que te cheque.

Zuria la llevo al cuarto y la hizo que se recostara, después marco ordeno a uno de sus hombres que fuera por el médico y a alguien para que limpiara todo el desorden que Brandas JEAN había hecho. Daila e Izabella no tardaron en darse cuenta de lo que paso entraron detrás del médico muy alteradas; mientras el medico la curaba, Zuria les explico lo que paso, su cara de disgusto cambio a carcajadas y burlas, estaban tan divertidas que Nashira estaba roja de vergüenza, sin saber que decir o hacer.

El doctor termino de curarla les dijo que todo estaba bien le dejo unas pomadas para que le hicieran las curaciones dos veces al día, después que el medico se fue ellas se quedaron platicando con ella, disfrutando se sus pláticas y sus recuerdos; después de 30 minutos lego Adriel muy alterado preocupado por ella, Zuria le explico lo que paso y su rostro de preocupación cambio a uno muy divertido, Arturo que llego con él estaba tratando de controlar su risa, la historia a todos les parecía tan divertida, cosa que cada que la recordaban Nashira se sentía incomoda, avergonzada solo de recordar lo que vio.

A las 9 am desayunaron todos juntos, Brandas JEAN le ordeno a Nashira que no se fuera ese día se quedaría ahí a esperar a Miller y que el regresara; sin dar muchas explicaciones Brandas JEAN se retiró junto con Dulía y Nasir, a Zuria no le gustó nada que no explicara bien lo que harían pero no dijo nada.

Los tres salieron del hotel y subieron al carro, le ordeno al chofer que los llevaran a la casa que Lorenzo tenía ahí en la ciudad; Nasir quiso preguntar qué pasaba pero al ver su rostro tan molesto y esa mirada llena de odio prefirió quedarse callado, Dulía también miraba esa furia en él, quería saber por qué estaba así pero prefirió esperar a llegar, no quería molestarlo más de lo que ya se miraba.

Todo el camino fue incómodo para todos ver a Brandas JEAN como estaba era señal de que algo muy malo estaba por pasar, al llegar a la casa Brandas JEAN bajo sin decir nada, Dulía y Nasir lo siguieron en silencio entraron a la casa; Dulía y Nasir se sorprendieron al ver a Max JEAN y Gadiel JEAN sentados en la gran sala de la casa, Max JEAN se miraba muy enojado peor que Brandas JEAN. Los dos se miraron sentían que no era nada bueno para ellos, más cuando miran a Gadiel JEAN tan serio.

Gadiel JEAN al verlos llegar con su voz seria dice.- por fin llegaron, Brandas JEAN explícanos ¿quién demonios se metió con nuestra hermana?