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Arenas Del Destino

Arenas Del Destino

Status: Terminada
Genre:Amor prohibido / Pareja destinada / Romance / Matrimonio arreglado / Completas
Popularitas:132.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Eliza Márquez

En las áridas tierras de Wadi Al-Rimal, donde el honor vale más que la vida y las mujeres son piezas de un destino pactado, Nasser Al-Sabah llega con una misión: investigar un campamento aislado y proteger a su nación de una guerra.

Lo que no esperaba era encontrar allí a Sámira Al-Jabari, una joven de apenas veinte años, condenada a convertirse en la segunda esposa de un hombre mucho mayor. Entre ellos surge una conexión tan intensa como prohibida, un amor que desafía las reglas del desierto y las cadenas de la tradición.

Mientras la arena cubre secretos y el peligro acecha en cada rincón, Nasser y Sámira deberán elegir entre la obediencia y la libertad, entre la renuncia y un amor capaz de desafiar al destino.

NovelToon tiene autorización de Eliza Márquez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Bajo el mismo viento

Mariana conversaba con el encargado de la seguridad de la familia, la agenda de su padre marcaba varios viajes al interior del país en los próximos meses y eso le preocupaba.

Mariana decidió conversar con su padre asi que se dirigió al salon donde se encontraba junto a su madre.

— ¿Quisiera que me permitiera atender su agenda?.

— ¿ Pretendes jubilarme antes de tiempo?, pregunto Khalil.— Amira sonrió.

— Usted nunca se jubilara, se que me seguirá dando trabajó.

Khalil miro a su hija, de sus cinco hijos, Mariana siempre había sido la mas cercana a él junto a Malek.

Constanza, Rosse y Jalil preferían a Amira, él era el padre tirano y su esposa era mas tolerante a sus caprichos.

— Tu agenda esta muy sobrecargada , y sera peor las primeras semanas tras tu coronación, todos querrán algo de ti.

— Aun así prefería que me dejará ir en su lugar.

Khalil le hizo seña a los empleados, y luego miro a su hija.— Dime que te preocupa.

Mariana se puso de pie.— Y se acercó a él. — Me preocupa su seguridad, hable con Nasser, en Wadi Al-Rimal se habla de una guerra tras su muerte, considerando que usted goza de una excelente salud solo se puede tratar de un atentado.

Amira miró a su hija horrorizada.

— ¿ Qué tiene que ver Nasser con esto?, pregunto ella.

—Decidí enviarlo a Wadi Al-Rimal, se lo pedí y el acepto.—Mariana se sentó junto a su padre.— Llamo ayer, parece que le dijeron que tras su muerte habrá una guerra, cree que tienen armas, tienen cajas de M855 ya ordene una auditoria en las bases cercanas al oasis.

— No habían comentado nada, ninguno de los dos les reprochó Amira.

— No quería preocuparte, además aqui la niña decide sola, ¿ crees que consulto algo conmigo?, le preguntó Khalil

— ¿ Asher que opina de qué trates con Nasser?, pregunto Amira.

Mariana miro a su madre ¿ a que venía eso?.— No suelo consultar con Asher sobre asuntos de estado, aquí la reina soy yo sentenció Mariana. Su padre sonrió orgulloso.

— Y seras una excelente reina, pero no voy a esconderme detrás de mi hija.

— Papá no es esconderse, yo lo necesito muchos años mas a mi lado, solo es precaución, después de mucho pensar decidi que si se comprueban que las armas están ahi , enviaré al ejército y los hare poner de ejemplo.

Lo que me preocupa de todo esto, es que estas armas solo estan en manos del ejército, lo que quiere decir que el ejército se las proporciono o el servicio secreto y tal vez con aval del consejo.

— Hubo cierta resistencia a la ley, tal vez decidieron devolverte el favor, después de todo Jalil aseguró que la ley era un avance para la región y porque él no tenía hijos comento Amira.

— Es una posibilidad dijo Khalil.

— Por lo pronto tome la decisión de intervenir las comunicaciones del jefe del servicio secreto y del General Al–Hamdan. Si demuestran que estan limpios, confiare en ellos exclamó Mariana.

— ¿Quién se está ocupando de ello?, pregunto Khalil.

— El servicio secreto de Durham, bajo estricta vigilancia de Altair.

Amira sonrió, Altair era hijo de Ainara su hermana de la vida y Tariq, un hombre que la había apoyado en sus peores momentos. Altair Ghulam había crecido junto a sus hijos como un primo, su lealtad solo podría rivalizar con la de su padre Tariq.

— ¡Veo que tienes todo bajo control!, sentenció Khalil orgulloso.

— Prométame que se va a cuidar, nadie me va a amar como usted y aún lo necesito, ¿ quién me va a aconsejar ?, pidió Mariana.

Khalil besó la frente de su hija.— Está bien hija.

Mariana sonrió y se puso de pie, tenía que atender algunos asuntos antes de que llegara la tormenta.

— Te conozco, piensa en el golpe que será para Mariana si algo te pasa, le dijo Amira.

— No iré a ningún lado, veré como se desarrollan las cosas ¿satisfecha?, pregunto él.—Amira asintió.—Khalil tomo la mano de su esposa.– El hombre tiende a pensar que la mujer es débil, pero mi hija heredó tu tenacidad, asi como mi templanza comento Khalil.– Lo haré porque quiero que estés tranquila, al igual que mi princesa. Porque sé que Mariana podrá con todo.— Amira apoyó la cabeza sobre el hombro de su esposo.

La luna alumbraba el oasis cuando Nasser se dirigió a su puesto de vigilancia. El motor rugió y el desierto devolvió el sonido con eco distante.

En su casa, Sámira respiraba con lentitud, envuelta en la túnica, sus manos apretaban el velo.

Dejó la camioneta sobre la pendiente y descendió a pie, cien pasos del lugar donde se amontonaban las cajas. La duna mayor servía de cortina. Nasser avanzo. Sámira salio de su tienda y se dirigió a la tienda donde estaban las cajas.

Samira se escabullo adentro de la tienda y minutos despues ingreso Nasser. Él hizo un gesto: uno adelante, dos atrás. Sámira sintió un temblor en las piernas que no era del frío.

Al llegar, Nasser tanteó las etiquetas con la luz tenue de su linterna. M855. M855. M855. Las letras negras sobre la madera clara. Puso la palma sobre una tapa la corrio. En el interior asomaron cajas de cartón reforzadas con embalaje militar; dentro, balas en estuches. Hizo un gesto a Sámira para que mirara, y ella no pudo disimular el escalofrío.

—Municiónes —susurró ella—. ¿Qué harán con eso?

—No es para ir de cacería —respondió Nasser sin apartar la vista mientras cerraba nuevamente la caja—. Alumbró las otras cajas y se acercó al abrir vio uniformes, y rifles.

Sámira tragó saliva. Las manos le sudaban en la cubeta.

—Si esto sale a la luz —dijo ella—, ¿qué pasará con nosotros? ¿Con mi familia?

Nasser apretó los dientes y la miró por primera vez sin ironía.

— Nos condenaron a todos exclamó ella.

Nasser se acercó y la tomo del rostro.—Por eso vine —replicó—. Si alguien arma a la gente, esto puede estallar en cualquier momento. Lo único que puedo prometerte ahora es que no dejaré que eso pase.

Samira lo miró a los ojos y le creyó.Nasser le había demostrado que podía confiar en él.

Un ruido. Un leve crujido de la arena a su espalda. Nasser se tensó. Se arrastraron hasta la sombra de la tienda. Entre las tablas un perro olfateó y resopló.

—Regresa —susurró Nasser.

Sámira quería protestar, pero la imagen de su padre le cerro la garganta. Asintió y, como un pequeño animal, se deslizó hacia la tienda de su familia.

Nasser no regresó a su tienda. Se derigio al borde del campamento.

Si avisaba a Mariana, podrían refuerzos, pero también provocarían una reacción; el campamento sería cerrado, hombres armados bloquearían las salidas, preguntas, represalias. Si callaba y buscaba pruebas más claras, corría el riesgo de que alguien lo descubriera haciendo espionaje. Todo era demasiado complicado.

Al día siguiente el cielo se comenzó a nublar, Nasser trabajaba junto a los hombres asegurando las tiendas.

Las mujeres cubrían sus rostros con los velos más gruesos, apenas podían mantener los ojos abiertos.

—¡Aseguren las cuerdas! ¡Cierren las aberturas! —ordenó Nasser, cubriéndose la cara con el pañuelo.

El viento rugió con un bramido que pareció surgir de las entrañas del desierto. El día se volvió noche en cuestión de minutos. La arena ascendía en columnas, golpeando las telas, colándose por cada rendija. Sámira intentaba mantener firme la entrada de su tienda cuando una ráfaga la lanzó hacia atrás.

Nasser la vio caer. Sin pensarlo, corrió entre las sombras de polvo, apenas podía ver a dos metros. La alcanzó y la cubrió con su manto.

—No te muevas —gritó, aunque el viento se tragó sus palabras.

A su alrededor, las tiendas comenzaban a ceder. Una se desgarró de raíz y salió volando, envuelta en un torbellino. La arena mordía la piel, raspaba los labios, ahogaba los gritos.

Nasser se aferró al suelo, protegiendo a Sámira con el cuerpo. Sentía cómo el aire les arrancaba el aliento. La tormenta rugía con furia de bestia, una fuerza ciega que no perdonaba nada a su paso.

Por un instante, creyó escuchar explosiones a lo lejos, pero el estruendo del viento lo devoraba todo. La tierra parecía temblar...

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Angeles Loza Felix
Felicidades me encantó sin palabras para poder descifrar tan emocionante historia como todas las que escribes, esperamos pronto más y éxito en todos tus proyectos
Angeles Loza Felix
se te olvidó un pequeño detalle,es la reina 🤭🤭🤭
Angeles Loza Felix
gracias a sus dioses solo fue el susto
Angeles Loza Felix
y fueron pretendientes 🤭🤭🤭
Anigail Puebla
en 30 días pueden pasar muchas cosas
Anigail Puebla
así samira aferrarte a tus deseos no te agas sumisa
Angeles Loza Felix
q no vayan a ser palabras de despedida
Angeles Loza Felix
de seguro quiere casarse con ella 😠😠
Angeles Loza Felix
que tan lejos estarán las demás carpas , digo de escuchar no les darán ganas 🤭🤭🤭
Anigail Puebla
ay samira deseas algo mejor y eso no es tan malo
Anigail Puebla
esa jente necesita disciplina Mariana enseñalos a obedecer
Anigail Puebla
la abuela de Mariana murió a manos de esas personas ocea que son vandidos desde ase mucho tiempo atrás no es de ahora su rebelión
Angeles Loza Felix
de hay boda hay boda 🥰🥰🥰
Angeles Loza Felix
me imagino que una sandalia es mucho más que una maldición
Anigail Puebla
esa tradición de que los hijos son de la familia paterna no me gusta ocea ala mujer la dejan sin hijos como si solo la uvieran ocupado para eso 😡
Anigail Puebla
esa tradición de que los hijos son de la familia paterna no me gusta ocea ala mujer la dejan sin hijos como si solo la uvieran ocupado para eso 😡
Angeles Loza Felix
se están emocionando mucho y siento que el papá la va a querer casar con la momia
Angeles Loza Felix
haber si no nos estamos ilusionando de más y el papá va a querer casarla con la momia senil
Angeles Loza Felix
la cabra loca te tiene enamorado 🥰🥰🥰
Angeles Loza Felix
otra vez Asher en las mazmorras 🤭🤭🤭
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