Es la historia de una mujer que descubre el engaño de su marido y las mentiras de su familia que la alejan de su núcleo familiar.
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Buscandola
Me preocupaba mucho Dalia, no sabía dónde estaba, su tía Fanny me dijo esa noche que ella la buscaría y le contaría todo.
Justino y Pedro, estaban ardiendo de la rabia contra Dolores, no querían saber de ella, algo había hecho en Rusia que sus propios hijos le deseaban la muerte y la ocultaron en una mazmorra, ya no me extrañaba nada de ella, lo que yo quería era encontrar a mi familia, mi mujer y mis hijos. Justino se comunicó con uno de los hijos de Dolores y este le contó horrores de su madre y como había matado a su padre, por eso el odio que la familia le tenía, era una mujer malvada y sin escrúpulos, ya han pasado cinco meses de la desaparición de Dalia y en su estado ya mi hijo o hija debe estar al nacer y yo no la encuentro por ningún lado, eso me tiene cada día mas sumido en la tristeza, Dolores se la llevaron sus hijos a Rusia tenía que enfrentar la justicia de ese país, Pedro y Justino, no se metieron en eso, por estar sumido en mi dolor no me di cuenta que ellos se habían ido del complejo, se habían mudado a otro lugar, los busque y me dijeron que era lo mejor, para poder buscar a su hermana yo sabía que no era eso, ellos ya sabían donde ella estaba, pero no me querían decir nada, yo era inocente de lo que había pasado, fuí demasiado sincero al contarle mi verdad, pero nunca me imaginé que esa loca llegara a desnudarse en mi propia casa sabiendo que su hermana era mi esposa. Era lunes y a eso de las 3 de la mañana, recibo una llamada de mi hijo que me dice que su mamá se está muriendo de un dolor y se había caído tratando de llamar a una ambulancia, le pregunté dónde estaban, solo me dijo que en una cabaña cerca de un lago, llamé a Pedro le conté y le dije dónde estaba voy quería estar con ella el tituvio un poco y luego me dijo dónde estaba,voy llamé al 911'y le di las señas del lugar y expliqué la situación, al llegar ya la ambulancia se encontraba en el lugar la estaban sacando, Pedro llegó después con Fanny, estaba inconsciente, mi hijo al verme corrió a mis brazos, me Fuy con ella en la ambulancia, no quería dejarla sola, no la quería perder de nuevo y tenía por lo que había pasado que los podía perder para siempre. Le indique a los de la ambulancia el nombre de una clínica que era de la familia de mi amigo Alfredo, lo llame en el camino y le conté, al llegar a la clínica nos estaban esperando, la llevaron urgentemente a quirófano, no podían perder tiempo, yo pasé con ella no la quería dejar sola, estaba muy grave, por primera vez le pedí a Dios que me cuidara a mi mujer y a mi hijo o hija, la sorpresa más grande que me pudo dar la vida que mi mujer esperaba trillizos, si nacieron tres hermosos bebés dos niñas y un niño, no sabía que hacer, este ha sido el mejor regalo de Dios, Alberto el hermano de Alfredo me dijo que Dalia no podía parir más y que tenían que esterilizar por su seguridad, me tocó dar la aprobación, yo no quería perderla y ya teníamos cuatro hijos y teníamos que verlos crecer y hacerlos personas de bien.
