Casada Con El Tío De Mi Ex

...Narra Rogelio...

Rápidamente, pasaron unas semanas. Mi matrimonio con Katy va de lo mejor.

No sé en qué momento sacó a Melina de mi corazón y de mi mente. Entrando ella como un relámpago alumbrando la oscuridad que Milena dejó dentro de mí.

Katy es como un tornado de alegría que limpia todo a su paso y solo deja amor. Amor intenso, que renace y se queda ahí en lo más profundo del corazón.

Me ha obsesionado con su cuerpo, con su manera de entregarse a mí. Es una manera única e inocente. Su aroma dulce y tan natural, adictivo a mis sentidos.

No sé si es esa dulzura con la que me ve, o esa sonrisa amorosa con la que sonríe al verme a los ojos. En pocas palabras ella sea convertido en todo para mí en pocas semana.

Escuchó llamar a la puerta, levantó un poco para ordenar que pasen.

___ Puedes pasar.

Se abre despacio la puerta, el aroma de Katy llega a mi nariz. No importa si la aroma del café es fuerte, su perfume es aun más. Me quité las gafas y veo ese nuevo color de cabello. Es café oscuro, la hace ver más juvenil y distinta.

___ Hola, señor Bustamante. Espero no llegar tarde con su taza de café. Tuve algo importante que hacer antes de venir a trabajar.

Katy se acerca a mí, y yo la sigo con la mirada. Deja la taza de café a mi lado. Al desocupar mis manos, acaricia mi mentón. Se inclina un poco y me da un beso pequeño en los labios.

Yo no estaba conforme con solo un besito sin importancia. Con un movimiento hago que caiga sentada en mis piernas.

Colocó mi mano detrás de su cuello y el beso se convierte en un beso con mucha pasión. Sus dedos entran por mi cabello, y se enredan en él, el amor, deseo, y la lujuria que sentimos mutuamente se siente en un beso.

Al terminar de besar a mi esposa, paso mis dedos por sus labios.

___ Te queda muy bien el color de tu cabello. ___ Comente pasando la palma de mi mano por su cabello.

___ Quería algo diferente.

___ cerrar ciclos y qué más que con un nuevo color de cabello, para comenzar una nueva vida a lado de un hombre extraordinario.

Katy une su nariz a la mía. Era como una niña, eso me vuelve loco. Mis manos se colocan en sus nalgas, deseaba tanto desnudarla y hacerle el amor aquí mismo.

____ Por qué no cerramos las cortinas y te hago el amor encima del escrito. ___ Susurró en voz baja.

Inesperadamente, se levanta de mis piernas, antes de que lo pueda evitar.

___ Señor Bustamante, estamos en horas de trabajo. Aquí solo son una empleada más, recuerde lo que me dijo cuando entré a trabajar. "Matrimonio en casa, en la empresa soy su jefe".

____ Así mismo, esta empleada va a continuar con su trabajo. ___ Termina de decirme.

Veo como gira su cuerpo, moviendo sus caderas descaradamente para provocarle. Al llegar a la puerta, la abre un poco, voltea a verme, con una sonrisa coqueta entre sus labios.

___ No juegues con fuego; puedes quemarte. __ Dije con toda la intención de levantarme de esta silla, cerrar las cortinas de la oficina, y hacerle el amor encima del escritorio.

____ ¿Jugar con fuego, señor Bustamante? Será usted quien se queme y deba bañarse con agua extremadamente helada.

Abre la puerta y desaparece, sonriente. Apretó mi puño y le doy unos cuantos golpecitos al escritorio.

Después de un momento vuelvo a trabajar. Tenia bastante trabajo.

Pasaron varias horas cuando escuché que empujan la puerta de golpe. Levanté la mirada de inmediato. Delante de mi estaba Melina.

Me sorprendí demasiado al verla, nunca pensé que tendría el descaro de volver a buscarme, luego de todo lo que me hizo.

____ ¡Señorita Ferrer no puede pasar! ___ Óscar trataba de sacar a Melina de mi oficina.

____ Suéltame estúpido, ¿Quién te crees que eres para poner tus manos en mí?

Levanté la mano derecha, para ordenarle a Óscar que salga. Él se quedó parado y me hizo un movimiento con su cabeza.

___ Roger, necesitamos hablar. Por favor, escúchame. Todo tiene una explicación. Te juro que las cosas no son como tú te las imaginas. ___ Melina rompe en llanto, se veía tan frágil e indefensa.

Si Katy no estuviera en mi vida en este momento. Lo más seguro es que hubiera corrido a lado de Melina y limpiaría cada una de sus lágrimas, sin importarme todo el daño que me causo.

___ No, señora Jiménez. Todo lo que hubo un día entre nosotros se termino, la noche en que te casaste con ese hombre.

____ Ya no queda nada del amor qué un día sentí por ti. Lo maté esa misma noche. Ve a lado de tu esposo y sé inmensamente feliz. ___ Dije con firmeza.

___ Roger, lo nuestro no puedo terminar así. Fue un amor demasiado intenso de esos que ya no hay. Tan intenso qué perdona todo. ¡Todo!

Una sonrisa aparece entre mis labios. Me pongo de pie, y camino un poco a donde está Melina.

Mi mano pasa por su mentón, baja un poco por su cuello, y digo con frialdad.

___ Mientras un amor sale, otro entra con más intensidad. ¿Por qué? Debería esperar las sombras de otro hombre cuando puedo tener un platillo solo para mí.

__ Tú sola tomaste la decisión de casarte por interés con ese viejo que bien podría ser tu padre. Ahora no quieras venir a venderte ante mis ojos, como una víctima. No, te queda Melina.

Solté mi mano de su mentón y me limpié mis dedos; ese gesto de mi parte hizo enojar a Melina.

___ ¿Tanto asco te doy? No decías lo mismo cuando hacíamos el amor, una y otra vez.

La sonrisa en mis labios se hace más grande al terminar de escuchar el reproche de Melina.

Era cierto, cuando hacíamos el amor eran los momentos más felices de mi vida, porque yo sí la amaba con tanta intensidad.

Amaba su manera en que fingía amarme. Ahora ya no queda nada, solo un sentimiento de asco.