MATRIMONIO ARREGLADO.

'Diana'

No podía explicar lo maravilloso que era para mí el por fin haberme entregado a el hombre que tanto amo, quería y quiero seguir a su lado por todo lo que me quede de vida, disfrutar a cada momento de él.

- Dime algo.- dijo mientras acariciaba mi brazo y yo levantaba mi mirada a él.- *No estabas buscando esa carpeta ¿verdad?

- ¿De que hablas?

- Cielo, viniste con todas las intenciones de que terminemos en la cama haciendo el amor*.- respondió y sonreí.- *Porque si no hubiese sido el caso, me extrañaría mucho que andes sin bragas por la casa.

-Mm supongo que contigo nunca se sabe, tengo que estar preparada para todo*.- Respondí escuchando su risa para luego sentir sus labios sobre los míos.- *Te amo Sam.

- También te amo, Diana*.- respondió y sonreí para ahora ser yo quien lo besé a él.

Luego de que la falta de aire nos obligará a romper el beso, él me acomoda sobre su pecho para luego acariciar mi cabello y suspirar.

-¿ Que sucede? - Pregunté ante su repentino suspiro.- ¿*Estas cansado?

- De ti jamás, de hacer el amor contigo mucho menos*.- respondió y reí.- Solo suspiro porque estoy satisfecho amor.- añadió y levante mi mirada a él. - *He esperado mucho tiempo por vivir una verdadera historia de amor, una en la cual la mujer a la que elija me ame y no esté a mi lado por puro interés.

- Suena lógico, todos en la vida soñamos con una persona que nos ame por lo que somos y no por lo que podamos llegar a tener*.- respondí y él asiente.

- *sería bueno que tengamos nuestra luna de miel, solo de esa forma podre confirmar que eres totalmente mía.

- Podemos hacerlo luego de que nos casemos por la iglesia*.- Respondí y él asiente con una sonrisa.

- No veo la hora de estar en el altar y verte entrar con tu hermoso vestido mientras caminas a mi.- Respondió y sonreí.

- También deseo que ese momento llegue cuanto antes.- Añadí y él se giró quedando de lado por lo que de igual manera me gire quedando frente a él.

- Amor, creo que es apropiado hablar de este asunto luego de lo que pasamos y aclarar varios puntos. - comentó mientras acariciaba mi mejilla.

- Bien, ¿cual es ese tema a aclarar? - pregunté.

- Primero, soy un hombre completamente activo sexualmente y habrás dado cuenta de ello.- comentó y asentí.- Cuando me case contigo prometí esperarte así sean 10 años y cumplí, no estuve jamas con otra mujer y espere a que tu estuvieras lista.- Añadió. - Pero también he dicho que cuando tu te entregaras a mi te haría el amor todos los días, a cada hora, en cada momento sin importar el lugar.

- ¡Sam! - Lo reprendi y me sonroje al imaginar que cuando especificó el "sin importar el lugar" se refería a que es capaz de hacerlo en la oficina también.

- Estoy siendo sincero cariño.- comentó entre risas para luego suspirar.- Suelo ponerme de mal humor cuando no puedo tener desahogo sexual y por ello te lo digo, si no me complaces tendrás que aguantar mi mal humor. - añadió viendo sus uñas y reí.

- No me das miedo.

- Me alegra saberlo.- respondió para luego tomar mi mano.- Segundo, esta claro que quiero tener hijos, no sé si pronto o dentro de algún tiempo más, pero quiero si quiera 5 hijos.- añadió y abrí mis ojos como plato.

- ¿No crees que 5 es mucho?

- No, porque yo no tuve hermanos y seria genial ver a 5 niños pelear por todo.- contestó y reí negando. eso nos convertiría en árbitros de un equipo completo de fútbol. - Pesé a que quizás no parezca, me encantan los niños y tener muchos en casa llenaría de alegría mi corazón y mi vida.

- Bueno, quizás sería bueno experimentar primero con uno y ver que tal nos va.- Respondí y él me vio con sus ojos entrecerrados.- Amor, yo no quiero decir que estoy lista para ser madre porque apenas y estoy experimentado el ámbito sexual y fuera de ello.. ¿que pasara cuando no pueda detener una pelea entre tantos niños? ¿y si llegara a darme otro de mis ataques cuando el bebé llora o cuando lo estoy cargando? temo no poder ser una buena madre o causarle una herida a mis hijos solo por estar en un trance del cual no pueda salir.

- Para todo eso hay una solución, contrataremos una niñera.

- Sam, no podemos traer hijos al mundo para que otra persona les brinde el tiempo que nosotros tenemos que darles.- Respondí y él ríe.

- No una niñera para nuestros hijos, una para ti.- dijo entre risas y lo vi con mis ojos entrecerrados.- Solo bromeo cariño, la mejor solución a esto es que me quede con ustedes todo el tiempo y eso lo vuelve mejor, porque mientras criamos al primero podremos fabricar al segundo.- Respondió giñandome un ojo y me sonroje.

- Eres terrible buscando soluciones.- Respondí y ambos reímos.

Seguimos hablando por un buen rato, uno que al parecer Sam no quería cortar ya que cuando fuimos por un baño continuaba hablando de el asunto y al bajar a preparar nuestro almuerzo de igual manera continuaba, decía que tenía que convencerme de ello y pues.. aquí sigo yo, oyendolo sin poner peros.

El timbre sonó y suspire aliviada para luego dejar a Sam con su conversación y dirigirme a la puerta para luego abrir.

- Buenos días, ¿Se encuentra Sam? - preguntó un hombre que me parecía familia, aunque no sabía bien de dónde.

- Si, ¿quién lo busca? - pregunté por lo que él sonríe.

- Soy uno de sus amigos, Miguels. - respondió.- Estuve en su fiesta hace unos meses atrás.- Añadió y asentí, ahora si lo recordaba, él estaba con el otro grupo de amigos que Sam tiene.

- Si si, ya te recuerdo.- Respondí para luego hacerme a un lado y darle lugar.- Pasa por favor, enseguida iré a llamarlo.- lo guio hasta la sala y luego me dirijo a la cocina viendo a Sam comer la manzana que le deje picada a un lado.- Amor, tu amigo Miguels esta aquí y quiere hablar contigo.- dije llamando su atención por lo que él gira a verme y luego ve a la puerta.

- Esta bien, enseguida voy.- respondió para volver su mirada a la tabla que tenía frente a él y seguir picando las verduras.

Ruedo mis ojos para luego dirigirme a él y arrebatarle el cuchillo de las manos.

- Yo continuo tu ve a atender a tu amigo.- ordene y él me ve con sus ojos entrecerrados para luego sonreír y besarme con ternura.

- Hablaremos rápido, no me tardo.- contestó y asentí para luego verlo salir de la cocina.

Me giré y seguí picando las verduras para luego verterlas en la olla y dejarlas cocinarse.

Mientras esperaba a que estas tomaran su punto de cocción, trituro un poco de carne y la dejo sobre la tabla hasta que las verduras estén listas, luego de que ya estén, le añado la carne y condimento todo para luego taparlo y dejar que el vapor cocine todo completamente.

me apoyo por la mesada sin saber que hacer y decido preparar dos vasos de jugo para luego dirigirme a la sala y llevarles a mi esposo y su amigo.

- He dicho que no Miguels, luego de lo sucedido con Diana lo que menos quiero es verlo.- escuché decir a mi esposo con molestia.

- *Pero Sam, ustedes son amigos de hace años y..

- Vaya amigo tengo, se acostaba con mi novia y luego trataba de poner a mi esposa en mi contra*. - Lo interrumpió Sam. Él hombre frente a él estaba por decir algo pero me vio allí parada y desvío su mirada a Sam, quien también lo ve y luego voltea a verme. - *Amor, ¿que haces allí?

- Les traje un poco de jugo*.- respondí avergonzada y él me sonríe para luego extenderme su mano.

Camino en su dirección dejando ambos vasos frente a ellos y cuando intento salir, Sam me toma de la muñeca y me atrae a su cuerpo provocando que me sentará sobre sus piernas.

- Quédate no me molesta tu presencia.- comento y lo vi para luego ver a su amigo quien solo nos sonreía.

- *Amor, están hablando y mi presencia aquí sobra.

- No se preocupe, no estamos hablando de algo que no pueda oír*.- comentó con respeto el hombre y asentí para luego ver a mi esposo quien besa mi mejilla. - Le estaba haciendo una invitación a Sam para que asistan a mi fiesta de compromiso pero se niega a ir, claro, luego de que le comente que Leonardo también estaría allí.- contó y voltee mi mirada a Sam quien lo veía con molestia.- *Lo siento amigo, pero yo si quiero que formes parte de esta noche especial.

- Bien, dile a Leonardo que no asista y encantado iremos*.- respondió Sam y lo pellisque ganandome una queja de su parte. - ¡*Eso duele!

- Entonces no seas irrespetuoso*. - contesté con mi seño fruncido y abrió la boca para contestar pero luego la cerró volteando su mirada a su amigo.

- ¿Ves? haces que me regañe. - le dijo a el muchacho que reía ante el momento.

- Cielo, ambos son sus amigos y no puedes decirle que escoja entre uno de ustedes porque no quieren verse, eso lo he visto en niños de preescolar, ustedes ya son adultos y deben de aprender a enfrentar sus problemas.- comenté y oí a el señor Miguels aplaudir.

- No hubiera encontrado mejores palabras, ambos son unos infantiles.- respondió y reí junto con él mientras que Sam por su lado le aventaba un cojín.

- *De acuerdo, tu ganas. ¡Pero donde ese llegue a decir algo fuera de lugar..!

- Donde él diga algo fuera de lugar yo lo sacaré a patadas de mi fiesta*. - contestó su amigo y veo a Sam asentir. - Muy bien, dicho todo entonces los espero a ambos esta noche en mi fiesta, prometo que no se arrepentirán.- Añadió y ambos asentimos.- Señora Evans, muchas gracias por su ayuda, le debo un favor.- me dijo para luego giñarme un ojo y caminar a la puerta.- Conozco la salida.- Finalizó para luego desaparecer de nuestro campo de visión.

- ¿Si sabes que la bruja de mi exs también estará allí verdad? - preguntó Sam viéndome y me sorprendí, no sabía que ella estaría allí.

- ¿Que importa si esta o no? solo debemos evitarlos y pasarla bien con los futuros novios.- Respondí y él suspira para luego asentir. - ¿*Vamos a la cocina?

- ¿Quieres hacerlo ahí*? - preguntó sonriendo como todo un pervertido y le di un empujón.

- No, quiero ver que el almuerzo no se me queme. - ***corrí a la cocina mientras Sam reía detrás de mi.

*No te preocupes mi amor, de ahora en adelante no pensare quedarme en silencio para que traten de separarnos, defenderé nuestro amor a como de lugar***.