Isabel, una apacionada historiadora viaja al pasado luego de adentrarse sin saberlo a un vortice del tiempo y donde es atacada por una misteriosa entidad que la hace desmayarse recordando su vida pasada descubriendo que ella es la reencarnación de una poderosa Bruja y decide cobrar venganza de quienes la traicionaron en el pasado, pero en el proceso le sucederá una serie de malentendidos que harán de su vida más interesante al relacionarce directamente con el emperador Maximiliano de Londonkht, quien es un usuario de magia de sombra y cuya historia termina por su misteriosa desaparición.
¿Podrá Isabel cobrar venganza y de paso salvar la vida del emperador?.
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CAPÍTULO 3 Secretos
Isabel observa más de cerca la ciudad, percatándose de qué si quiere recuperar las tierras y el título que tenían sus padres en este tiempo necesita dinero, pero esta vez será más precavida, ya que en su vida anterior por confiada termino con muchos problemas hasta el punto de ser acusada injustamente y eso la llevo a la muerte.
—Alto, detengan al ladrón grita una mujer que corre apresuradamente siguiendo a un rufián que se acerca a donde yo estoy y justo cuando pasa a mi lado le hago una sancarilla permitiendo que el ladrón caíga al suelo soltando lo que llevaba en sus manos, la gente comienza a rodearlo y el ladrón al verse rodeado sale huyendo dejando atrás lo robado.
La mujer llega con el aire en la boca, lleva un vertido turquesa largo con guantes blancos en sus manos y su cabello claro recogido aunque el aire ya había hecho de las suyas al liberar algunos risos por su frente. Ella rápidamente se acerca para recoger la pequeña bolsa que había dejado caer el ladrón.
—Gracias señorita, por la ayuda no sabe lo importante que es para mi esta bolsa y por un descuido casi la pierdo, soy Mariana por cierto.
Mucho gusto Mariana, yo soy Isabel.
—Que bonito nombre, no eres de aquí cierto, sabes se rumorea qué el emperador saldrá del palacio y pasará por la ciudad con su guardia imperial, quisas tenga oportunidad de verlo dicen que es muy guapo.
No creo que sea más guapo que mi niño bonito es una lástima que no lo volveré a ver. Piensa Isabel mientras observa a la joven dama con una sonrisa en sus labios. Debo irme fue un gusto conocerte Mariana. Igualmente contesta ella.
Isabel se alega de la multitud y saca el mapa que tenía dibujado en un pedazo de tela algo polvorienta que había recuperado hace poco de su antigua casa. El mapa tenía unas coordenadas que con ayuda de su magia le fue fácil leer así que rápidamente se dirige al lugar señalado encontrándose con parque lleno de muchos árboles el cual está rodeado por un pequeño muro de piedra y rápidamente salta el muro asegurándome de que nadie la haya visto y camina hasta llegar frente a un gran roble y procede a sentarse cerca de este, sus grandes ramas se extienden cubriendo un gran espacio aunque el sol se filtra por los espacios descubiertos por sus hojas y decide cerrar sus ojos a la vez que pregunta hasta cuando piensas seguirme, pero al no obtener repuesta utiliza su magia y aprisiona la sombra con su propia energía lo que permite que la sombra se materialice tomando una forma humana.
Quien eres, porque me sigues pregunta Isabel, pero esta sombra libera un grito antes de desvanecerse, por lo que se cubre sus oídos... Y es entonces que cae en cuenta que ese mismo sonido es el que escucho antes de desmayarse justo cuando llego a este tiempo la noche anterior.
Las aves revolotean en el cielo a causa del sonido que emitió la sombra antes de desaparecer así que debe darse prisa si no quiere ser descubierta y procede a desenterrar un cofre metálico mediano algo oxidado en cuyo interior se encontraba la escritura de una propiedad, algunas monedas de oro y un reloj de bolsillo qué le pertenecía a su padre y de inmediato el rostro del duque llega a su mente por lo cual dice lo siento papá, mamá por mi culpa ya no están con vida, pero prometo recuperar sus tierras y de paso su título, con eso en mente sale de allí y busca una posada para pasar la noche, pero antes compro un cambio de ropa que diera credibilidad de ser una noble.
Al siguiente día luego de desayunar decide ir hacia una notaria, pero entonces recuerdo que ese término todavía no se maneja en esta época, ya que se conoce como escribano público en el cual un funcionario autorizado por el emperador da fe de la autenticidad de documentos y actos legales, por supuesto que me tocó pagar unas cuantas monedas para agilizar el proceso, pero todo salió bien.
Regrese a la posada por mis cosas que había dejado y procedi a pagar mi estadía allí, al salir me encuentro con una anciana ciega qué pide limosna, pero la mayoría de personas la ignoran como si no existiera así que me acerco a ella y dejo una moneda en su pequeña vasija.
—¡Gracias señorita!... pronuncia la anciana.
Como me reconociste.
—Te sorprenderás lo que una anciana como yo puede saber solo con sentir la presencia cercana de alguna persona, gracias por tu generosidad hoy en día ya no se ve tan a menudo.
Tienes razón... ¿Cómo te llamas?
—Soy Amalia, Señorita.
Mucho gusto Amalia yo soy Isabel, tienes familia.
—¡No!... Pero por lo que puedo percibir tú tampoco la tienes.
Esto hace sonreír a Isabel y de inmediato dice cuéntame más.
—Qué extraño, tu voz es de una mujer joven, pero tu alma ya es vieja. Nunca conocí alguien así.
Te gustaría venir conmigo pregunta Isabel, pues puede darse cuenta que la anciana no tiene maldad alguna en su corazón apesar de vivir en la calle.
—Señorita no tengo nada que ofrecerle, yo simplemente sería una carga para usted.
Sé equivoca, tu sabiduría me vendría bien, que dice queré acompañarme.
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Ahora voy hacia mi nueva propiedad en compañía de la sra Amalia y con ayuda de un cochero quien manejaba el carruaje qué recientemente había comprado, todavía no me acostumbro a viajar así, pero supongo que debo guardar apariencias. El pisar de los caballos se escuchaban por las calles empiedradas de la ciudad, los ojos curiosas de varias personas observaban con recelo susurrando palabras que no podía escuchar y un vacío se formo en la boca de mi estomago. Por que me sentía así, si no estaba haciendo nada malo. Al contrario estaba reclamando lo que por derecho me pertenecía de forma legal y esto en gran medida me facilitaría para acercarme al palacio y poder exponer al primer ministro, también a sus cómplices del complot que preparan para apoderarse del imperio lo que decencadenara una guerra de estado justo cuando el emperador desaparezca y eso sucederá en dos años, por lo cual el emperador debe estar en sus treinta. Me pregunto si todo lo escrito en los textos de historia que lei sobre el emperador son ciertos, ya quiero conocerlo y de paso saber más a detalle porque motivo se oculta en su palacio y nunca muestra su rostro a su gente, que secretos ocultas Maximiliano.