Hecha A Mi Medida

Daniel continúa viviendo en el que fue mi departamento, pero creo que solo lo hará hasta deshacerse de todo lo que tenía preparado para la boda, no todo se pudo cancelar tan fácil, incluso le llegó a sugerir a Mateo que aprovechará qué había mucho ya listo y se casara con Tania, pero mi amiga tiene el sueño de casarse en la playa y quiere esperar un tiempo más, no se para que, pero en fin, yo tampoco estaría segura en este momento de dar un paso de ese tamaño justo ahora.

Por otro lado, Ximena anda muy dispersa, y cuando le pregunto que es lo que pasa solo me dice que nada, a mí se me hace que extraña a Marco, pero no lo va a aceptar.

En el trabajo hay mucha presión porque están recortando personal y todos están nerviosos.

Gael y yo tratamos de estar tranquilos hasta la cita en el juzgado, no he tenido noticias de mi familia, pero no me confío, puede ser que estén tramando algo.

Mis amigas ya no continúan acompañándome todo el tiempo, pero tratan de hacerme compañía lo más posible, a mi me gusta y me da pena al mismo tiempo.

Después de dos semanas, Ximena se aparece en mi oficina a primera hora de la mañana y con los ojos llorosos y temblando me dice que necesita mi ayuda, yo no entiendo nada y le pido que se siente y me explique, vamos al baño y ahí te enteras, me contestó, así que dejé que me arrastrar a al baño y sacó de su cartera dos pruebas de embarazo, entonces comprendí todo, cuantos días de retraso tienes? Y me contestó que casi dos semanas, la abracé para darle ánimos y procedí a abrir las pruebas, le leí las instrucciones y las hizo, a los pocos minutos las dos pruebas dieron positivo, ella lloró y yo la felicité, no entiendes nada, me dijo, Marco no está buscando esto, tengo miedo de decirle, no estoy lista para ser madre. Yo la tomé de las manos y mirándola a los ojos le dije, no me digas eso, tu serás la mejor madre, eres fuerte, y sola o con Marco podrás con esto, además no te adelantes, primero debes hablar con él. Después ya veremos, sabes que nunca estarás sola, muchas personas te queremos. Tome mi teléfono y le envié un mensaje a Tania, urgente que nos veamos a la hora de la comida. inmediatamente me respondió, ahí estaré.

Lleve a Ximena a su oficina y le llevé un té, la dejé trabajar y yo hice lo propio. Cuando nos reunimos con Tania, la puse al tanto de lo que sucedía, ella primero interrogó a Ximena acerca de sus sentimientos por Marco, si tu lo quieres en serio no seas cobarde y lucha por tener una relación seria, el bebé podría unirlos, Ximena respondió que ella si estaba enamorada, más de lo que podría admitir, pero habían quedado en que no habría una relación seria. Yo le dije que las cosas cambian, acuérdate que yo también me negué a tener algo con Gael al principio, además ya te dije que no te adelantes, además tenemos a su mejor amigo de nuestra parte, el lo puede hacer entrar en razón. Total de que las convencimos para que le diera a Marco el beneficio de la duda, y hablara con él.

Yo quería tantear terreno con Gael, pero no quería que Marco se enterara por él, así que fui más prudente y no abrí la boca.

Pero como empujóncito le dije que le preguntara cuando vendría de visita, con el pretexto de que yo quería hacer una comida para agradecerles a todos su apoyo para lo del juicio. Ni tardó ni perezoso se apuntó para viajar el fin de semana, y muy complacida comenzó a planear la comida para el sábado. La verdad es que Gael me apoya en todo sin chistar, así él invitó a Mateo y yo le hablé a Daniel y a Ximena. Claro, omitiendo que había invitado a Marco.

Él sábado llegó y con el Marco, Gael fue por él al aeropuerto y se lo llevó a la oficina, ya que quería que le ayudara a revisar unos detalles para el cierre de su proyecto. Perfecto para mi, así se encontrarán en la comida, y si todo va bien, ya en la noche le dará la sorpresa.

Durante la comida todos estuvimos animados, Ximena se relajó un poco, aunque como no estaba bebiendo Marco le insistía en que algo raro tenía. Alargamos la reunion y ya por la noche, cuando ya estaban por irse, mi amiga llevó a Marco a la terraza con el pretexto de ver las estrellas, y mientras él la abrazaba por la espada ella simplemente le soltó, Marco estoy embarazada, el como todo un idiota, reaccionó con una broma, diciéndole : No pensé que me quisieras amarrar con un embarazo. Y claro, la bofetada más fuerte que Ximena fue capaz de dar, se estampó en su mejilla, ella salió corriendo con lágrimas en los ojos, cruzó la sala y sin decir nada solo salió. Daniel que no tenía ni idea de que pudo haber pasado se levantó para ir con Marco y pedirle una explicación, pero rápidamente Mateo lo detuvo y le pidió que dejara eso a Gael, así tendría que decirle la verdad. Gael habló con su mejor amigo y al contarle todo le comentó, amigo metiste la pata hasta el fondo. Después regresaron y nos explicaron lo ocurrido, Marco juraba que había sido una broma, y nosotros lo regañamos diciéndole que no era gracioso y con eso no se debía bromear, Daniel estaba inquietante mente callado, como planeando algo, así que finalmente dijo, si no fuera una broma, te mataría ahora mismo, pero te voy a ayudar, no por ti, sino por mi hermana, levanta tu trasero y sígueme, todos nos quedamos intrigados cuando los dos salieron. Queríamos saber que harían pero no queríamos importunar, así que tendríamos que esperar a ver el desenlace de los acontecimientos. Los dos chicos se dirigieron a él departamento de Daniel, donde recogieron un anillo que pensaba regalarle por su cumpleaños, pasaron por un arreglo de rosas rojas con un oso de peluche y globos, contrataron un mariachi y se dirigieron a casa de Ximena.

Al llegar ella a la casa, se encerró en su habitación sin que nadie la viera, casualmente sus padres habían salido a cenar y estaba sola, al llegar Daniel y Marco, comenzaron a tocar los mariachis y ella se asomo por la ventana, vio a los hombres parados frente a la casa y comenzó de nuevo a llorar, no se esperaba la escena, bajó y delante de su hermano, Marco se arrodilló pidiéndole perdón y cuando ella lo perdono, el saco el anillo y le propuso matrimonio. Durante el trayecto habían planeado que se casara aprovechando lo que ya Daniel había preparado para su fallida boda, ella aceptó y Daniel se retiró dejando a la pareja en espera de que volvieran sus padres para hablar con ellos.

Así lo hicieron y al no tener objeciones, sin pensarlo estaban a un mes aproximadamente de contraer nupcias.

Quien hubiera pensado que los más reacios a creer en el amor, serían los primeros en dar el si ante el altar.