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Mi Primera Primavera A Los Cuarenta

Mi Primera Primavera A Los Cuarenta

Status: Terminada
Genre:Completas / Traiciones y engaños
Popularitas:911.5k
Nilai: 4.7
nombre de autor: melissa de Menez

Mi nombre es Carolina estoy casada con Miguel mi primer amor a primera vista.
pero todo cambia en nuestras vida cuando descubro que me es infiel.
decido divorciarme y dedicarme más tiempo y explorar mi cuerpo ya que mis amigas me hablan de un orgasmo el cual desconozco y es así como comienza mi historia.

NovelToon tiene autorización de melissa de Menez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 20

Margaret se acercó a la mesa donde estaba Carolina, quien había permanecido en silencio observando todo a su alrededor. La señora llevaba una copa de vino en la mano y una expresión amable en el rostro.

—¿Están bien, chicas? —preguntó Margaret, dirigiendo su atención tanto a Carolina como a Patricia.

—Sí, señora Margaret. Todo está perfecto, gracias —respondió Carolina con una sonrisa cortés.

La mirada de Margaret recorrió el jardín, notando que Carolina estaba sola con sus amigas.

—Veo que no vino tu esposo —comentó con tono curioso pero suave—. Me hubiera gustado conocerlo.

Carolina bajó un poco la mirada, incómoda, y respondió con un tono neutro:

—No pudo venir, lo siento. Tenía compromisos en el trabajo.

Margaret asintió lentamente, estudiando por un momento la expresión de Carolina. Luego, colocó una mano sobre su hombro de manera reconfortante.

—No te preocupes, querida. Siempre hay una próxima ocasión. Bueno, las dejo para que sigan disfrutando de la noche.

Margaret se retiró con elegancia, y Patricia se inclinó hacia Carolina en cuanto la señora estuvo fuera de su alcance visual.

—¿Y bien? ¿Qué excusa puso Miguel esta vez?

Carolina suspiró y negó con la cabeza, tratando de mantener la compostura.

—Nada, Patricia. Ya sabes cómo es.

Patricia hizo un gesto de desaprobación, pero no insistió más, dejando que Carolina volviera a sumirse en sus pensamientos mientras las luces del jardín iluminaban la elegante velada.

Andrea estaba caminando por el jardín, tomando fotos con su teléfono mientras disfrutaba de la tranquilidad del lugar. De repente, vio a una niña pequeña jugando cerca de un seto decorado con luces. La curiosidad la llevó a acercarse.

—Hola, niña —saludó Andrea con una sonrisa cálida.

La niña levantó la vista, sorprendida, pero le devolvió la sonrisa.

—Hola —respondió con timidez.

—¿Eres una invitada a esta fiesta? —preguntó Andrea, intentando romper el hielo.

—Sí, vine con mi abuela —contestó la niña mientras abrazaba un oso de peluche casi tan grande como ella.

Andrea se agachó un poco para estar a su altura.

—¿Cómo te llamas?

—Gabriela. ¿Y tú?

—Andrea.

—Te llamas como mi mamá.

Gabriela abrió los ojos con sorpresa.

—¿De verdad? ¡Eso es genial!

Andrea rió con ternura.

—Sí, lo es. Oye, ¿quieres jugar conmigo?

Gabriela asintió emocionada y extendió su mano hacia Andrea.

—¡Sí, claro!

Ambas comenzaron a correr y jugar por el jardín, entre risas y juegos, mientras los adultos seguían inmersos en sus conversaciones. Andrea no podía evitar sentir una conexión especial con Gabriela, aunque no sabía muy bien por qué.

Carolina caminaba entre los invitados, esquivando a las personas que charlaban animadamente. Su mente estaba concentrada en encontrar a Andrea, pero al alejarse un poco de la multitud, algo captó su atención.

A unos metros, en un rincón semioscuro del jardín, reconoció una silueta familiar. Sus pasos se detuvieron cuando sus ojos enfocaron la escena. Era Miguel, su esposo, besándose apasionadamente con otra mujer.

Su respiración se aceleró, y el tiempo pareció detenerse. Sintió cómo su mundo se tambaleaba en cuestión de segundos.

—¿Miguel? —dijo en un tono entrecortado, con incredulidad y dolor en su voz.

Miguel, sobresaltado, se separó rápidamente de Emely y volteó hacia Carolina. Su rostro pasó de la sorpresa a la incomodidad.

—Carolina... —balbuceó, intentando encontrar las palabras.

Emely, por su parte, no dijo nada, pero miró a Carolina con una mezcla de altivez y desconcierto.

Carolina lo observó, esperando una explicación que sabía que no llegaría. Las palabras se atoraban en su garganta, y las lágrimas amenazaban con salir, pero se negó a derrumbarse frente a ellos.

—No esperaba esto de ti, Miguel —dijo finalmente, con voz firme y cargada de dolor.

Miguel dio un paso hacia ella, su expresión era una mezcla de nerviosismo y vergüenza.

—Carolina... ¿qué haces aquí? —preguntó con un tono que intentaba ser calmado, pero que no ocultaba su incomodidad.

Carolina lo miró con los ojos llenos de dolor y furia contenida.

—Eso mismo te pregunto yo, Miguel. ¿Qué haces aquí... y besándote con esta mujer? —su voz se quebró ligeramente, pero mantuvo la firmeza.

Miguel intentó acercarse, levantando una mano en señal de apaciguamiento.

—Carolina, no es lo que parece...

—¿No es lo que parece? —lo interrumpió, dando un paso atrás—. Me has estado mintiendo todo este tiempo, Miguel. ¿Esto es lo que haces mientras yo me esfuerzo por salvar nuestro matrimonio?

Emely, que había permanecio en silencio,viendo la escena.

Miguel intentó tomar la mano de Carolina, pero ella lo apartó con un movimiento rápido.

—Carolina, hablemos en la casa. Por favor, no hagamos una escena aquí.

Ella lo miró fijamente, su respiración acelerada, su corazón latiendo con fuerza.

—¿Hablemos en la casa? —repitió, incrédula—. ¿Después de esto? No sé si quiera verte cuando llegues, Miguel.

Sin esperar su respuesta, Carolina giró sobre sus talones y se dirigió de regreso hacia la casa. Su mundo, que ya sentía fracturado, se desmoronaba con cada paso que daba.

1
Indiana Nacchio
espero que no rapten a nadie como en todas las novelas cansa leer siempre lo mismo
Indiana Nacchio
y porque fue sola a la fiesta?
amalia aguilar royo
Hay mucha diferencia de edad entre esas niñas, una tiene 8 años y otra 16, para que tengan las mismas ideas
fiel lectora
muy buena
fiel lectora
ay no parece que ya ella a tenido un hijo 🫣
Indiana Nacchio
ese hombre está buscando anclar
Indiana Nacchio
se siente la fuerza de Eric
Martina Peñuelas
ni modo eso se lo ganó por andarle poniendo adornos en la cabeza a su hijo 😝🤣🤣
Bea Tastro
una duda , se que es una novela, pero como puede un hombre sin memoria analizar un proyecto empresarial?
Bea Tastro
carolina entiende que erick ayude a Andrea su ex pero Erick no entiende la ayuda de Carolina a Miguel. Egoísta?
Bea Tastro
no entiendo tanta preocupación de Erick por su hija , ella vive con su mamá fuera del país donde el vive y hasta ahora no le ha pasado nada , no será que al le preocupa es no ver a la madre de su hija?
Bea Tastro
esperemos que de ese encuentro entre Erick y Carolina no haya la visita de la cigüeña
Bea Tastro
Esta Andrea utiliza a su hija egoistamente para atrapar a Erick
Maria del Carmen Simone
hermosa la trama sigue así me encantó, así sufrí jajajaja
Bea Tastro
Excelente
Bea Tastro
Ahora Erick debe preguntarse en que fallo? por que un 3ero no entra a un matrimonio si alguno de la pareja lo deja entrar, pero hay que saber por qué?
fiel lectora: no necesariamente fallo el , a lo mejor ella nunca lo quiso realmente y por eso busco otros brazos , además por qué en tu hogar en tu cama ? encima de ladrón conchuda?
total 1 replies
Patricia Gonzalez Avila
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Rebeca Domínguez
Es facil manipular a alguien cuando está en conflicto y más embarasada
Erasto Javier Alcantara Gutierrez
que difícil pues dentro de la realidad en lo que es la iglesia no se puede casar nuevamente si no a anulado su primer matrimonio, pienso que la autora debió tener cuidado con este detalle, si hubiera mencionado el juez en vez del sacerdote sería más creíble su historia
Esmeralda Martinez
Excelente
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