Prisionera Del Desierto

Liliana destruyó la habitación de Khalil, estaba molesta.

La había abandonado a su suerte y se daba el lujo de cenar con su amiga. Y para colmo a googlear información sobre Khalil, vio noticias donde se hablaba de su visita a Europa, recordando viejos romances del príncipe.

Maldito perro traicionero, ella tenía que ser pura, pero él sí podía cenar con otras.

¿Le gustaría Ainara?, estaba tan furiosa que se dirigió a la habitación de Khalil y comenzó a destruirlo todo.

Estaba en la oficina de Khalil cuando escucho al helicóptero.

Al asomarse por la ventana vio a un grupo de hombres armados hacer una reverencia. Khalil había vuelto.

Liliana salió corriendo hacia donde estaba.

- Khalil, grito ella, él hombre se dio vuelta

¿Quién es usted?, pregunto ella

- Según este papel soy tu padre, mi preciosa Amira, respondió Malek.

Liliana se acercó a él, era el hombre de sus sueños. Algo más grande, pero eran sus ojos, su voz. Liliana se arrojó a sus brazos era tan familiar su aroma.

Malek abrazo a su hija, tantos años esperando ese momento. Tomó a su hija del rostro. ¡Vine a llevarte a tu casa Amira!, le dijo él.

- ¿Me llevarás contigo?, pregunto ella.

- Por supuesto es lo que acordé con Khalil respondió Malek.

- ¿Él sabe que me voy contigo?, pregunto Liliana.

- Por supuesto él me dijo donde tenía que venirte a buscar. Liliana sintió deseos de llorar. Si la mandaba con su padre era porque él no volvería.

- ¿Ocurre algo?, pregunto Malek al ver a su hija contrariada.

- No, me hubiera gustado agradecerle por reunirme contigo respondió ella.

- No hace falta hija mía, ya lo he hecho yo respondió Malek.

- Su Alteza las cosas de la princesa ya están listas anunció Omar.

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Liliana abordó el helicóptero junto a su padre.

Su aventura con Khalil en el desierto había terminado.

Miraba a su padre, se sentía segura a su lado. Pero era un desconocido, sus costumbres eran iguales a la de Khalil.

Una hora después él helicóptero aterrizó en él aeropuerto un gran avión con un escudo y él nombre de Durham estaba delante de ella.

Ella caminaba detrás de su padre, estaba nerviosa la gente hacia una reverencia a cada paso de su padre.

En cuanto la puerta se cerró y el avión comenzó a moverse, ella miró a su padre.

-¿Qué va a pasar conmigo ahora?, pregunto Liliana.

- Regresas a tu casa Amira, no te tendré encerrada en una habitación. Pero no permitiré ni toleraré tu mal comportamiento. No debes olvidar cuál es tu lugar, respondió Malek.

- No sé cuál es mi lugar, ni siquiera sé quién soy ¿si me llamo Liliana o Amira?, respondió ella.

Malek estiro su mano y tomó la de su hija entre la de él.

- Eres mi pequeña, sé que es difícil para ti acostumbrarte a esta nueva realidad. El nombre no importa porque eres mi pequeña. Te he amado desde antes de que nacieras, jamás haría nada que pudiera dañarte. Al menos inténtalo, dale una oportunidad a tu padre y ha Durham de ganarnos tu cariño, respondió Malek.

- Está bien lo intentaré respondió ella

Tres horas después el avión aterrizó en él aeropuerto, todos miraban a la joven que iba con el Jeque Malek, algunos pensaban que era una futura esposa.

Abordaron el auto que los llevaría hasta el palacio.

En el palacio todos corrían de un lado a otro.

- ¿Qué está pasando aquí?, pregunto Zaid al ver el ajetreo.

- Su Alteza quiere a todos reunidos en el patio respondió él empleado.

Todos estaban expectantes a la llegada del auto, cuando Malek bajo del auto todos hicieron una reverencia.

Liliana bajo del auto y se paró junto a su padre.

- Hoy es un día muy importante para mí y lo será para Durham. Mi hija ha regresado, todos miraban a la princesa estaban asombrados mientras hacían reverencias.

Que se esparza la noticia, Durham debe festejar y darle la bienvenida a la princesa declaró Malek.