Dorothea y Kendall se toman de las manos.
Dorothea y Kendall se dan besos en la boca.
Dorothea y Kendall se dicen te amo.
Dorothea y Kendall duermen juntos.
Pero, ¿son novios o mejores amigos?
¿Qué pasará cuando los sentimientos de ambos empiecen a hacerse presentes y difíciles de ignorar?
¿Pasarán a la siguiente etapa de su relación o se distanciaran?
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Capítulo 18.
Me encuentro recostada en mi cama mirando el número de teléfono del nieto de la señora Fisher decidiendo si dejarlo en mis contactos o borrarlo.
Nunca he tenido una cita por lo que la idea de que se presente una me tiene curiosa, aunque no me siento dispuesta a estar en una relación ya que todavía me siento dolida por lo que sucedió con mi madre.
También el recuerdo de ver a Kendall en la empresa viene a mi mente, fue algo para lo que no estaba preparada por lo que sentí que de alguna forma desequilibro mis emociones.
Una parte de mi espera no volver a verlo, pero él recuerdo de todos los años que vivimos juntos me hace sentir nostálgica y extrañarlo. Sé que él fue una parte fundamental en mi vida y que hace varios años seguimos nuestros caminos por separados, pero no me puedo culpar por extrañarlo.
Ahora hay dos hombres en mi mente y no se que hacer. Todo estaba de maravilla hace unos días, antes de toparme con Kendall y con la señora Fisher.
Ellos solo trajeron cosas y vinieron a quitar mi paz mental.
...~🌻~...
Caminé junto a las chicas de la empresa por el centro comercial. El lugar está lleno de gente ya que es fin de semana y hay familias por doquier. Después de mi tortura de una noche antes decidí que lo mejor es ignorar tanto a la señora Fisher y su nieto como a Kendall.
Hay cosas más importantes como ir de compras y gastar mi último pago.
—Debemos de buscar los zapatos que les mostré, les aseguro que les van a encantar.
Sonreí emocionada siguiendo el paso de Priscila. Mire de reojo que Kevin todavía viene detrás de nosotras. Como buen compañero que es, será el que dará su opinión.
Karla fue la única de las chicas que decidió no acompañarnos el día de hoy ya que tenía un asunto con uno de sus hijos, aparte de que prefería no ver calzados.
El resto de los chicos decidió mejor pasar el fin de semana con sus familias e ignorar nuestros mensajes en donde los invitábamos a la salida del día de hoy.
Es divertido salir con las chicas ya que nunca me aburro con ellas y siempre hay un lugar el cual visitar.
Llegamos a la tienda de zapatos viendo una infinidad de pares hermosos. Sin duda Priscila una vez más hizo una excelente elección.
—¡Esto es como el paraíso!
Asentí de acuerdo con Cristina.
Cada una empezó a ver los zapatos siguiendo su propio estilo. Me probé algunas zapatillas con diseños de flores y algunas sandalias con un moño en la parte de enfrente.
Sin duda gastaré gran parte de mi salario en zapatos.
...~🌻~...
—Estoy muy agotada.
Caminé junto a las chicas afuera del centro comercial. Kevin fue el primero en irse por asuntos familiares, mencionando que no debíamos de preocuparnos.
—Mi tarjeta está muerta.
—La mía también.
Todas íbamos con mínimo cuatro pares de zapatos cargando en nuestras manos. Ya esta por anochecer y por suerte mañana no habrá trabajo.
—¿Ese no es el jefe?
Nos detuvimos de golpe mirando hacia donde Priscila señala viendo a Kendall y a una chica junto a él caminar cerca de una de las heladerías que se encuentra en la entrada del centro comercial.
—¿Será su novia?
—O puede ser su esposa...— Le siguió Cristina.
Me sentí incomoda ante la situación, ya que Kendall y yo llegamos a conocernos gran parte de nuestras vidas y tuvimos muy buenos momentos a pesar de como terminó todo.
—¡Vienen para acá!
Salí de mis pensamientos ante el pequeño grito de Priscila. Efectivamente, al parecer nos vieron. Quiero creer que Kendall conoce a sus empleados y no nada más se acerca al verme. Sería más incomoda la situación.
—Buenas tardes.— Comento Cristina con un tono nervioso y lo que parecer ser emoción.
Al tenerlos a dos metros de nosotros pude percatarme de que Kendall no nos había visto, por lo que ni siquiera se dio cuenta de nosotros. Su expresión de confusión cambió al mirarme, al contrario de su acompañante.
Una linda chica delgada y más alta que yo, de tez morena y el cabello más rizado que el mío. Viste un pantalón y un saco café que hace juego con sus botas.
—Solo quisimos saludarlo al verlo.— Respondió Priscila también con un tono nervioso.
Este ambiente se volvió incómodo para todos, Karla hubiera resuelto la situación de forma educada y sin forzar nada
—Un gusto entonces.
Sonreí sintiéndome nerviosa. Nadie menciono nada más por lo que ambos se fueron, no sin antes desearnos linda noche.
Ver a Kendall por segunda vez fue nostálgico e incomodo. Algunos recuerdos vinieron a mi mente poniéndome un poco triste.
...~🌻~...
Escuche mi teléfono sonar desesperadamente, llamada tras llamada suena como si hubiera alguna urgencia. Es domingo en la mañana por lo que me pareció extraño.
Me senté en la cama quitando un poco de baba en mi mejilla estirando la mano para contestar.
—¿Bueno?— Pregunte con voz somnolienta.
—¡Dorothea!— Aleje un poco el teléfono al ser aturdida, mis oídos todavía están sensibles por el sueño.— Te tengo buenas noticias, ¿recuerdas la cena del martes?
Me talle un ojo recordando la cena que se organiza todos los años en donde se premia y se les da reconocimientos a algunos de los trabajadores. Van socios, los jefes y jefes de área junto con los empleados a los que se les premia. El resto de trabajadores no son aceptados por lo que yo nunca he ido a esas cenas.
—Si la recuerdo.
—Pues ¿qué crees?— Su voz suena emocionada como si fuera a darme alguna sorpresa.— ¡Estás invitada!
Deje caer el teléfono en la cama quedándome en shock. Nunca espere que me fueran a invitar, no considero ser una empleada destacable.
—¿Dorothea? ¡Dorothea!
—¿Pero como es eso posible?
Sostuve el teléfono cerca de mi oído.
—¿Recuerdas cuando me cubriste en la exposición?— Respondí un sí recordando los nervios de ese día.— Pues a los jefes y socios les gustó mucho tu trabajo y como te desenvolviste, a parte de que estuvieron siguiendo tu trabajo después de ese día.
Todo esto es tan impresionante ni siquiera llevo un año trabajando en la empresa y ya soy candidata para recibir algún premio o un reconocimiento.
—Dorothea te dejo para que asimiles todo, felicidades.
Deje el teléfono de lado llevando mis manos a mi rostro cubriéndolo y permitiéndome llorar de la alegría que siento. Una parte de mi quisiera que mamá siguiera viva para celebrar este momento juntas.
...~🌻~...
Después de festejar todo el domingo junto a Nicol con un cansancio y mis párpados pesados recibí el lunes. Maldije en mi mente por haber bebido demasiado alcohol.
Mi sorpresa fue al cruzar las puestas de mi área de trabajo y ver a mis compañeros recibirme con alegría mientras en una esquina hay un cartel con mi nombre y la palabra felicidades.
Conociéndolos a todos sé que fue parte de Priscila la decoración.
—¡Sorpresa!
Lleve una mano a mi boca sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.
Todos se acercaron a abrazarme felicitándome por mi posible premio o reconocimiento.
—Cuando Karla nos llamó y nos contó la noticia no podíamos dejarlo pasar.— Mire a Kevin limpiando una lagrima que se me escapo.
—Así que improvisamos y tratamos de hacerte algo ya que no todos los días eres candidata para ir a la cena.— Continuo Cristina.
—Ustedes son grandiosos chicos.— Respire sintiendo un nudo en mi garganta.— Muchas gracias.
—Ay pero no llores que nos harás llorar.
Sonreí dejando escapar más lagrimas al volver a recibir la ola de abrazo grupal.
No me siento triste, estoy sumamente feliz de tener a compañeros tan grandiosos que se alegran por todo lo bueno que me pueda suceder y eso los hace grandes personas, que sé que posiblemente no encontraré en otro lugar.
...~🌻~...