Del Odio Al Amor

Emma

Es sábado, no voy al trabajo, quedamos con Zoe en salir, así que me arreglo, Cristián no vino a dormir, de seguro se fue a coger sabrá Dios con quien, la verdad no lo entiendo, me besa, se roba mi ropa interior y luego, luego se larga, por eso lo detesto tanto, por qué es un bipolar desgraciado, que quiere dominar todo lo que está bajo su "Dominio" y esa soy yo, bajo un dominio de contrato.

Me doy un relajante baño de espumas, veo una película, pido sushi por qué es mi día de descanso, veo el diario de una pasión, hay el amor, que así fuera como en las películas, pero no, no todo es como lo cuentan las historias románticas, un ejemplo soy yo, sola en esta enamore casa, sin tener unas piernas para enrollar y un pecho para relajarme, respiro hondo, de seguro no solo yo seré una mujer así, sin nadie a la par, sin un amor a quien sonreír, a quien contarle tu día a día, sin poder pedir una opinión, idea, ayuda, sin recibir un mensaje de buenos días, buenas noches, sin.... Emma para, me reprendo a mi misma, ya que una lágrima brota por mi mejilla.

Me sujetó ambas piernas, las lágrimas se hacen presente, me siento sola, mi madre es vanidosa, dice que me ama y que estará conmigo para lo que necesite, pero en realidad no es así, se la pasa juzgándome, en porque no enamoro a Cristián, que no lo deje ir, tanta tontería, mi padre murió hace unos años, tengo una amiga, pero a veces quieres un abrazo de alguien que esté cerca todo el tiempo, pero no, yo no tengo nada de eso y no sé si algún día lo tendré.

Sollozo como una niña pequeña, me siento tonta, pero a veces es necesario desahogarte.

Me quedo dormida, pero el frío me despierta, veo la hora y son las 4:00 pm de la tarde, así que me levanto, por qué quedamos con Zoe de salir, me lavo el rostro, vuelvo a ducharme y me pongo una lencería color negro, al colocarme las bragas me recuerdo a Cristián, ese idiota que se roba mi ropa interior, que hará con ellas, en serio se tocara con ellas, pero que estoy pensando, ese enfermo bipolar me importa una mi***a.

Me pongo un vestido color negro, con botas altas y gabardina gris, me aplico loción, me arreglo el cabello, me paso la plancha de cabello, me veo hermosa como siempre, me gusta alargar mi figura y como me visto.

Estoy lista, cuando me llega un mensaje, de seguro es Zoe para que me apresure, tomo el celular y abro el chat, pero…

No, mis planes se fueron a la borda, no tenía ganas de estar en casa, escucho todo el audio de Zoe, al parecer me tiene que contar todo con lujo de detalles.

Respiro hondo, bueno al parecer tanto tiempo arreglándome no valió la pena, oh a lo mejor Patrick está libre, salgo de mi cuarto, en busca de un vaso de agua pura, cuando la puerta se abre, voy bajando las gradas y veo entrando a mi pesadilla, viste un traje negro, se ve elegante y muy sexy, si en otro tiempo hubiera funcionado lo nuestro, sería la envidia de muchas.

Bajo sin hablarle.

— ¿A dónde vas?

— ¡Buenas tardes, estoy bien, gracias, lo digo con sarcasmo!

— ¡Saldrás con el idiota ese!

— ¡Con quien yo salgo no es tu problema!

— Lo es mientras seas mi esposa.

— Es un contrato de palabra, por qué de hechos no somos nada.

— Hablas de sexo, por qué yo encantado de consumar nuestro matrimonio.

Ruedo los ojos, mientras camino por mi vaso de agua, él viene detrás de mí.

— Tú solo piensas en Sexo o que.

— Únicamente Con quien lo deseo.

— Valla, entonces te sucede con todas.

— No creas que como lo que sea, soy selectivo Con quien duermo.

— Ruedo los ojos, la verdad no me interesa Con quien duermes, ni nada de ti.

— ¿A dónde saldrás? No has contestado mi pregunta.

— Mi cita se canceló, saldré sola un rato.

— Valla, tú crees que me creeré que saldrás sola.

— Si me crees o no, es tu problema no el mío, así que compermiso, digo pasando a su lado.

— Me toma de la cintura, pues adivina, tienes una cita conmigo.

— Suéltame, que odio que me tomes de la cintura.

— Saldrás conmigo, si quiero que sea creíble lo de mi esposa, quiero que me vean contigo, porque he escuchado rumores que me casé solo por el puesto y pus.. Quiero demostrarles que tengo una verdadera esposa.

— Jajaja, pero si por eso te casaste, más bien me obligaste.

— Pero ellos no lo sabes, así que no cuenta, ya que te dejaron plantada, camina que irás conmigo.

— Y si no quiero.

— Me importa un carajo si quieres o no, tú irás conmigo por qué yo así lo quiero.

— Pues a mí no me dominas.

— Ah no, o sales conmigo o... Te hago algo mucho mejor, se me acerca de más, tengo días trabajando que estoy en abstinencia y te juro que si no salimos, te hago mía, hasta cansarme.

Que lo diga con esa autoridad hace que mis bellos se erizen, es tan guapo, pero lo odio por ser un patán, así que prefiero salir que perder mi virginidad con un...Dios, con un ser tan deseable, tan...Emma, que tus instintos no te traicionen, solo recordar que si me acuesto con el ira detrás de otra después de probarme, así que eso hace que mis pies regresen a la tierra.

— Okey, salgamos.

— Yo hubiera elegido la segunda opción.

— Yo no la elegiría sabiendo que puedes tener enfermedades.

— Estoy limpio, jamás me acuesto con alguien sin un preservativo.

— Me encabrona lo que dice, pues de aquí a que lo descubra, no gracias, así que andando, antes que me arrepienta y huya.

— De mí nadie huye, lo dice cerca de mis labios.

— Pues no me tientes que puedo hacerlo.

— Me gusta dominar, me gusta poseer y que más a alguien tan.... Vamos, camina, lo dice adelantándose.

Tan que, me pregunto, camino detrás de él y pienso, iba a decir tan Bonita, hermosa, jamás me ha dicho ningún halago parecido, soy idiota al pensarlo, tal vez iba a decir tan fastidiosa, palabras ofensivas hubieran salido de su boca rápidamente, pero no, Emma no seas ingenua, Cristián no te ve más que un pedazo de carne de primera, el cual que siga deseando, por qué no dormiré con él.

Voy rápidamente por mi cartera y salgo, él ya está afuera de su Ferrari, no mentiré, pero le quedan tan bien los trajes.

Se va hacia su lugar y valla, jamás ha sido caballeroso el idiota.

Me subo a su auto y el vestido se me sube más de lo normal, me pongo el cinturón y veo que me mira las piernas, así que rápidamente me tapó.

— Un día las degustaré como me gusta hacerlo, lento, suave y placentero.

Sus palabras me hacen sentirme incómoda, pedo a la vez me gustan, no deberían gustarme, pero soy una mujer y a que mujer no le gusta sentirse deseada, pero las olvido rápidamente y vuelvo al modo, te odio Cristián, cada que menciona como tiene sexo, por qué en cada frase es una experiencia y Con quien ha tenido experiencias, con sus zorras.

— Pues sigue soñando, que de mí no recibirás nada.

Se me burla, ruedo los ojos, idiota.

— Arranca el auto, bueno cariño, debes actuar como la esposa que eres, así que métete bien en tu papel esta noche, lo dice guiñándome un ojo y acelerando.

Creo que esta noche no será mi noche.