Samira, una joven y apasionada estudiante de literatura, nunca imaginó que su vida cambiaría drásticamente en un instante. Un viaje a las Vegas y una traición amorosa, la lleva a casarse con Frederick, un poderoso abogado y jefe de la mafia, conocido por su frialdad y determinación.
Al principio, Samira se resiste a aceptar su nueva realidad, pero a medida que conoce a Frederick, descubre un lado oculto de él que la hace cuestionar todo. A pesar de los peligros que conlleva estar cerca de él, Samira comienza a sentir una atracción irresistible hacia Frederick.
Sin embargo, su amor no será fácil. Terceros en discordia, incluyendo rivales de la mafia y personas del pasado de Frederick, intentarán separarlos por todos los medios. ¿Podrá Samira superar sus miedos y confiar en Frederick lo suficiente como para estar juntos? ¿O la oscuridad que rodea su mundo los separará para siempre?
NovelToon tiene autorización de Vanesa Casarino para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 18 - Dos meses después
Samira …
Me había quedado dormida, no sabía cuánto tiempo había pasado, hasta que sentí que golpean la puerta de la habitación
Me levanto media dormida aún y me dirijo a la puerta para ver quién golpeaba y al abrir me encuentro con Paola
— Lo siento cariño, ¿Te desperté? — me pregunta apenada viendo mí cara
— No importa Pao, igual tenía que levantarme ya, ¿qué pasó? — le pregunto para saber a qué había venido
— Ha si, venía para avisarte que ya arreglé lo de tu entrenamiento, comienzas mañana por la mañana — me dice con una sonrisa, parece que está más emocionada que yo
— Eso es genial — digo feliz — Recuerda que Fred no se debe enterar Pao — le recuerdo para que no le diga nada
— Lo sé, no te preocupes que de mí boca no saldrá nada — me dice ella sonriendo
Después de darme la noticia del entrenamiento, Paola se fue y yo volví a entrar en la habitación
Tomo mí teléfono para ver la hora y ya eran las 6 pm
Me quito la ropa quedando completamente desnuda y caminó hacia el baño para darme una ducha
Ya en el baño, dejo caer el agua sobre mí cara, sintiendo el placer y la relajación de sentir el agua caliente recorrer todo mí cuerpo
Pensaba en todo lo que estaba viviendo, en el mundo en el que me había metido y en lo que Frederick me hacía sentir
Sumida en mis pensamientos, no sentí la puerta del baño abrirse, hasta que lo siento a Frederick abrazarme por la espalda y comenzar a besar mí cuello
Instintivamente tiré mí cabeza hacia atrás dándole mejor acceso y disfrutando de sus besos
Lo siento que se separa un poco de mí y me gira quedando de frente a mí, me arrinconó contra la pared, me sostuvo los brazos por sobre mí cabeza con una mano y comenzó a besarme con desesperación, mientras que con la otra mano recorría mí cuerpo
Sus besos eran salvajes, tanto que me encendieron de inmediato con solo sentirlo, lo necesitaba, lo quería dentro de mí, mí respiración era errática y sentía que no aguantaba más
De repente, me suelta los brazos y me levanta de la cola, haciendo que yo cruce mis piernas en su cintura y lo abrace por el cuello para sostenerme y de una sola estocada, se introduce en mí interior, ocasionando que un gemido escape de mis labios
Sus embestidas eran fuertes, tanto que me volvían loca y no podía contenerme, por lo que en cuestión de minutos terminé teniendo mí primera liberación
Sin salir de mí interior, salió de la ducha y me llevó hasta el lavamanos sentándome sobre él y continuar con sus embestidas fuertes
Estaba descontrolado y yo me sentía deseosa y quería más, no quería que esto se acabara pronto
— Eres mia Samira, solo mía — me decía mientras me embestía con salvajismo
— Soy tuya, solo tuya — le decía agitada y disfrutando de sus embestidas duras
Él comenzó a besarme con desesperación, silenciando mis gemidos que inevitablemente salían sin poder contenerlas
No pasó mucho tiempo cuando terminé llegando a mí segunda liberación
En un movimiento rápido, me baja del lavamanos, me gira quedando de espaldas a él y frente al espejo y en esa posición desde atrás, me volvió a embestir, mientras que con una mano me apretaba los pechos y con la otra me jalaba el pelo
— Me vuelves loco Samira, te deseo… te deseo a cada momento — me dice mordiéndome la oreja
Ese acto me hizo estremecer y comencé a gemir con más fuerza hasta que terminé llegando a mí tercera liberación
Siento que él aumenta cada vez más sus embestidas y pocos minutos después termina acabando en mí interior
Lentamente me gira quedando nuevamente de frente a él, me levanta con cuidado haciéndome sentar otra vez sobre el lavamanos, (agradecía mentalmente eso, ya que me temblaban las piernas) y me abraza con fuerzas, hundiendo su cara en mí cuello
No sabía si esto que sentía cuando estaba con él era amor o no, pero me sentía feliz y en paz
Quizás me estaba enamorando, o tal vez ya lo estaba y no lo quería admitir, pero de algo estaba segura, y eso era de que no quería perderlo.
Una vez que ambos recuperamos el aliento, Freddy me levanta y me vuelve a llevar hasta la ducha y juntos terminamos de bañarnos
Ya en la habitación nuevamente, busco en el guardarropa que ponerme y una vez los dos listos, salimos de la habitación y nos dirigimos al comedor, donde Paola ya nos esperaba para cenar…
[...]
Dos meses después …
Subo a mí habitación a darme una ducha y a curarme el brazo que me había lastimado en el entrenamiento
Una vez que terminó de bañarme, abro el cajón donde está el botiquín de primeros auxilios y cuando estoy a punto de tomarlo, observo al lado las toallitas sanitarias
Me puse pálida rápidamente al darme cuenta que mí periodo no me llegaba desde hacía mas de dos meses y que había olvidado ir al ginecólogo para comenzar a cuidarme
Con Frederick teníamos sexo todos los días sin falta y él jamás se cuidó y yo tampoco, ya que había olvidado ese gran detalle
Instintivamente llevé mis manos a mí vientre y parada frente al espejo me preguntaba si tal vez estaba embarazada, ya que mí periodo estaba retrasado
¿Qué haría ahora si realmente estuviera embarazada?
¿Y si Frederick no quiere hijos aún?
¿Qué haremos ahora, que los enemigos de él se están moviendo muy rápido?
¿Debía decirle la verdad o ocultarlo hasta saber qué pasará luego?
Justo en ese momento Frederick entra al baño y me ve parada frente al espejo con el rostro pálido, rápidamente se acerca hasta mí y me gira para que lo vea
— ¿Qué te sucede amor? ¿Te sientes mal? ¿Quieres que vayamos al médico? ¿Qué tienes? Estás pálida mí amor — me dice asustado
— Frederick jamás nos cuidamos en el sexo y mí periodo está en falta — decido decirle la verdad, para buscar una solución juntos y no andar con mentiras
Lo veo que se separa de mí y me observa mí vientre, luego me toma de las manos
— ¿Estás embarazada? — me pregunta con una gran sonrisa
— No lo sé, es muy probable, ya que mí periodo no me viene hace más de dos meses — le digo nerviosa
— Vamos a la clínica, a qué te vea una ginecóloga y nos confirme si estás embarazada — me dice tomándome de la mano y sacándome del baño
Ya en la habitación, me ayudó a vestirme y una vez lista, ambos salimos de la casa directo a la clínica
Ya en la clínica nos dirigimos directamente hasta el consultorio del medico y yo quedé confundida
— Frederick, ¿por qué estamos yendo por aquí? Hay que sacar cita con el médico primero — le digo confundida
— No hay problema, la ginecóloga de aquí es mí amiga, y de camino a la clínica le escribí avisándole que veníamos y nos está esperando — me dice sin dejar de caminar hasta el consultorio
No dije más nada, por un lado me alegraba, ya que odiaba tener que estar esperando
Al llegar al consultorio, Frederick golpea la puerta y una mujer de unos 40 y algo nos atiende
Juro que cuando dijo que la ginecóloga era su amiga, me imaginaba una mujer joven y sentí celos, pero al ver a esta mujer me siento más tranquila
— Buenos días Ximena, ella es mí esposa Samira y venimos a que le hagas una prueba de embarazo — le dice Fred ni bien entramos
— Buenos días Frederick, Samira, por favor tomen asiento — nos dice y así lo hacemos
La doctora comenzó a hacerme una serie de preguntas rutinarias
— Bueno Samira ten, ve al baño que está ahí y ponte está bata, te haré una ecografía — me dice y yo me dirijo al baño para cambiarme
Una vez lista, vuelvo al consultorio y me recuesto en la camilla como la doctora me lo indica
— Te haré una ecografía transvaginal para tener una mejor vista y resultado — me dice colocándose los guantes
De repente siento que introduce el aparato en mí interior y eso me hace estremecer. Frederick que se encontraba al lado mío, me toma de la mano y yo se la aprieto de los mismos nervios
La doctora comenzó a mover el aparato de un lado hacía otro mientras observaba la pantalla muy concentrada, mientras que yo me sentía re incómoda por lo que estaba sintiendo
— Muy bien Frederick, Samira, aquí está su bebé, felicidades tienes un embarazo de 10 semanas — me dice y yo lo miro a Frederick que estaba con una gran sonrisa
— ¡¡Vamos a ser papás!!, mí amor vamos a tener un bebé, que gran noticia, estoy tan emocionado — decía Frederick mientras me daba besos en la frente
— Esto que están escuchando aquí es su corazoncito. Todo está bien con el bebé así que no hay nada de que preocuparse — continúa diciendo la doctora — Bien Samira ya puedes ir a cambiarte — me dice la doctora y Frederick me ayuda a levantarme de la camilla
Yo me dirijo al baño a cambiarme y una vez lista vuelvo con la doctora que me otorgó una cita para dentro de un mes y luego salimos del consultorio con Fred y volvemos a la mansión
De camino a la casa, Frederick no dejaba de abrazarme y acariciar mí vientre, se lo notaba demasiado feliz
— Que puntería mí amor, la primer noche que estuvimos juntos me embarazaste — le digo yo riendo
— Jajaja soy bueno con las punterias — dice él riéndose — me siento feliz Sam, por primera vez siento que estoy completo — dice él volviéndome a abrazar
— Aunque al principio me sentía nerviosa por qué no sabía si querrías a este bebé, ahora viendo tu reacción me siento feliz, aunque es muy pronto para tener un bebé, pero la culpa es mía por haber olvidado cuidarme cuando llegué — le digo yo con una sonrisa de alivio
Era verdad, hacía dos meses y medio que habíamos llegado a las Vegas y que nos estábamos conociendo de a poco, pero bueno, lo hecho, hecho está y lo esperaremos con ansias a este bebé y debo dejar el entrenamiento para cuidar de mí embarazo.