Transmigrar Para Ser Tu Madre.

Bárbara apretó fuertemente la manita de Lucas, el pobrecito solo enrojeció sus ojos y no se quejó.

Bárbara estaba feliz de que muy pronto podía darse la vida llena de lujos que tanto quiso, culpaba a Joaquín por actuar como un pobre en ese entonces, si hubiera sabido esto, su vida habría sido feliz desde hace tiempo.

En eso fue sacada de sus pensamientos con brusquedad, dos pares de manos la sujetaron de los brazos y otro par más tomaba a Lucas con fuerza.

Bárbara fue empujada y tirada al suelo, solo podía ver que Lucas estaba siendo llevado por unos sujetos en un auto oscuro, estaba asustada, no gritó, no pidió ayuda, no hizo nada que fuera de utilidad, así justo como era ella, una completa inútil.

Joaquín llamó a casa, avisó que él iría por Lucas, temía que esa mujer hiciera una tontería por lo que se escapó del trabajo para ir a buscar a su hijo.

La maestra al ver a Joaquín fuera del salón no supo como reaccionar. - Lo siento papá de Lucas, pero la mamá de Lucas se adelantó y se llevó al pequeño. - dijo avergonzada.

Joaquín sintió una ira inmensa. - Lucas no tiene mamá, está escuela está bien informada de esto ¿Cómo pudo cometer semejante error? - Joaquín no pudo evitar gritar.

- ¡Discúlpeme, pero la señora me mostró su identificación y con eso no dude! Fue mi negligencia, debí preguntar para asegurarme. - la maestra realmente estaba apenada. - Si hay algo que pueda hacer, por favor no dude en decir, también soy madre y de verdad que entiendo esto.

- Solo le voy a pedir que haga su trabajo bien la próxima vez. - se fue furioso de ahí.

Desesperado le llamó a su hermano. - Alfredo. - lo llamaba cuando algo malo estaba pasando.

Alfredo tuvo un mal presentimiento. - ¿Qué sucede? - preguntó con seriedad.

- Es esa mujer, Bárbara se llevó a mi hijo. - dijo con agravio.

Alfredo se enojó. - No te preocupes la encontraré y la tendrás frente a ti, podrás desahogar lo que sientes, te lo aseguro. - dijo lleno de frialdad.

Joaquín asintió desesperado.

Mary llegó a casa agotada, pero fue corriendo en busca de Matthias y Lucas, verlos la hacían sentir llena de energía otra vez, pero se encontró con la sorpresa de que Lucas no estaba.

- ¿Dónde está Lucas? - le preguntó a Matthias.

Matthias tampoco sabía, así que solo negó con su cabecita.

Mary no pensó mucho en eso y comenzó a jugar con Matthias, estaban haciendo figuras con masa moldeable de colores, comenzaron a darle vida sus personajes, Mary hablaba con voces chistosas y Matthias intentaba hacerlo también.

Por la noche Mary llevó a dormir a Matthias después de bañarlo, aunque actuará como si no pasará nada frente a su hijo se dió cuenta que algo no andaba bien.

Fue a preguntarle al mayordomo si sabía dónde estaban los tres hombres de la casa y no supo nada tampoco, eso de no tener celular por primera vez le molestó mucho.

Sin más espero en la sala, esperaba que llegarán pronto, pero pasaban las horas y nada, su corazón se llenó de miedo ¿Habrá pasado algo malo? ¿Qué estará pasando?

Desesperada fue a despertar al mayordomo que casualmente estaba igual que ella, el hombre tampoco dormía y se veía preocupado.

- ¿Puedes ayudarme a contactar con Joaquín o Alfredo?

- Lo haré. - dijo de inmediato.

Fueron directamente al teléfono de la casa para marcar, primero trataron de localizar a Alfredo, pero este no contestó, lo mismo pasaba con Joaquín, tanto Mary como el mayordomo, se estaban muriendo de ansiedad.

- Lo intentaré de nuevo. - dijo él.

Mary asintió nerviosa, esperaba que alguien contestará ya, pero nada, la llamada no conectaba.

Después de inténtalo sin parar, una voz provinó de la bocina del teléfono. - ¿Qué sucede? - su voz era tan fría como el hielo.

- Soy yo, Mary. - dijo ansiosa. - Sé que algo está pasando, por favor dime qué pasa ¿Qué pasa con Lucas? ¿Qué está pasando con ustedes? - preguntó mortificada.

Alfredo se quedó en silencio por un momento. - No te preocupes, no está pasando nada, vete a dormir ya, es muy tarde. - dijo tratando de sonar igual que siempre, amable y gentil cuando de ella se tratará.

Pero Mary no se iba a dar por vencida. - ¿Realmente te gustó? Si realmente te gustó ¿Por qué no confías en mí? - no sintió vergüenza en absoluto por preguntar esto.

Alfredo suspiró. - No sabemos dónde está Lucas. - dijo con pesar.

- ¿Qué dijiste? - sintió un nudo en la garganta, lo más que sentía era un gran miedo de que algo le pasará.

- Relájate, voy a encontrarlo pasé lo que pasé. - afirmó.

- Te creo. - creyó firmemente en él. - ¿Quieres que te ayude con algo?

- Está bien, solo mantén la calma en casa. - dijo agradecido, pero sabía que no había mucho en lo que ella pudiera ayudar.

- Cuídate, avísame cualquier cosa, yo estoy aquí para apoyarte en lo que pueda, no olvides decir lo mismo a Joaquín.

Mary y el mayordomo se miraron fijamente, la angustia se reflejaba en cada uno de sus ojos.

Mientras tanto, Lorena miraba fijamente a Lucas, el niño estaba sucio, despeinado y su ropa estaba desarreglada, esto hizo que ella se sintiera superior, muy satisfecha, esperaba ver la cara de desesperación de esas personas que la humillaron como lo habían hecho, quería que esas personas le rogaran, se arrastraran a sus pies suplicando que les entregará al niño, ella disfrutaría el momento, al imaginarse esto se rió como una demente.

Lucas estaba asustado, tenía hambre y sueño, solo que le daba miedo estar dormido, quería estar en su cama, quería que Mary le leyera un cuento mientras Matthias lo abraza para dormirse, una lágrima resbaló por su mejilla, quería que Matthias lo abrazará y jugará con él.

Joaquín estaba loco, no sabía que hacer, ¿Dónde estaba esa maldita mujer?

- ¡Señor, la encontramos! Está en un motel ahora mismo. - dijo uno de los subordinados de Alfredo.

- Vamos para allá. - dijo Alfredo.

Bárbara no sabía que hacer, estaba nerviosa, sabía que tenía que huir lo antes posible, vino al motel de mala muerte solo para esconderse por un rato, mientras pensaba a dónde ir a continuación.

La mejor idea que tuvo fue ir a unas bodegas abandonadas, lista para irse, unos cuantos hombres entraron.

Joaquín miró a la mujer con crueldad. - ¿Dónde está mi hijo?