Zoe es una joven brillante y apasionada por los videojuegos. Después de años estudiando y perfeccionando sus habilidades en el extranjero, regresa con un sueño claro: Trabajar en Titan Games, la empresa líder en el desarrollo de videojuegos.
Pero hay un problema...
El CEO de la empresa, Leonardo Montenegro, tiene una regla estricta: NO MUJERES en el equipo de desarrollo. Su amarga experiencia con su exnovia, quien lo dejo plantado en el altar, lo convenció de que las mujeres solo traen drama y complicaciones innecesarias.
Zoe, indignada Pero determinada no está dispuesta a dejar que el machismo arruine su carrera. Con la ayuda de su mejor amiga Liliana, una maquilladora profesional, se transforma en Zack: Un chico reservado y serio con un talento excepcional para él código y el diseño de videojuegos.
Logra entrar en la empresa, pero pronto se da cuenta de que mantener su identidad oculta no sera nada fácil.
NovelToon tiene autorización de Alvarez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 17: SIN ESCAPATORIA
Zoe dejó la copa en una mesa cercana y se alejó con la excusa de ir al baño. Necesitaba aire. Ver a Leonardo después de semanas, sentir su mirada fija en ella, la había revuelto por completo.
No podía permitirse dar un espectáculo.
Pero Leonardo ya no podía controlar más sus emociones.
Disimuladamente, la siguió, con pasos firmes pero calculados. La vio entrar por un pasillo y, sin pensarlo demasiado, aceleró el paso.
Zoe apenas había llegado a la puerta del baño cuando una mano firme se posó en su muñeca.
—Espera.
Zoe contenía el aliento.
Reconocería esa voz en cualquier parte.
Giró lentamente, encontrándose con unos ojos intensos llenos de tormento.
—Sr. Montenegro, ¿qué haces? —susurró, intentando sonar firme.
Él no respondió de inmediato. En cambio, la miró en silencio. Como si estuviera grabándose cada detalle de su rostro.
Zoe sintió el corazón golpeándole el pecho.
—¿Qué demonios estás haciendo aquí, Zoe? —preguntó él finalmente, su voz baja y tensa.
—¿Perdón?
—Tú… —Leonardo pasó una mano por su cabello, frustrado—. ¿Estás con él?
Zoe parpadeó, confundida.
—¿Qué?
—Ese tipo, Andrés. —Apretó la mandíbula—. Vi cómo te miraba.
Zoe entrecerró los ojos, sorprendida.
—¿Tú me seguiste para preguntarme eso?
Leonardo dio un paso más cerca, reduciendo la distancia entre ellos.
—Dímelo. —Su voz bajó aún más, intensa, casi desesperada.
Zoe tragó saliva, pero se negó a ceder.
—Leonardo, esto no tiene sentido.
—Para mí, sí.
Zoe sintió que el aire se volvía denso.
Leonardo estaba demasiado cerca.
Demasiado intenso.
Demasiado todo.
—Me despediste, ¿recuerdas? —susurró ella, intentando sonar firme, aunque su voz tembló un poco—. No tienes derecho a interrogarme.
Leonardo la miró fijamente, y de repente…
Alzó la mano y acarició su mejilla.
Zoe se quedó inmóvil.
—Ya no puedo con esto. No puedo dejar de pensar en ti —admitió él en un susurro ronco.
Los ojos de Zoe se agrandaron.
—¿Qué? pero ¿De que estás hablando Leonardo…?
Pero él ya no quería escuchar razones.
Porque por más que se negara…
Zoe lo tenía completamente perdido.
Zoe sintió la mano cálida de Leonardo tratara de borrar el dolor que aún cargaba en el pecho.
No podía simplemente olvidar.
Con un movimiento rápido y decidido, trato de poner distancia entre ellos.
—No hagas esto, Leonardo. No puedes aparecer después de semanas y actuar como si nada hubiera pasado.
—Zoe …
—Me echaste. No me diste oportunidad de explicarme, ni siquiera valoraste mi trabajo.
Leonardo abrió la boca para hablar, pero Zoe lo interrumpió.
—Siempre fui profesional, di lo mejor de mí en cada proyecto, fui leal a la empresa… y aún así me trataste como un perro sarnoso.
—Oye…
— Me juzgaste sin dudar, sin siquiera escucharme. ¿Y ahora vienes aquí con celos, con caricias, como si eso borrara todo?
Leonardo se sentía miserable, porque ella tenía razón.
—Zoe, escúchame por favor...
—No, Leonardo. —Sus ojos brillaban con rabia y enojo —Tú tomaste tu decisión. Y yo tomé la mía.
Se giró sin decir más y se alejó por el pasillo con la cabeza en alto, sin mirar atrás.
Leonardo se quedó ahí, con el eco de su rechazo quemándole el pecho.
Y por primera vez en su vida, se sentía un miserable. Siempre había sido un caballero, pero perdió la compostura cuando descubrió que Zack no era Zack sino Zoe.
Sintió que realmente había perdido algo importante.
Zoe se acercó dónde estaba Andrés, y con una excusa de que tenía migraña, se despidió y se fue a casa. Andrés quiso llevarla, Pero ella le dijo que el anfitrión no podía irse y dejar su evento. Que se verían nuevamente en el trabajo. Zoe se despidió y salio del edificio y tomó un taxi con rumbo a su departamento.
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Una novela que te atrapa y no logras parar de leer hasta el punto final. Es la primer novela que leo de su autoría y me ha dejado enganchada.
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Una trama buena y dinámica, con una narrativa hermosa y coherente y unos personajes muy bien diseñados.
🌟✍💖✍🌟
Ortografía y redacción... ¡De lujo! (Algo que siempre agradecemos los lectores más exigentes.)
💖✍🌟✍💖
¡Felicitaciones inmensas a la estimada escritora!
😆😆😆