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Una chica hermosa, genial y talentosa llamada Kara Danvers trabajaba como agente doble, hasta que fue traicionada por su compañero… y murió.
Sin embargo, en lugar de ir al más allá, Kara transmigra al cuerpo de una niña adorable de 3 años, justo cuando la familia de la pequeña se encuentra al borde del colapso por culpa de una amante que llegó con su hija.
—¿Transmigré al cuerpo de una mocosa? —Kara Danvers no lo podía creer.
—¡Vaya, una rompehogares! Creo que merece una lección… —dijo Kara con una sonrisa maliciosa, desde el cuerpo de la niña.
¿Qué hará la agente doble dentro del cuerpo de esta pequeña tan tierna? ¡Vamos a descubrirlo!
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Capítulo 17
"Aaaaaa..." Amara gritó con fuerza, mientras los invitados simplemente se marchaban.
Incluso Arvin no pudo evitar que sus colegas se fueran con sus esposas e hijos. El hombre de 29 años estaba confundido por lo que había sucedido.
"¡Dime! ¿Qué has hecho, Amara?", preguntó Arvin con el rostro endurecido mientras sujetaba el brazo de Amara.
"¡Todo esto no es mi culpa, Mas! ¡Sino de Mbak Vira y su hija Vara!", gritó Amara señalando a Selvira.
"¿Qué quieres decir, Mbak?! ¿No fuiste tú misma quien empezó todo esto?! ¡Incluso le dijiste a la gente que yo era la segunda esposa y que solo estaba de arrimada en esta mansión!", respondió Selvira con firmeza.
Arvin miró fijamente a su segunda esposa. "¿Es verdad lo que dijo Selvira?", preguntó.
El rostro de Amara palideció. "¡No, Mas! ¡Mbak Selvira está mintiendo! ¡Fue ella quien reveló que yo soy la segunda esposa en esta casa. Dijo que soy una robamaridos!", dijo Amara con lágrimas corriendo abundantemente.
Ella intentaba dramatizar la situación, Arvin miró con lástima a su segunda esposa. Ya era suficiente con que su relación estuviera tensa por lo de la boutique el otro día.
Su relación había vuelto a mejorar, sobre todo porque Arvin no podía reprimir sus deseos biológicos. Por supuesto, recurriría a Amara, ya que Selvira no podía cumplir con sus deberes.
Sin embargo, había algo que Arvin aún no sabía. Aún no había revisado los resultados de su examen médico sobre su virilidad del otro día.
Arvin solo le había pedido a un médico conocido suyo que enviara los resultados del examen a su mansión.
Mientras tanto, quien encontró la carta fue Vara; la hermosa niña de 3 años ocultaba ese secreto. Lo revelaría en el momento oportuno.
¡Bah! ¡Esta enana malvada quiere hacer drama otra vez!, pensó Vara molesta.
"¡Selvira! ¿Es verdad lo que dijo Amara?", preguntó Arvin mirando a su primera esposa.
"¡Como quieras creer a quién, Mas! Lo que está claro es que Mbak Amara es la tercera en discordia, ¿no? ¡Por supuesto que conoce los riesgos si quiere entrar en el matrimonio de alguien!", respondió Selvira con indiferencia.
El rostro de Amara enrojeció de pura irritación, mientras que Arvin se quedó en silencio al escuchar las palabras de su esposa.
"¡Vamos, cariño! ¡Subamos a descansar!", invitó Selvira.
Vara y Selvira pasaron junto a las tres personas con expresiones diferentes. Lunaira lloraba porque su fiesta se había arruinado, mientras que Amara deseaba estrangular a Selvira.
Esa noche, la fiesta terminó en un caos. Incluso la comida aún no había sido tocada. Arvin solo ordenó a los sirvientes que la dieran a los niños de la calle y a los orfanatos.
Estos últimos días, Vara comenzó a poner en marcha su plan. Hackeó el sistema de seguridad y buscó los secretos de Amara. Incluso la causa de la muerte de la Vara original.
De vez en cuando, la niña miraba hacia afuera para que su madre no la descubriera en acción.
En un lujoso apartamento, dos personas de diferente sexo sudaban juntas. Los gemidos se respondían mutuamente, haciendo que la habitación se calentara aún más.
"¡Te amo, Amara, cariño!", dijo un hombre.
"¡Yo también te amo! ¡Tienes que ayudarme! ¡Ayúdame a deshacerme de esa mujer y su hija!", dijo Amara colgándosele con mimitos.
"¡Tranquila! Ya he manipulado todos los datos que me pediste. ¡Mira!", el hombre le entregó un documento que Amara leyó de inmediato.
Amara sonrió ampliamente al verlo, incluso vio las fotos y videos que habían sido editados de forma natural.
"¡Gracias, cariño!", dijo Amara abrazando al hombre.
"Hmm... ¡todo esto también es para nuestro futuro hijo! ¡Cuídalo bien!", dijo el hombre acariciando el vientre plano de Amara.
"¡Por supuesto, cariño!", dijo Amara.
Volvieron a sus juegos, pero lo hicieron con cuidado. Después de que la fiesta de su hija terminara en un completo desastre hacía dos semanas por culpa de Selvira y su hija, Amara ya no podía quedarse de brazos cruzados; se encontró con alguien que había sido su amante durante todo este tiempo.
Por la noche, cuando Arvin regresó a casa, Amara le preparó una comida especial que, por supuesto, había cocinado la sirvienta.
"¿Qué es esto, cariño?", preguntó Arvin frunciendo el ceño con extrañeza.
"¡Tengo algo para ti, Mas!", dijo Amara mientras miraba de reojo a Selvira, que permanecía indiferente, mientras que Vara parecía desganada.
Amara luego le entregó una pequeña caja de regalo atada con una cinta roja. Cuando Arvin la abrió, vio una prueba de embarazo con dos líneas.
"¿Estás embarazada, cariño?", preguntó Arvin con tono feliz.
Amara asintió. "¡Sí, estoy embarazada, Mas! ¡De nuestro hijo!", dijo.
Arvin abrazó de inmediato a su segunda esposa, haciendo que Selvira sintiera aún más dolor. Mientras tanto, Vara solo sonrió con malicia un momento antes de volver a poner cara de inocente.
Celebraron el embarazo de Amara llenos de alegría, Arvin ni siquiera pensó en los sentimientos de su primera esposa.
¡Espera a que empiece el juego!, pensó Vara.
"Recuerda, cariño, ¡no debes cansarte!", dijo Arvin con ternura.
"Gracias, Mas. Estoy segura de que nuestro hijo será varón y el heredero de la familia. Él dirigirá la gran empresa", dijo Amara mirando de reojo a Selvira, que no se vio afectada en absoluto.
¡Puaj! ¡La enana malvada está apuntando demasiado alto!, se burló Vara para sus adentros.
"¡No espele tan alto, Señola Amala, luego si se cae duele!", respondió Vara con inocencia.
El rostro de Amara enrojeció de rabia, y miró directamente a su esposo.
"¡Mas!", gimoteó.
"¡Ya está, no pasa nada! Vara es solo una niña pequeña que a menudo dice cosas sin pensar", dijo Arvin con ternura.
Desde el embarazo de Amara, Arvin había comenzado a olvidar a Selvira. Continuamente consentía a su segunda esposa, lo que hizo que Selvira se decidiera a separarse.
En secreto, Selvira ya estaba tramitando su divorcio; solo estaba esperando la carta del tribunal religioso.
Hoy, cuando Selvira acababa de bajar las escaleras, Amara la interceptó de repente, con una expresión cínica.
"¿Cómo se siente, Mbak, que Mas Arvin no te preste atención? ¡Y lo haré así para siempre, hasta que te deseche!", el rostro de Amara parecía arrogante.
Selvira respondió con calma: "¡No tengo ningún problema con eso! Tómalo si quieres, yo tampoco quiero más a Mas Arvin", respondió, haciendo que Amara se enfureciera.
Esto no era lo que había predicho; Selvira debería haberse enfurecido y golpearla. Al ver a Arvin desde lo alto de la escalera, Amara de repente se dejó caer al suelo, aunque suavemente.
"Aaaaaa... ¡duele! Lo siento, Mbak, si te robé la atención de Mas Arvin!", Amara lloraba entre sollozos.
"¡Amara!", Arvin bajó apresuradamente, pasando de largo junto a Selvira.
Inmediatamente se acercó a su segunda esposa y la llevó en brazos al sofá. Selvira miró a su marido con calma.
"¡Mas! ¡Mbak Vira está enfadada porque te robé la atención! ¡Lo siento, Mas!", dijo Amara sintiéndose culpable y asustada a la vez.
"¿Estás bien, cariño?", preguntó Arvin, que parecía muy preocupado.
"Duele, Mas. Afortunadamente, nuestro bebé y yo estamos bien. Mbak Vira se enfadó porque quería mostrarte algo, Mas. Pero ella intentó impedírmelo", respondió Amara.
Las cejas de Arvin se fruncieron bruscamente. "¿Mostrarme qué, cariño?", preguntó con curiosidad.
"Estuve investigando en secreto a Mbak Selvira, Mas. Es que un amigo mío me dijo que la había visto encontrándose con un hombre. ¡Mira, Mas!"
Amara le entregó una carpeta marrón; dentro había fotos y una memoria USB. Allí también había una prueba de ADN, lo que hizo que Arvin frunciera el ceño con extrañeza.
"¡También hice en secreto una prueba de ADN a ti y a Vara, y mira los resultados!", continuó Amara.
