Historias Cruzadas

Iván quiso resistir a la tentación de Irina desde que la conoció, pero ya no podía hacerlo más. Comenzó besando su cuello hasta su hombro, el cierre del vestido ya estaba bajo, así que giró su cuerpo para apoderarse de los labios de su esposa, mientras lentamente iba bajando los breteles del vestido hasta que cayó por completo. Irina intentó cubrirse con sus manos, pero Iván no la dejó.

Eres preciosa- dijo para luego volver a besarla.

Lentamente, fue llevándola hasta la cama, donde la recostó con mucho cuidado y se subió encima de ella sin aplastarla, sus ágiles manos acariciaban todo el cuerpo desnudo de Irina. Fue bajando por su cuello hasta llegar a sus perfectos pechos, un pequeño gemido se escapó de la boca de Irina, lo que encendió mucho más a Iván. Rápidamente quito el sostén que ella aún tenía puesto, para poder acariciar sus pequeñas montañas, mientras le daba atención a una con su boca acariciaba y daba pequeños apretones a la otra.

Irina ya estaba completamente perdida en el placer que Iván le daba, él siguió bajando por su vientre, llegó a su ombligo con besos húmedos y pequeños círculos que hacia al rededor de este, mientras quitaba las bragas de ella despacio, una mano fue a su punto débil para comenzar a estimularlo, sabía que ella nunca había estado con un hombre por lo que necesitaba lubricarla muy bien.

Comenzó a darle placer con su boca, al principio ella quiso cerrar las piernas, pero luego se perdió en lo que él hacía.

Ahhhh- gemía y arqueaba si espalda. Cuando estaba a punto de la liberación Iván se paró, quitó velozmente su ropa y volvió a posicionarse entre las piernas de ella.

No voy a mentirte, al principio dolerá un poco, después el placer será exquisito- le dijo Iván en su oído mientras lamía el lóbulo de su oreja.

Comenzó a ingresar lentamente, prestándole suma atención a los gestos de Irina, ella se aferraba a su espalda enterrando sus uñas donde pudiera, hasta que él entró por completo.

Aaaaaahhhhh- Grito Irina. Iván se quedó quieto besándola, hasta que se acostumbró a su tamaño y comenzó a embestirla con mucho cuidado de no lastimarla.

Grrrrr eres perfecta, cariño- gruñía Iván.

Aaaahhhh no... Pares- decía Irina con la voz entrecortada. El placer que estaba sintiendo era algo que nunca antes había experimentado, y le encantaba.

La noche fue larga e intensa en esa habitación, donde los dos se entregaron no solo al placer sino al amor que crecía dentro de ellos, al terminar y luego de recuperar el aliento, Iván tomo en brazos a Irina y la llevo hasta el baño, la dejo sentada en el lavado mientras preparaba la bañera para así relajar los músculos de ella.

¿Qué haces Iván?- dijo ella.

Vamos a darnos un baño antes de dormir nena- respondió él, mientras se acercaba y nuevamente se apoderaba de sus labios.

Una vez llena la bañera, la tomó nuevamente en brazos y juntos se metieron al agua, Iván con mucho cuidado lavo cada parte del cuerpo de ella y nuevamente se entregaron al amor.