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«Una Amante Por Contrato»

«Una Amante Por Contrato»

Status: Terminada
Genre:Amor prohibido / Dominación / Traiciones y engaños / Romance entre patrón y sirvienta / Esclava / Sirvienta / Venderse para pagar una deuda / BDSM / Romance de oficina / La mimada del jefe / Mujer despreciada / Casada con el millonario / Completas
Popularitas:2.5M
Nilai: 4.6
nombre de autor: Ana de la Rosa

Un deseo por lo prohibido

Viviendo en un matrimonio lleno de maltratos y abusos, donde su esposo dilapidó la fortuna familia, llevándolos a una crisis muy grave, no tuvo de otra más que hacerse cargo de la familia hasta el extremo de pedírsele lo imposible.

Teniendo que buscar la manera de ayudar a su esposo, un contrato de sumisión puede ser su salvación. En el cual, a cambio de sus "servicios", donde debía de entregársele por completo, deberá hacer algo que su moral y ética le prohíben, todo para conseguir el dinero que tanto necesita...

¿Será que ese contrato es su perdición?

¿O le dará la libertad que tanto ha anhelado?

NovelToon tiene autorización de Ana de la Rosa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 17

Para Yeikol ella era un misterio. “¿por qué no puede aceptar la realidad y tratar de relajarse?”, se preguntó él.

— Señor, ¿por qué Alfred no lo acompaña?

— ¿Acaso quieres hacer un trío?— preguntó y se tomó un sorbo de whisky.

— Aparte de enfermo, insolente.

Yeikol se terminó su trago y le indicó caminar hacia el pasillo. Entraron a la habitación que sería de romance, luego pasaron a la de sumisión.

Muriel permaneció de pie, puesto a que, no sabía qué hacer. Yeikol se colocó detrás de ella, le echo a un lado el cabello que adornaba su delicado cuello. Le dio un casto beso y exhaló profundo, dejando salir su aliento con olor a whisky. Ella sintió un escalofrío por todo su cuerpo, tanto así, que se le erizó la piel. Él, metió una mano por debajo de la falda, recorriendo su pierna, y con la otra le sujetó el cabello.

Mientras ella temblaba de miedo, él sentía placer. Yeikol llevó ambas manos a los pechos de Muriel y los tocó por encima de la blusa. De un tirón le rompió todos los botones, acción que la hizo sobresaltar. Delicadamente, le retiró el sostén, y empezó con su perverso juego de; amo. La sujetó a la mesa de terciopelo bocabajo, y de la misma forma que le hizo la primera vez, le cortó la falda y la ropa interior. Dejándola totalmente disponible para él.

La castigó con un látigo, dándole en las nalgas. Después de jugar se colocó el preservativo y se hundió en su interior por completo. Ella no se podía mover, tenía sus brazos y piernas sujetados a la mesa. 

Las estocadas de Yeikol al principio eran fuertes, salvajes, tan molestas, que Muriel estuvo a punto de gritarle que se detuviera. Después de unos minutos, cambió completamente, ahora eran suaves, placenteras, apacibles, capaz de enloquecer a cualquier mujer con sus movimientos.

Los gemidos de ella hacían eco en la habitación. La presión que él le ejercía en la cintura, era descomunal. Esa sensación de sentirse deseada le causaba más placer. Después de varios movimientos más, ella llegó a su orgasmo. Él lo pudo sentir e hizo lo mismo, no sin antes dejarle una mordida en la espalda.

Yeikol se dirigió al baño, se duchó y salió varios minutos después. Muriel continuaba en la misma posición, sujetada a la mesa.

“Es un indolente, no tuvo la delicadeza de desatarme antes de ir al baño. Pero claro, a él que le importa mi sufrimiento”.

Yeikol se acercó a ella y le acarició la piel suavemente. Le tocó su parte íntima a fondo, mojando sus dedos de flujo, y sonrió satisfactoriamente. Luego se puso frente a ella e intentó introducirle los dedos en la boca, pero ella volteó el rostro.

— ¿Se tiene asco usted misma?

— No, pero eso es desagradable.

Él no dijo nada, la desató, y salió de la habitación

Nuevamente, Muriel se había quedado sin ropa. No le quedó más que elegir una prenda del armario, después de darse una ducha. Eligió un vestido rojo, elegante, pero más reservado que el anterior. Se paró en la ventana a esperar a Yeikol, quien no estaba presente. Para ella, era gratificante observar la naturaleza, las aves volando, y el viento soplar. Podría pasar horas admirando la hermosa vista.

Yeikol estaba en la sala de estar, hablando con su esposa por teléfono. Sintió una pulsada en el corazón, cuando escuchó del otro lado de la línea, “Amor ayudé a preparar el almuerzo, ¿A qué hora llegan?”

Para Milena, ellos estaban en un partido de golf. “Amor, no creo que lleguemos a tiempo para almorzar, pero, ¿que te parece si cenamos fuera?”, le respondió a su esposa.

“Está bien. Que se diviertan. Te amo”, le dijo Milena, con su dulce voz.

Yeikol cerró la llamada, se reclinó hacia atrás y respiró con pereza. Miro la hora, y todavía estaba a tiempo de almorzar con su pareja, pero por alguna razón, prefería estar con Muriel. Quería estar con ella por última vez, ya que iba a cancelar el contrato.

Él volvió a la habitación, y la encontró mirando a través de la ventana.

— ¿Por qué se puso ese vestido?

— Perdón, señor, fue lo más apropiado que encontré.

— Desnúdese.

— ¿Qué? ¿Cómo?— preguntó confundida.

Yeikol estaba desnudo, únicamente tenía una toalla envuelta en la cintura, la cual dejó caer al escuchar las preguntas de Muriel. — ¿Esto le dice algo?— preguntó acercándose a ella, con su virilidad erecta.

Ella retrocedió. — Pensé que con lo que pasó, era suficiente para usted.

— ¿Me considera un poco hombre? — la acorraló a la pared.

— Eso fue lo que demostró ayer.— dijo inocentemente.

— Muriel, ya hubo mucha plática entre usted y yo, ¿No lo crees?

— Sí, señor.

Él la tomó de la mano y volvieron a la habitación de sumisión. Ahí pasaron horas, teniendo sexo salvaje. Sexo sin besos, sin caricias, sin palabras, doloroso, y placentero. Yeikol la posicionó de todas las formas que deseó. Ella solo obedeció a todas sus peticiones sin protestar, y la realidad fue que ambos tuvieron excitantes orgasmos.

Estaban listos para irse de la cabaña. Yeikol le abrió la puerta del auto y le preguntó. — ¿Le pasó algo? La noto extraña.

— Disculpe, señor, ¿Cómo se supone que debería sentirme después de cómo me trató ahí dentro?

— Como no la hace sentir su esposo, supongo.

Muriel únicamente le dedicó una mirada de reproche. Él estaba en lo cierto, pero no debería mencionar a su pareja.

Iban en el auto, y, eran dos extraños compartiendo el mismo bus. Quien diría que unos minutos atrás, ambos cuerpos chocaban y emitían sonidos de placer.

Yeikol dejó a Muriel en el lugar de siempre, precisamente una calle poco transitada. Ella se sentó en una de las banquetas, y ahí unas lágrimas rodaron por sus mejillas.

Una señora de más o menos cuarenta y cinco años de edad, estaba sentada en la otra banqueta. Tenía un cigarrillo en la mano y un aspecto de prostituta mal pagada.

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Rosii Pérez Guerrero
desafortunadamente es así en la vida real pero no nos da derecho a juzgar o a criticar el trabajo de alguien más es una novela 🙏
Vicky La Bruna
es bastante raro el comportamiento de la esposa, por momentos creo que está tramando algo y por momentos que es. sincera muy buena la novela que me tiene en ascuas sobre lo que pasará
Vicky La Bruna
cuando estás leyendo algo y no te gusta, es fácil, deja de leerla, no tienes porqué ofender a la autora, o. acaso no ves informativos????
Autora siga adelante!!!
JOSE Ochoa ibarra
me encantó
Alejandra Corrales huertas
me encanta autora como manejas la historia con respecto a milena , no me gustaba la idea de satirizar a milena para justificar a murieron en la vida de yeico
Elsa Sesto
felicitaciones me fascinó la novela ❤️💕💓💕
Alejandra Corrales huertas
totalmente de acuerdo autora
Aurora Ponce
me encanta las novelas pero muchas me quedo sin final espero que está si tenga un final
Lupita Barajas
autora felicidades, me pareció increíblemente buena la trama, bien redactada, coherente, sin perder detalles, autora eres muy buena escritora, te deseo lo mejor, muchas bendiciones y que continúen los éxitos!!
Lupita Barajas
felicidades autora, excelente novela!..... sería fantástica la mini historia de Milena, sabe que es responsable de sus 3 abortos por no cuidarse, prefirió su carrera de modelo a ser madre, pero también merece tener una historia de amor y ser feliz...
Maria Zuardi
Excelente historia, muy bonita y entretenida. gracias por mantenerme activada a ella. felicidades y sigan tus logros con más obras
chica°mangaromantico
Autora te dejo unas cinco estrellas porque eres una crack, la historia genial, los personajes bien definidos, los giros asombrantes y la trama espectacular, tienes un cien sobre diez. BESOS
chica°mangaromantico
yo creo que milena no está embarazada, o si lo está seguro perderá al bebé
Alejandra Gordillo
¡Qué bonito! Todos tienen el final que merecen.
Alejandra Gordillo
:O
Alejandra Gordillo
le faltó una nalgadita de despedida
Alejandra Gordillo
Ha sido sumisa gratis y sin placer pero le incomoda pero por 50 millones?
MONICA MARIA OSORNO SANCHEZ
Maravillosa historia, muchas gracias 😊😊😊🙏
MONICA MARIA OSORNO SANCHEZ
WOW eso es tener la falda bien puesta....
Isis Sisa
Bueno, sí la definición de sumisión es esa, pero si estamos hablando de que el cuate éste le está haciendo un contrato quiero imaginar y suponer que es dirigido al tema del BDSM, que dicho sea de paso es un tema muy complejo, y es ahí donde el concepto cambia totalmente
La sumisión sexual se basa en el consentimiento mutuo. Esto significa que todas las partes involucradas están de acuerdo con la dinámica y actividades que se practican. El consentimiento puede retirarse en cualquier momento. De otra manera estaría incurriendo en una violacion. O sea que dentro de esa práctica sí se cuestiona la voluntad y autoridad si no se está dispuesto a participar aunque haya un contrato de por medio por eso implica la palabra CONSENSUADO
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