Nueve Lazos De Magia

Contra todo pronóstico Tana y Donovan habían llegado hasta su destino en el tiempo que tenían, y si bien para lograrlo no habían tenido la oportunidad de descansar mucho, lo importante era que al fin habían llegado.

Aunque al principio pareció un infortunio, la llegada de esos motociclistas había sido de gran ayuda, ya que con una motocicleta era más fácil sortear el tráfico de las ciudades, además de que les permitía avanzar a gran velocidad a través de las autopistas.

La pareja casi no había hecho paradas, solo paraban para cargar combustible, momentos que aprovechaban para descansar un poco, de allí, la única otra parada que habían hecho fue para conseguirle a Tana una mejor peluca y unos pupilentes de color azul, ya que este color no era propio de los zorros.

Otra cosa en la que las motocicletas fueron una ventaja fue el hecho de que debían de llevar casco la mayor parte del tiempo, lo que reduce el riesgo de que Tana fuera descubierta por Dief, porque aun con su disfraz, el peligro persistía.

Al llegar a Mesto, la pareja sin perder tiempo se dirigió hasta el centro comercial Handel, la pareja había llegado al atardecer, algo que no era lo más ideal, y esperaban que la hija de Alejandra aún estuviera allí.

La pareja se estacionó en el centro comercial, y ambos bajaron de la moto y comenzaron a recorrer el estacionamiento en busca de la hija de Alejandro, Tana aún recordaba al hombre que por un tiempo llamo tío, y por las palabras del hombre asumía que su hija era muy parecida a él y no se equivocó, y es que no llevaban buscando ni 10 minutos cuando Tana vio a una joven de cabellera negra, larga hasta por encima de los hombros, de piel blanca y con los ojos amarillos, la viva imagen del Alejandro que ella recordaba.

Alejandro y su hija, pertenecían a la especie de zorros negros, conocidos por sus ojos amarillos y su cabellera negra, por lo que padre e hija tenían gran parecido.

La pareja se acercó a paso seguro hasta la joven y Tana le habló a partir del enlace que todos los zorros compartían.

“Eres la hija de Alejandro, ¿cierto?” – le preguntó Tana a lo que la joven le contesta en voz alta.

- Así es, tú debes de ser Tana, la verdad te imaginaba diferente – le dice la joven mientras señala su cabello rubio.

- Tuvimos unos inconvenientes, así que esto es por seguridad – le contesta Tana mientras se toca la peluca.

- ¿Y él es? – pregunta la chica, mientras señala con la cabeza a Donovan.

Hasta el momento Donovan no había dicho nada, para el hombre no tenía caso, al fin y al cabo, era Tana quien debía llevar las riendas de esta situación, debido a que la chica y las personas con las que se reuniría eran un grupo, pertenecían a la misma especie, y él salía sobrando, por lo que lo mejor que podía hacer era mantener un bajo perfil para parecer inofensivo y más adelante demostrar su utilidad y que es alguien confiable, la vida de su hermanita dependía de ello.

- Él es Donovan, es alguien que me ha ayudado mucho, a pesar de que apenas nos conocemos, es alguien de fiar – le dice Tana.

- Mi padre confiaba mucho en tu padre y su criterio, y siempre me dijo que tú te parecías mucho a él, así que confiaré en ti, un placer, mi nombre es Beth y espero que aún tengan ganas de manejar, porque a donde vamos no está muy cerca que digamos – les dice Beth con una sonrisa.

- Nosotros te seguimos – le dice Tana a lo que Beth asiente y cada uno se dirige hacia su vehículo.

Beth llega hasta su auto y cuando divisa a Tana con Donovan hace sonar el claxon de su auto, ante esto, Tana y Donovan ubican a la joven y sin dudarlo comienzan a seguirla, tras un viaje de más de cuarenta minutos al fin llegan a su destino, el cual es un edificio de apartamentos, dicho edificio es de 7 niveles y tiene un aspecto robusto.

Los tres entran al estacionamiento del edificio, en donde tras bajar de sus vehículos, Beth los llama.

- Papá los espera abajo, creo que está de más decirlo, pero no pueden decirle nada de esto a nadir, sobre todo tu guapo – le dice Beth a Donovan mientras le guiña un ojo.

Esta acción causó algo de molestia en Tana, a quien no le había agradado ni un poco que Beth coqueteara con Donovan, pero consiente de que haya cosas más importantes que unos absurdos celos, Tana los deja de lado y se dispone a seguir a Beth, quien ya ha comenzado a caminar.

Los tres entran a los ascensores del edificio, pero Beth en vez de hacerlo subir, los hace bajar, adentrándose a un lugar que no se parece en nada a la imagen que da el edificio por fuera.

Si por fuera el edificio parecía rústico, lo que había debajo de él era todo lo contrario, bajo el edificio todo era tecnología, el lugar parecía unas oficinas de lujo y después de bajar varios niveles los tres bajaron en el último piso, el cual consistía en unas pocas oficinas y sin dudarlo Beth los guía a la más grande, y allí sentado tras un enorme escritorio hay un hombre de aproximadamente 50 años, con el cabello negro y los ojos amarillos como su hija.

- Ya llegamos pa – anuncia Beth, ante las palabras de su hija, Alejandro estudia a los dos recién llegados.

- Tana, querida, lamento tanto que tengas que pasar por esto – le dice Alejandro a Tana y sin dudarlo abraza a la chica.

Alejandro y Drake habían sido muy unidos de jóvenes, al fin y al cabo, ambos peleaban por la misma causa, con la misma devoción, y fue esto lo que los unió, cuando Drake decidió establecerse, Alejandro iba a visitarlo debes en cuando, pero debido a sus deberes el hombre dejo de ver a su amigo, limitando su relación a unas pocas llamadas al año.

- Veo que no viniste sola – le dice Alejandro cuando se separan.

- Él es Donovan y no habría podido llegar hasta aquí sin él – lo presenta Tana.

- Un placer conocerlo – le dice Donovan a Alejandro y ambos estrechan sus manos.

- El placer es mío muchacho, si estás aquí es porque Tana confía en ti, y tomando en cuenta que ella puede leer las mentes, yo también lo hago, pero ya basta de saludos y presentaciones, vayamos al grano, el tiempo es importante y no podemos darnos el lujo de perderlo, así que cuéntenme que paso – les dice Alejandro a lo que Tana y Donovan comienzan a narrar lo que había ocurrido hace ya 6 noches.

Tana y Donovan le cantaron a Alejandro y a su hija todo lo que había pasado, y no solo se limitaron a narrar lo que había ocurrido en el pueblo, sino que también les hablaron sobre el ataque que habían tenido en aquel hotel, ninguno se guardó nada, al fin y al cabo, si querían que Alejandro los ayudara Debian de darle toda la información posible.

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Hola a tod@s 👋👋.

Aquí les dejo la imagen del zorro negro que usé de inspiración para estos personajes.

Gracias por leer mis historias, son los mejores 💗💗😘.