Alexander Stone es un atractivo y exitoso alfa, CEO de su propia empresa. Solo hay un problema: él, odia a los Omegas, así que, para trabajar como su secretario, este tiene que ser un Beta, requisito que Ethan cumple perfectamente.
Pero la constante exposición a las feromonas de Alexander, ocasiona un cambio en Ethan, él, se vuelve un Omega, por lo que debe ocultar este hecho de todos si es que desea mantener su puesto como secretario de Alexander. ¿Podrá Ethan ocultar para siempre su cambio de casta? ¿Qué hará Alexander si lo descubre?
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El almuerzo
POV Ethan
Cansado tras una mañana agotadora, ordené mis cosas con la esperanza de escapar por un momento en mi hora de almuerzo, aunque seguramente y como siempre hubiera terminado comiendo una ensalada, de no ser porque antes de poder irme, la voz firme de Stone me detuvo en seco.
-Ethan.- Su tono era imperativo, sin margen para objeciones. -¿Te importaría acompañarme a almorzar?-
La sorpresa me golpeó como un balde de agua fría, no me creía que Stone me estaba invitando a almorzar. La idea me dejó desconcertado un momento, y la imagen del sueño húmedo que había tenido con él pasó fugazmente por mi mente, pudiendo sentir el calor apoderarse de mi rostro. No sabía cómo mirarlo a la cara después de aquello, hacía lo posible por evitarlo para no recordar eso, pero ahora no podía escapar. Tomé aire y me calmé, descartando esos pensamientos, pues Stone era solo mi jefe y seguramente solo se trataba de un almuerzo para hablar del trabajo.
Asentí con la cabeza, sonriéndole amablemente para no ser irrespetuoso y lo seguí fuera de la oficina.
Caminamos en un incómodo silencio hasta llegara un restaurante claramente fuera de mi presupuesto, lo que me desconcertó, no entendí por qué Stone había elegido un lugar tan exclusivo para almorzar, pero me respondí que tal vez eran cosas normales de gente rica. Aun así, no entendía que tema tan urgente podría tener Stone que no pudiera discutirse en la oficina.
Mientras nos sentábamos en una mesa, Stone finalmente decidió romper el silencio.
-¿Qué tal ha estado tu día hasta ahora, Ethan?- Preguntó con un tono casual poco común en él, parecía que cada vez se sentía más cómodo llamándome por mi primer nombre.
-Ha estado bastante ocupado, como siempre, pero imagino que no más que su día, señor Stone.- Respondí con cautela y cordialidad.
Stone asintió y se mantuvo en silencio unos segundos, mirando hacia el horizonte como si estuviera perdido en sus pensamientos.
-¿Y cómo te has sentido últimamente?¿Te has adaptado bien al ritmo del trabajo?-
De pronto la ansiedad se apoderó de mí, y un nudo se formó en mi estómago, ¿acaso se había dado cuenta de que ahora era un omega? Con esa pregunta en mi cabeza, traté de mantener la compostura mientras respondía.
-Ah… ha sido un desafío, pero estoy aprendiendo.-
-Ethan, quiero que sepas que se aprecia tu arduo trabajo y dedicación a la empresa y a mí.- Dijo Stone, asintiendo con seriedad.
Sus palabras me tomaron por sorpresa y luché por contener un suspiro de alivio. Quizá mi preocupación no tenía razón de ser después de todo, tal vez Stone solo quería expresar su aprecio por mi desempeño laboral, pues sabía que mi contratación había sido algo apresurado, pero la duda persistía, y no podía evitar sentirme tenso ante la posibilidad de que él hubiera descubierto mi secreto.
Durante el almuerzo, Stone parecía querer decía muchas cosas, pero se mantenía reservado al respecto, era indirecto, vago y ambiguo a la hora de hablar, lo que me confundía y me hacía preguntarme qué quería lograr exactamente con esa conversación. Tal vez solo no sabía de qué hablar.
Intenté seguir el hilo de la conversación lo mejor que pude, pero era como tratar de atrapar humo entre mis dedos, pues cada ve que pensaba que estaba cerca de descubrir lo que Stone quería decir, él cambiaba de tema o me dejaba con más preguntas que respuestas.
