Rut es una joven que ha sufrido bullying a lo largo de su joven vida.
Todos la señalan por tener un cuerpo fuera de los estándares y la ha llevado incontables veces a la depresión.
Alan es un chico guapo, deseado por todas y capitán del equipo de fútbol.
apasionado por un tipo de chica en particular, aunque aún no había encontrado la ideal.
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Me llamo para darme sermones?
Rut se encontraba en el sofá y Alan encima de ella.
No entiende como acabo así, pero no puede dejarse llevar por los encantos de su chico.
Además, su amiga está en casa, y sería una falta de respeto para sus padres.
Rut: amor! Para, por favor.
Alan se encontraba, repartiendo besos por su cuello y oído.
Su mano estaba paseando un poco, pero sin tocar demasiado.
Alan: mmm!
Rut: Mary está en la casa, y es muy pronto para este tipo de cosas.
Alan: solo te estoy besando muñeca!
Rut: por favor Alan. ~~ dijo un poco incómoda.
Alan se detuvo y cayó en cuenta, de como estaban y se paró rápidamente.
Alan: perdón muñeca, me dejé llevar.
Perdóname.
Rut: está bien! Solo vallamos más despacio.
Alan: si, amor! Perdóname, si?
Rut: Sí, mi vida!
¿Quieres comer algo?
Alan: (si, a ti) cualquier cosa estará bien muñeca.
¿Me prestas el baño?
Rut: claro que sí! está al fondo del pasillo.
Alan fue rápidamente al baño, estaba demasiado caliente y casi comete una burrada con su muñeca.
Se lavó la cara y respiro profundamente, hasta que sintió que se calmaba.
Cada vez era más difícil contenerse, para ella apenas y se conocen. Pero él, tiene años esperando por ella.
Después de calmar su cuerpo y sus pensamientos, volvió al sofá.
Rut había hecho un pedido de pollo frito, papas y algunos helados.
Cuando ella se fue a sentar a su lado, él prefirió tomar asiento en el otro sofá.
Rut se sintió incómoda por esa acción y pensó que estaba molesto con ella.
Rut: amor! Acaso te molesto lo que te dije?
Alan: para nada!
Rut: entonces! Por qué te alejaste de mí?
Alan se acercó a ella y tomó sus manos.
Alan: amor! Todo esto es nuevo para ti, apenas y me estás conociendo; pero yo tengo años enamorado de ti.
A veces se me hace difícil contenerme y no quiero asustarte.
Rut: entiendo! Disculpame por malentender las cosas.
Alan: perdóname tú a mí.
Mary: siguen en su nido de amor?
Rut: amiga! Ven y siéntate con nosotros, ya pedí comida y es tu favorita.
Mary: en serio? Que bien.
Alan se sentó en el mismo sofá que su muñeca y paso su mano por el hombro de ella.
Mary se tiró en el sofá cercano. Esperaron que la comida llegara y pasaron ese día juntos.
Alan de momentos, le daban caricias a Rut, y está solo le sonreía.
Se acercaba a su oído y le murmuraba cosas, que le hacían sonrojarse.
Carla, por otro lado, estaba molesta y destruyendo todo a su paso.
Al llegar a su casa, su madre no estaba y no había conseguido hablar con ella.
Se sentía molesta por como Alan la trato y quiere que lo pongan en su lugar.
Después de unas horas, la madre de esta llegó y vio todo el desastre en la mansión.
Imagino que su hija estaba de mal humor y fue a ver qué pasaba.
Marta: princesa, qué pasa? Por qué estás molesta?
Carla: mamá! Ese estúpido de Alan y su prima, me humillaron hoy en la escuela.
Marta: cómo? Cómo alguien se atreve a hacer eso contigo?
Carla: cómo lo oyes! Me ofendió y dijo cosas horribles. Quiero que pague por lo que me hizo y me pida perdón.
Si no lo hace, no seré su novia.
Marta: no te preocupes amor! Ahora mismo llamo a mi amiga y le digo sobre la actitud de su hijo.
Marta tomó rápidamente su teléfono y marco el número de Patricia.
Después de unos tonos, está contesto, aunque su voz se escuchaba bastante agitada.
Patricia: si!
Marta: amiga, necesito saber, el porqué tu hijo humilló a mi niña hoy en la escuela?
Patricia: cómo? Alan le faltó el respeto? ¿Que paso?
Marta: mi hija me dijo que la humilló en la universidad y que le dijo que él no sabía nada del matrimonio.
Necesito que tu hijo se disculpe con ella, no se han casado y ya la trata de esa manera?
Patricia: déjamelo a mí, ya mismo llamo a ese insolente y le voy a exigir que le pida perdón a carla.
Marta: está bien! Me avisas.
Patricia se acomodó y marco el número de Alan.
Alan en ese momento estaba con su muñeca; la tenía pegada al carro y sin aliento.
Alan: amor! Me tienes loco… ¡Mmm! Tus besos se han vuelto mi droga.
Rut: tengo al mejor maestro... Mmm
Alan sentía su teléfono vibrar en su bolsillo y no quería atender.
Rut por un momento lo sintió y lo motivo a contestar la llamada.
Alan: si! Dígame?
Mientras veía la boca toda roja de su gordita y se mordía los labios de él.
Pasaba su dedo por sus labios y los llevaba a su boca.
Patricia se molestó, por la forma de responder de Alan y se tuvo que contener para no gritar.
Alan: hola! ~~ dijo, al ver que no contestaban.
Patricia: muchacho insolente! Cómo me hablas de esa manera?
Alan: disculpe, no tengo su número guardado.
Patricia: Alan! Hasta cuando vas a seguir con esa actitud tuya?
Alan: Me llamo para qué? Para darme sermones?
tengo cosas más importantes que hacer.
Viendo los labios de su muñeca, y su cara toda roja.
Se acercó a ella y le dio otro beso.
Patricia: Cómo es eso que le faltaste el respeto a Carla?
Alan: a quien?
Patricia: Carla, estudia en la misma universidad a la que vas.
Alan: aaahh! Esa chica.
Rut puso cara de celosa, cosa que le robó una sonrisa a Alan.
Quien se acercó a ella y la quiso besar, pero está volteo la cara.
Alan sonrió nuevamente y le dijo a su madre.
Alan: Mire señora! Esa chica se acercó diciendo incoherencias y yo no dije nada que la haya ofendido. ¡Es más! Ni la conozco.
Patricia: ella es la joven elegida para ser tu esposa.
Alan soltó una risa sarcástica.
Alan: está loca o que? ¿Acaso se olvidó que edad tengo? Quien le dio el derecho de querer mandar en mi vida y mis decisiones?
Rut notó el cambio de humor de Alan y se preocupó un poco.
Patricia: soy tu madre y elijo lo que es mejor para ti.
Alan: ja, ja, ja! ¿Madre? Esa palabra le queda muy grande. No me interesa nada de lo que esté planeando; así que antes que quede en vergüenza, olvídese de incluirme.
Patricia: Alan te lo advierto, si no haces lo que te digo, olvídate de heredar la empresa de tu padre.
Alan se alejó un poco de Rut y fulminó a su madre, bastante molesto.
Alan: a mí no me amenazas y menos con lo que por derecho me corresponde.
Patricia: el poder está en mis manos! Así que te recomiendo que hagas lo que te digo.