La Villana Y El Príncipe De Las Rosas.

Veronika no demoró en ser llamada por los reyes, siendo Celina quien la guía hacía la sala donde hablaran con ella, esta era una reunión privada, Valerian no le permitió a los de la corte hacer esa reunión pública, porque sabe que la intención de esos hombres es humillar a la joven.

Veronika entró a la sala y Celino cerró estas, mientras que afuera, Tamara se quedo haciendo guardia. Dentro, estaban Valerian y Callisto acompañados de Cassian. Veronika hace una reverencia saludando a los tres y estos corresponden el saludo.

—señorita Silverless, sobre su padre, se esta investigando en que clase de negocios turbios esta metido, lamento que esto la afecte directamente.— se disculpa Valerian.

—lo comprendo majestad y se que todo lo que le pertenece a mi padre será retenido.— agacha la mirada.— y sobre mi participación, comprendo que ya no será posible...

Valerian observa a Cassian tras escuchar las palabras de Veronika, la rubia sonríe.

—no se preocupe señorita Silverless, por ahora puede seguir con sus estudios y permanecer en el palacio, lo de su padre será tratado sin que usted se vea afectada.— informa Valerian.

Veronika levanta la mirada al escuchar las palabras de la reina, pues estaba lista para salir del palacio, pero pediría una pequeña bolsa de dinero para poder sobrevivir.

—en cuanto a las propiedades y título del Barón, será retenido por el momento, pero de esos fondos usted tendrá una mesada por ahora.— Callisto le hace entrega de una carpeta.— y Cassian seguirá la investigación con respecto a su secuestro.

La albina sostiene la carpeta y la abre para leer lo que lleva dentro, era el documento sellado por el rey donde le asegura una justa mesada mientras el Barón esta bajo investigación.

—majestades, agradezco su buena voluntad, aunque no creo que sea justo seguir en el palacio, se que no daré una buena imagen debido a lo que hizo mi padre.— ya déjenla ir.

—¿por qué tanta prisa por irse, señorita?— finalmente habla Cassian.— allá afuera es más peligroso, en especial para una dama sola, ¿o es que un amante la espera?— sonríe ladino.

—¡Cassian! — le regaña Valerian.— ¿que clase de insinuaciones son esas?, es una falta de respeto hacía una dama.

Veronika se sobresalta al escuchar a la reina levantar la voz a Cassian, quien se encoge de hombros mirando con arrepentimiento a su madre, y agacha la mirada.

—me disculpo, no volveré a bromear así madre.— habla bajito y mira suplicante a su padre.

Callisto desvía la mirada, no piensa ayudarlo, además su madre tiene razón, no es forma de hablarle a una dama y menos a una que se supone esta cortejando.

—señorita Silverless, si el príncipe Cassian le habla nuevamente de esa manera, es libre de insultarlo o golpearlo, se lo tendría bien merecido.— le informa Valerian a la joven albina.

—¿eh?, n-no majestad, no me atrevería algo así.— responde tímida. Aunque internamente, ese permiso no dudará en usarlo.

—comprendo. Bien señorita Silverless, es todo por ahora, Cassian también se esta encargando de investigar lo del secuestro, con justa razón es peligroso que salga del palacio, es mejor que permanezca aquí por el momento hasta que todo se solucione.— Valerian le deja ver una sonrisa cálida.

—gracias majestad.— hace una reverencia.— haré lo que usted cree es mejor. Estoy muy agradecida por su compresión y no juzgarme por lo que ha hecho mi padre.

—siempre y cuando no se pruebe su participación en el delito, no puedo juzgarla.— responde Valerian.— puede retirarse, si surge algo más, Cassian se lo hará saber.

Veronika asiente y se retira de la sala, ahí, Tamara la espera y es con quien camina de regreso a la residencia, mientras la azabache le dice que, la reina es generosa cuando cree que una persona se lo merece, así que no debe de temer y ya le han demostrado que ellos no la juzgan por lo que ha hecho su padre.

Marion quien paseaba con Irem y Lina, ve llegar a Veronika en compañía de Tamara, y aunque quisiera decir algo, sabe que Tamara esta de parte de la albina, pues hace poco la regaño por molestarla, asegurando que todo lo que ella haga le será informado a los reyes y al príncipe Calix, lo cual solo la hará perder oportunidades de ganar la competencia.

Marion sigue su camino, alejándose de sus acompañantes y seguida solo por sus doncellas. Camina hasta llegar al jardín de las rosas, pero sus doncellas le piden no ir, ya que no tienen permiso de pasar por ese lugar, Marion se niega a escuchar a sus doncellas y sigue su camino, pero antes de pasar el arco que lleva hacía el jardín, es golpeada por los pétalos de rosa que la rodean, las doncellas se asustan al ver lo que esta pasando y más cuando su ama grita, para cuando se dan cuenta, Marion se cubre el pecho con las manos, su escote había sido cortado, así como presenta cortes en la falda de su vestido que deja ver sus piernas.

Marion decide correr de regreso a la residencia, pero justamente un grupo de damas nobles estaba por ese lugar, quienes se horrorizan al ver las fechas en las que Marion estaba, sus doncellas rápidamente se ponen delante de ella y tratan de cubrirla, pero ya era demasiado tarde, todas esas mujeres ya la han visto.

Mientras que en el balcón de una habitación, Calix sonríe con burla al ver el momento bochornoso que ha pasado Marion, mientras algunos pétalos de rosas flotan alrededor de su mano.

—eso le enseñará a que no siempre se saldrá con la suya.— comenta Calix.

—pobre señorita, ahora dirán que la vieron desnuda y con un amante.— ríe Sohel.

Las mujeres nobles son demasiado chismosas y por muy pequeño que sea el incidente, ellas lo harán grande y hasta le añaden más detalles para que el chisme sea interesante.

—espero que así sea, así, una mujer menos en la competencia.— frunce los labios con fastidio.

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