Dulce Venganza

La vieja reina están furiosa, corrió a todos los ministros para poder hablar con su nieto, estos obviamente se molestaron por la forma en que la mujer lo había corrido, Santiago se disculpo por los modales de su abuela, también les dijo que hará un baile para festejar su matrimonio y que todos estaba invitados, pero después les mandaría la invitación, éstos estaban más tranquilos pues siempre han estado de su lado.

-¿Como que te has casado? Ni siquiera nos avisaste

-Padre lo siento pero las cosas pasaron y no se puede hacer nada

La abuela de Santiago estaba escuchando lo que decian, a su lado estaba Jena junto a las otras tres cuncubinas, está jalo la manga de la vieja reina, para que interfieran

-Eso no lo voy a permitir es enfermo, si sigues con ese matrimonio yo te quito la corona

-Vamos vieja, usted no tiene autorización para hacer eso, por lo que acabo de ver los ministros están en su contra

Esta se puso furiosa, desde que Santiago tomó el trono su poder ha ido disminuyendo,

-Este hombre no es adecuado para ser tu esposo, no me importa que sea un príncipe, Jena es mejor, es bella, tiene buena salud para darte hijos y es hija de él duque Sallow

Así estuvieron discutiendo, pero Santiago les dijo claro a las mujeres que su abuela había metido que no se quedarían mucho tiempo en su palacio, lo cuán preocupo mucho a algunas, en especial a Jena quien se fue junto a la vieja reían a su recidencia

-Vieja reina, debe hacer algo, no pueden sacarnos de aquí ya trabaje mucho para poder hacerme cargo del puesto de reina,

-Jena tiene razón, si nos hecha de aquí quien se querrá casar con nosotras seremos la burla de la sociedad

-Dejen de quejarse yo arreglaré esto

La abuela pidió a todas que se fueran, necesitaba encontrar una manera de hacer que Santiago se case con Jena. Por otro lado Santiago o esta hablando con su padre por el repentino matrimonio que ha tenido, este le hace saber que no se meterá en su matrimonio pero que debe dar descendencia de alguna modo

-Tal vez adopte, no lo se aún pero ahora sólo quiero disfrutar mi esposo

-Está bien no te presionarte pero cuidado con mi madre, tiene a los padres de las concubinas que ha metido cuyos padres son nobles influyentes pero tu sabrás que hacer,

Simón llevo a Marcus a la habitación de Santiago pues te se veía muy cansado del viaje, al terminar de hablar con su padre Santiago se dirigió también así allá, al entrar se encontró con Marcus durmiendo, aun estaba vestido y con zapatos,

-Que haré contigo, pareces un niño pequeño, haces las cosas por impulso, me has metido el un gran lío

-Sólo ámame

Esta frase lo sorprendió miro su cara para ver si estaba despierto pero no, seguía dormido, ¿lo habrá escuchado y contestado inconscientemente? No lo sabe, el lío al que lo había metido no era otro que su matrimonio expontaneo, no era que se arrepintiera, no claro que no, pero estar juntos será un reto no sólo por los planes malvados que su abuela está preparando si no porque, no sabe si Marcus aguantara todo lo que se les avecina, siguió quitándole la ropa para meterlo entre las sábanas y también se acostó con a su lado, Marcus despertó a media noche, se levantó de la cama y fue hacia el balcón, estaba pensando en que fue una mala idea casarse con un extraño, que ahora ya no lo son pues esas semanas les sirvió para hablar de sus gustos y demás, pero a penas es el principio,

-Ahora más que nunca extraño fumar

Necesitaba un cigarro para poder calmar su mente, pero este cuerpo es muy sano sería una lástima contaminar lo con esas cosas, mientras piensa en todo lo que ha pasado desde que despertó en este nuevo cuerpo, mira hacia el cielo se siente bien ir por las calles sin temerle a que le maten o te metan a prisión por su crímenes, esta vida es mucho mejor que la otra, al menos aquí sí tiene una pareja que está con él, aun que no es amor al menos no le ha traicionado.