El Amor Llega A Los 50

Mi nombre es Fernando del Río. Tengo 38 años de edad... Terminé cuatro maestras en derecho y ahora soy considerado uno de los mejores abogados del país.

Hijo de un hijo único de uno de los mejores abogados. Hace solo un par de meses que regrese a la ciudad.

La mayor parte de mi vida, la he vivido en diferentes partes del mundo. Desde muy corta edad, he viajado, he conocido muchísima gente al rededor del mundo...

Mi padre ha enfermado un poco y debo tomar las riendas del corporativo de abogados que lleva por nombre del Río.

Sentado detrás de un lujoso escritorio de fina madera. Veo a Martha abrir la puerta sin hacer ningún ruido.

Martha es mi secretaria, bueno, no mía exactamente, es de mi padre, al ser yo quien se va a hacer cargo de todo de ahora en adelante; será mía.

Martha se ha acoplado muy rápido a mí. Sabe bien lo que deseo, sabe que no me gustan los ruidos fuertes. La taza de café sin azúcar debe estar servida en mi escritorio antes de que yo llegue. También debe poner cada documento importante en orden alfabeto, para cuando yo lo requiera tenerlo listo en segundos.

Desde muy pequeño odié todo lo que pudiera estar desordenado. Soy de esas personas que tiene que tener todo muy bien acomodado. Odio el desorden, y me gusta cada pequeña cosa en su lugar y acomodada por colores.

El desorden es algo que me vuele loco. No puedo aceptar nada que esté fuera de su sitio.

________ Buenos días, señor del Río... Le he traído los informes de esta semana. También su padre llamó para dejarle este archivo. Dejó dicho que era muy importante y que le tenía que dar prioridad.

Señaló el lugar donde quiero que Martha deje el archivo en sus manos. Si mi padre lo dejó encargado, es porque debe de ser de un cliente muy importante. Ya que es muy extraño que mi padre le dé tanta importancia alguien...

_______ Puedes retirar Martha.

______ Estoy a sus órdenes, señor. Cualquier cosa, estoy a su disposición. ____ Me dice, y luego se da la vuelta para salir.

Antes de que pudiera ver los documentos. Mi móvil empieza a sonar. Le echó una mirada, y veo que es el número de mi padre.

_______ Hola, no esperaba tu llamada tan pronto. _______ Dije al contestar.

_________ Fernando. Me imaginó que Martha, ya te ha entregado la información que le pedí.

______ Sí. Lo acaba de hacer. _____ Respondo con sinceridad.

_______ Mariana es considerada como una hija para mí, su padre y yo fuimos muy buenos amigos durante algunos años. Fue la única persona que creyó en mí cuando más lo necesite.

Cada palabra que salió de los labios de mi padre fue como una orden para mí. Admiro que sentía celos de esa tal Mariana cada vez que mi padre la mencionaba.

Nunca tuve la dicha o la desgracia de conocerla. Solo sé que era la hija de un hombre muy importante en la vida de mi padre.

Por lo poco que él me ha contado, sé que fue el que lo ayudó incondicionalmente abrir el más grande corporativo de abogados, y quien le dio la oportunidad de demostrar de que estaba hecho al escogerlo como el abogado de la familia Escobar.

Golpeó con mis dedos el escritorio y clavo mi mirada en los documentos delante de mí. Tenía mucha curiosidad de saber que era lo que deseaba Mariana Escobar.

________ Lo sé. Haré todo lo que esté en mis manos para ayudar a esa mujer. No tienes por qué preocuparte, por algo soy considerado el mejor de todos. _______ Contestó seguro de mí mismo.

__________ Entiende, Fernando. Mariana debe ganar, de lo contrario, le estaré fallando al hombre que le debo todo lo que soy. Toma este caso con mucha seriedad.

Pasé mi lengua por mis labios, y luego contesté.

_______ Sé lo que hago, padre. Deja que yo haga mi trabajo.

_______ Fernando confió en ti. _____ Termina por decirme.

Terminó la llamada, y abro los documentos. Enseguida me doy cuenta de que esa tal Mariana quiere divorciarse de su actual esposo Hernán y recuperar todo lo que por derecho le corresponde.

Entre más veo toda la información, más atónito quedó. La vida de esta mujer, a lado de su esposo, ha sido un verdadero infierno.

He sido testigo de tantas historias como estas a lo largo de mi carrera. Mujeres que por miedo jamás se atreven abrir la boca, a guardarse todo lo que su marido les hace.

Algunas ponen como justificación el amor. (Amor) esa palabra tan poderosa que muchos utilizan para justificar el daño que le hacen a otras personas.

Mujeres, como hombres, que son manipulados por sus parejas, para mantenerlos bajo su control, utilizando técnicas bastante humillantes.

Utilizan a los hijos como armas. Y así tener a su pareja en sus manos. Algunas mujeres, tarde, se dan cuenta de todo el daño que se les ha causado. Por suerte, Mariana Escobar, ha podido darse cuenta y quiere recuperar algo que por derecho le corresponde.

Al terminar de leer todo, me pongo de pie. En la información personal de ella, hay un teléfono y una dirección. Prefiero ir a verla, y hablar de este asunto personalmente.

Tomé el saco y me lo pongo, acomodo mi ropa, y salgo de la oficina.

_______ Martha, por favor. Agenda todas mis citas para más tarde. _____ Le informó a Martha mientras caminó hacia el ascensor.

_______ Señor, un momento... En media hora tiene una cita muy importante, el presidente ejecutivo de las empresas Escobar.

El mundo era un pañuelo... Hernán Ferrer viene al corporativo a buscar mi ayuda, para quitarle a su esposa todo lo que por derecho le corresponde. ¡Eso sí que no me lo esperaba!

________ Informale, al señor Ferrer. Qué lamento mucho no poder atenderlo. Hubo algo urgente, y que sí lo prefiere darle una cita en dos días.

________ ¡Pero, señor! _____ Grita Martha, y solo levantó mi mano, para que guarde silencio.

Continuó caminando al ascensor, y mirando a Martha, la puerta se cierra.